Carretera de plata y negro

Reza la sabiduría popular que ‘a enemigo que huye, puente de plata’, pero ¿y si el enemigo no ha huido y, de hecho, es la llamada carretera de plata la única vía de comunicación a través de la que localizarle, identificarle y detenerle? Detenerle a él y detener sus tropelías…

La carretera de plata es una vía de asfalto que une dos lejanas e ignotas ciudades, una de Suecia y otra de Noruega. 500 kilómetros de asfalto por una zona muy del norte y por los que no circula nadie: apenas hay nada que ver durante el trayecto y, no demasiado lejos, hay una autopista mucho más concurrida.

Bosques ominosos, montañas despojadas, lagos amenazadores y el sol de medianoche acompañarán al viajero que se aventure en su trazado. Y algún que otro vecino de la zona, los únicos que utilizan la carretera de plata. Lelle, por ejemplo, se ha convertido en una presencia tan habitual como fantasmal, un usuario habitual durante los interminables días del verano sueco. Tres años lleva conduciendo sin desmayo, en busca del rastro de su hija desaparecida, Lina.

Una mañana, Lelle dejó a Lina en la parada del autobús… y nunca más se supo. Nunca llegó a subirse al vehículo, tal y como declaró el chófer. De hecho, un usuario del autobús, Torbjörn, señaló que ya no estaba en la parada cuando él llegó, minutos antes de la arribada del bus.

A la remota localidad de Skelleftea también llegan Meja, una adolescente harta de dar tumbos por la vida, y su complicada madre, una mujer errabunda que ha conocido a Torbjörn a través de Internet y con el que se apresta a iniciar una relación más o menos sentimental.

Entre todos ellos, una familia de neorruralistas que trabajan la tierra con esmero y dedicación, alejados de las nuevas tecnologías. Y es que, a lo largo de la carretera de plata residen muchas personas que han elegido alejarse del mundanal ruido. Gente que se sale de las autopistas convencionales por las que transcurre una vida rutinaria y estresante para conducirse por las carreteras secundarias más lejanas e inaccesibles. Y llenas de curvas. Carreteras perdidas como estas de las que hablamos hace una semana en esta misma sección…

Lelle es un hombre con una misión: encontrar el rastro de su hija desaparecida. Es el único que parece concebir esperanzas de que todavía es posible. Stina Jackson, la joven autora de ‘Carretera de plata’, publicada por RBA, nos lo presenta desquiciado, solo y enfebrecido, recorriendo hasta los carriles y las vías de servicio más inaccesibles del territorio.

La vetusta casa de Torbjörn tampoco es un prodigio de limpieza, orden y estabilidad, como Meja y su madre no tardarán en descubrir. Y es que la Suecia que nos describe Jackson es malsana, oscura y poco acogedora. Una Suecia muy diferente a la postal habitual de bosques luminosos, lagos arrebatadoramente azules y prístina nieve. Una Suecia muy distinta, también, de la utopía socialdemócrata que nos venden las estadísticas sobre desarrollo económico y renta per cápita.

No es fácil sobrevivir en mitad de la naturaleza. Ni en Suecia ni en ningún lado. Lo supimos al leer ‘Nuestra casa en el bosque’, de Andrea Hejlskov, publicada por Volcano. Por mucho que se lleven los movimientos neorrurales, prescindir de las ventajas de la civilización para volver al campo y fusionarse con él de forma natural… puede acabar resultando antinatural.

Además de la tensión narrativa creciente, lo mejor de la novela de Stina Jackson es situar al lector frente a las contradicciones de la sociedad contemporánea: la soledad, los peligros de Internet, el alcoholismo, el individualismo a ultranza… y los conspiranoicos.

En ‘Carretera de plata’ se concentra un microcosmos de personajes de lo más interesante. Y amenazante. La autora desarrolla en paralelo una trama en la que no ocurren grandes cosas. O, quizá, es solo que no parecen ocurrir, dada la sutileza con la que la autora trata determinados temas.

No soy un gran aficionado a los autores nórdicos. Me cansan sus hordas de asesinos en serie, crueles y despiadados, dotados de una inteligencia privilegiada y una vasta cultura. No soporto esos tour de force que tratan de estirar el cliché hasta límites insospechados.

De ahí que Stina Jackson y su ‘Carretera de plata’ hayan sido un feliz descubrimiento. Nacida en 1983, Jackson ya ha ganado el premio a la mejor novela del 2018, concedido por la Academia Sueca de Escritores de Novela Negra, con su debut literario.

