PERFILES

Si ustedes son habituales al universo de las Redes Sociales, saben que hay que tener un Perfil. Unos lo completan más y otros menos.

 

Unos le ponen foto y otros no.

 

En Facebook, hasta hoy, yo era éste.

 

Desde hoy soy este otro.

 

Hay varias razones, además de que, así, estoy muy mono. ¿Se les ocurre alguna?

 

Lo hablamos.

 

Jesús Lens, mirando a febrero.

PICASA

A ver. El otro día me pegué un buen ratazo con las fotos de Etiopía que tienen en la Margen Derecha, inspirado por «Enfermos de África».

Si pinchan el visor de las fotos, entran en el Picasa y las pueden ver en mayor tamaño, con los comentarios que les puse a todas ellas. Pueden comentarlas a su vez, etcétera.

Lo que no sé es si les convence o no. Por lo que dejé una de esas consultas populares, también en la Margen Derecha.

¿Seguimos trabajando álbumes de fotos o nos dedicamos a las palabras, que es lo mío?

Tienen la palabra.

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SATURNO

Ustedes saben que tengo un Alter Ego, José Antonio Flores, con el que me une una relación amistosa, periodística, bloguera, virtual, atlética, etc. Vemos la vida de forma similar, nos interesan las mismas cosas, somos viscerales y apasionados y nos gusta contar, hablar, escribir, discutir, debatir y hasta pelear.

Luego, hemos seguido caminos paralelos en algunas facetas de nuestra vida, llegando a trabajar juntos en un proyecto, al que denominamos Florens, sobre deporte, vida, empresa…

Muchos de ustedes sabrán que José Antonio era responsable del famoso “Diario de un Corredor”, punto virtual de encuentro entre deportistas que trascendió las pantallas del ordenador y los bytes cibernéticos para convertirse en un vivero de amigos, que nos fuimos convirtiendo en esas Las Verdes que tantas alegrías nos han reportado.

Y, sin embargo, había algo que no estaba del todo bien. Yo lo intuía. Porque, como muy expresivamente ha expuesto José Antonio en uno de los comentarios a la última entrada de su Bitácora “Un momento para nacer, un momento para morir”, ese “Diario de un corredor” amenazaba con devorarle, al potenciar casi hasta el infinito sólo una de las dimensiones del autor, sepultando las demás casi por completo.

Por eso, anticipándose, como si de un Saturno virtual se tratara, mi Alter Ego ha hecho algo que, siendo doloroso, era necesario: devorar a su propio hijo, cerrar el Diario de un Corredor y, sobre la marcha, abrir un nuevo espacio en el que verter un amplio caudal de impresiones, sensaciones y pensamientos sobre los temas más distintos.

Por supuesto, ya lo tenemos enlazado y le haremos el estrecho seguimiento que el mismo se merece.

Un Blog ha muerto. ¡Larga vida al Blog!

Con ustedes, las Opiniones Intempestivas de José Antonio Flores.

Jesús Lens.

EL ENIGMA ELAH

Amigos, si siguen ustedes la Margen Derecha de este Blog, habrán visto una inusitada cantidad de comentarios referidos a la entrada que, sobre “En el valle de Elah”, tenemos publicada en esta Bitácora.


¿Qué ocurría? O bien Tommy Lee Jones se había puesto a hacer marketing viral de su nueva película o, por la denominación “grupal” de muchos de los Comentaristas, una secta radicada en Elah estaba intentando apropiarse de esta Bitácora.

Pero no. La respuesta es mucho más sencilla.

Tommy Lee, tan perplejo como yo.

En un grupo de trabajo del Taller de Lectoescritura y Argumentación han puesto como deberes a los alumnos que inserten un Comentario en dicha entrada. Lo que está muy bien. Pero me deja frío.

Primero, porque la docente si quiera pide que se lea la Entrada. Sólo que se deje un Comentario en la misma.

Segundo, porque entre las tareas para después de esos deberes, no está el comentar la reseña que hicimos sobre la peli o algo referente a la misma. El mérito está en meter un comentario. Nada más. ¡Ni siquiera Votan o le ponen Estrellitas a la Entrada!

Tercero, porque el 13 de septiembre vence el plazo para dejar los Comentarios y… me bajará el número de visitas en la Bitácora. Jajajaja.

En fin. Que los caminos de los Bytes de Internet son inexcrutables.

Pero que aquí tienen esta su Bitácora para poner deberes a sus alumnos, señores docentes. Siempre que se trate de aprender y no de imponer un castigo a nadie.

Jesús Lens, perplejo.