Lean ‘Carretera de plata’ y pónganse en la piel de Lelle. Acompáñenle en la búsqueda de su hija desaparecida y conozcan a Meja, la joven recién llegada a un entorno hostil. ¿Cómo encajará, si es que termina encajando? Lean la novela para no confundir lo agradable de pasar un fin de semana en el hotel rural de un pueblo pintoresco y lo divertido de cortar leña para encender la chimenea y asar morcilla, con lo jodido de talar árboles para hacerse su propia casa.

Jesús Lens

Val del Omar: Robot & Duende

Faltaban unos pocos días para la Semana Santa cuando quedé con Mónica y Ángel. En previsión del exigente mes de mayo que teníamos por delante, en mi fuero interno había decidido dar por terminada la temporada de presentaciones, charlas y eventos culturales para concentrarme en la quinta edición de Granada Noir.

Ángel estuvo una hora hablando sobre Val del Omar. Y lo hizo con un conocimiento tan vasto y una pasión tan desaforada que terminamos la reunión buscando una fecha próxima en la que organizar una charla sobre uno de los genios granadinos más desconocidos.

El día ha llegado. Será esta noche, a las diez. En un marco ciertamente incomparable: el patio elíptico del Centro Cultural Memoria de Andalucía. No tengo ni idea de lo que ocurrirá hoy. Porque la idea original de una charla divulgativa que permitiera al público descubrir aspectos originales e inéditos de Val del Omar se ha transformado en una auténtica performance con música diafónica en directo y proyección desbordada.

No me pregunten en qué consiste todo ello. No lo sé. No lo he querido saber. Quiero enfrentarme al espectáculo de esta noche completamente virgen y desprejuiciado, a ver qué efectos me provocan la combinación del encendido discurso de Ángel Arias con la guitarra de su hermano Antonio, la música de Migueline, el violín de José Antonio Rodríguez y las proyecciones de Pepe Ruiz. (Aquí, IDEAL hace un apasionante adelanto)

No habrá sillas. Los espectadores nos situaremos en el fondo del patio y nos someteremos a una experiencia inmersiva. 360 grados para empezar a crear un ámbito sensorium. Con una Especial en la mano, eso sí, que Cervezas Alhambra se ha sumado al evento.

Todo lo que pase hoy forma parte de un plan más ambicioso: reunirnos en la segunda edición del festival Gravite patrocinado por Bankia y hacer una sesión interactiva y participativa con todos ustedes, siguiendo la filosofía del Val del Omar del ‘aprojimamiento’.

Esta noche, una máquina del tiempo parte en busca del espíritu Valdelomariano. Dentro de seis meses comprobaremos qué frutos nos depara este viaje a lo desconocido. ¡Les esperamos!

Jesús Lens

Spielberg y el túnel fantasma

La noticia de que Granada es la tercera ciudad con más atascos de España, solo por detrás de Barcelona y de Palma de Mallorca, es de las que nos deberían obligar a dejar cualquier cosa que tengamos entre manos para ponernos a pensar. Serena y desapasionadamente.

Atasco en carretera de Jaen. Foto: Ramón L. Pérez

Que haya más atascos en Granada que en Madrid es algo pesadillesco. Como lo es que los embotellamientos, además de molestias, retrasos y sinsabores; contribuyan a la maldita boina de contaminación que nos aplasta todos y cada uno de los días del año.

Un dato positivo: el año pasado, el Metro consiguió mejorar la situación del tráfico en Granada, única ciudad de España en conseguirlo, junto a San Sebastián.

Y por ahí deberían ir los tiros a la hora de pensar en una Granada futura más habitable, más verde, más ecológica y más humana. Por mucho que todavía queden algunos irreductibles convencidos de las bondades de los coches en los centros urbanos, la inmensa mayoría somos plenamente conscientes de su necesaria peatonalización. Y de la importancia capital del uso del transporte público.

El Metro, fuente de debate y controversias durante los mil y un años que tuvo a Granada en vilo, se ha demostrado como un medio de transporte exitoso,  especialmente bien valorado por los jóvenes. El número de carnés de conducir desciende todos los años y la bicicleta es cada vez más popular en nuestras calles.

Así las cosas, el planteamiento de un corredor subterráneo que atraviese Granada -con parkings incluidos en varios niveles- es una fantasía que solo tendría una cosa de bueno: podría generar un nuevo género de terror gótico made in Granada. Porque nuestro subsuelo es rico. Muy rico. Como el de todas las ciudades milenarias que en el mundo son.

Aquí, en cuanto pegas un espiochazo, te sale algún resto. ¿Será por eso que se ha aplazado el inicio del rodaje de la quinta entrega de Indiana Jones? Es posible que Spielberg se quiera sacar la espinita de no haber podido filmar en la Alhambra y piense hacerlo en el Túnel Fantasma del PP.

Jesús Lens

Mesas de dos sin tres

Dos son pareja. Tres son multitud. Al menos, así parece pensar Ciudadanos a la hora de abordar las mesas para la formación de los gobiernos municipales. Está dispuesto a verse, tête à tête, con el PP y el PSOE, pero nada de juntarse con nacionalistas, podemitas y ultraderechistas. Además, Ciudadanos ha acordado, por unanimidad, que no compartirá gobiernos con Vox ni alcanzará acuerdos con dicho partido.

En realidad y en la práctica, esto no significa nada. ¿Se acuerdan del pasado enero, cuando Vox pareció ponerse gallito en la negociación para la constitución del gobierno andaluz y presentó un inefable e inenarrable documento con 19 puntos que tendrían que ser aceptados por PP y Cs? Al final resultó ser todo un bluff y los del ex juez Serrano tragaron con todo lo que Moreno Bonilla y Juan Marín pusieron encima de la mesa.

Ahora, con la cuestión de los Presupuestos presentados por el gobierno andaluz, Vox también se ha venido arriba, anunciando que presentan una enmienda a la totalidad. Paradójicamente, su crítica más importante coincide con la de Adelante Andalucía: son unos Presupuestos que podría haber presentado el PSOE. ¡Victoria de Susana Díaz de Vivar, Cid Campeador del Sur, capaz de ganar batallas habiéndose quedado muerta… o estando de parranda!

Vox lo tiene complicado: o exige entrar en los gobiernos municipales y autonómicos o se convierte en el palmero del PP, tal y como está haciendo en la Junta. Sin embargo, tengo el pálpito de que, incluso donde no le den bola, acabará tragando y apoyando a los gobiernos más conservadores posibles. El chau chau, o sea. Y ya buscarán la fórmula para vestir al muñeco y salir airosos del trance.

Como decíamos ayer, Ciudadanos tiene la palabra. En una plaza como Granada capital, apoyar a un alcalde que necesita el sostén de la ultraderecha dejaría marcado, de por vida, a Luis Salvador, como escribía ayer en esta otra columna de IDEAL.

Quedan al margen las rebatiñas internas entre el PP y los integrantes de la candidatura de Vox, antiguos peperos rebotados muchos de ellos. Allá se las compongan en sus negociaciones, llegado el caso.

Jesús Lens

Porque tú lo Valls

Ha pasado una semana desde las elecciones municipales y apenas restan otras dos para la constitución de los gobiernos de los ayuntamientos. Uno de los que están en juego es el de Granada, con Ciudadanos como poseedor de la llave de la alcaldía de Plaza del Carmen.

Granada no es una plaza más. Por toda la carga simbólica que acompaña a nuestra ciudad, por lo mucho y muy sensible de nuestra historia, permitir que la ultraderecha vuelva a tener influencia en el gobierno local nos situaría en un foco de atención que resultará muy complicado de gestionar para sus artífices.

El PP de García Egea ya ha dicho que no tiene empacho ni complejo alguno en sentarse con la extrema derecha. ¿Lo tendrá igual de claro la gente de Ciudadanos? Porque Vox ha manifestado su deseo de formar parte activa de los gobiernos municipales a los que apoye y no limitarse a favorecer la investidura de otros candidatos, sin más. ¿Amenazará Vox en vano e irá de farol, como ocurrió durante las negociaciones para conformar el gobierno andaluz?

La postura de Manuel Valls en Barcelona, ofreciéndose incondicionalmente para evitar un gobierno independentista en otra de las grandes ciudades simbólicas de nuestro país, ha sacudido el avispero en Ciudadanos, despertando a un sector del partido que, por fin, se recuerda moderado, liberal y más cercano al centro que a la ultraderecha.

Una vez desactivado el gran temor de Rivera, la connivencia del PSOE con Pablo Iglesias y los nacionalistas más radicales, ¿no está en un extraordinario momento para demostrar altura de miras y ponerle el famoso cordón sanitario a la la extrema derecha, como hacen sus homólogos de toda Europa?

En Granada, y por erráticas que hayan resultado algunas de sus decisiones, no podemos olvidar que Luis Salvador militó en el PSOE durante veinte años. Me cuesta creer que su deriva ideológica y afectiva le lleve a gobernar Granada junto a la ultraderecha, sinceramente.

Y así, entre dudas y zozobras, nos acercamos a un nuevo ‘5 a las 5’. Celebremos el nacimiento de Federico García Lorca mientras recordamos sus palabras: ‘Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo’.

Jesús Lens