Escenarios reales de la Granada Noir

En la sección de IDEAL de El Rincón Oscuro de hace unas semanas escribíamos sobre los escenarios de la Granada Noir de ficción. Pero es que Granada, además de haber servido como escenario para novelas, relatos y película de ficción de género policíaco, también atesora una particular historia negra basada en hechos reales, por desgracia. Y de eso hablamos en nuestra colaboración semanal, negra y criminal, en el diario IDEAL de hoy…

La famosa y mítica serie de televisión “La huella del crimen” tenía como lema que la historia de un país es también la historia de sus crímenes. Además de ser una gran frase publicitaria, dicha aseveración está cargada de razón. Porque los crímenes, más allá de lo escandaloso, lo amarillista y lo morboso, tienen mucho de social y psicológico, no en vano hay toda una ciencia, la Criminología, destinada a estudiar el delito y sus causas, las formas de evitarlo y el modo de actuar de los delincuentes.

Escenarios Granada Noir Huella del Crimen

A nada que lo pensemos, buena parte de los grandes crímenes de la historia, además de haber sido prolijamente documentados, han sido utilizados como argumento de diversas manifestaciones artísticas en cuadros y pinturas o en novelas, dramas, películas, tebeos e incluso poesía; desde las “Bodas de sangre” de Lorca al Pascual Duarte de Cela, sin ir más lejos.

Escenarios Granada Noir Bodas de sangre

Crímenes como el de los marqueses de Urquijo o la terrible matanza de Puerto Hurraco han tenido su reflejo en novelas premiadas y películas de gran presupuesto, de autores como Mariano Sánchez Soler y directores como Carlos Saura.

En Granada, el horripilante asesinato de una niña de nueve años sacudió a toda la ciudad, convocando a 20.000 personas en una de las manifestaciones más emocionantes que recuerdan nuestras calles. El crimen fue perpetrado el 29 de octubre de 1987 y sumió a la ciudad en un lógico estado de psicosis hasta que, siete meses después, en mayo de 1988, la policía detuvo a un joven de 21 años como principal sospechoso del crimen.

Escenarios Granada Noir Muerte Aixa

Para la resolución del caso fue vital la declaración de otra niña a la que el mismo individuo había asaltado, siguiendo parecido modus operandi: secuestro a punta de navaja en el portal de su casa y conducción hasta una zona especialmente arbolada del bosque de la Alhambra, lugar en que fue detenido este trabajador del mercado que sostenía que, en noches de luna llena, sentía una extraña pulsión que le obligaba a atacar a las chicas.

Diez años después del asesinato, el novelista Antonio Muñoz Molina publica “Plenilunio”, una durísima novela que recrea el crimen y la investigación llevada a cabo por un policía que había pasado varios años destinado en el País Vasco. Una reflexión sobre la violencia, contemplada desde diferentes puntos de vista y que fue adaptada al cine por el director Imanol Uribe, en el año 2000, con guion de Elvira Lindo, a la sazón, pareja del novelista y que había seguido muy de cerca todo el proceso de gestación y escritura del libro.

Escenarios Granada Noir Plenilunio

La filmación de la película se trasladó a Palencia, con una ambientación que consigue captar muy bien el ambiente de una ciudad de provincias, sus calles y bulevares, los cafés, el mercado, etcétera. El cambio de los bosques de la Alhambra por la ribera de un río resulta igualmente afortunado, impresionando sobremanera la secuencia de la niña superviviente que, helada, aparece cruzando un vetusto puente de piedra, en una secuencia muy parecida a otra de la serie Twin Peaks, de David Lynch.

Escenarios Granada Noir Plenilunio película

Viajemos a un pasado más lejano para visitar otro local con mucha historia a sus espaldas: el Hotel Reina Cristina. Y es que, parafraseando a Churchill, la Granada negra y criminal tiene un acertijo oculto en un misterio encerrado en un enigma. Y su nombre es Federico García Lorca.

Una de las (pocas) cosas que sí están claras, documentadas y acreditadas en torno al asesinato del poeta es que fue en este edificio, antigua casa de la familia Rosales, donde Lorca pasó sus últimos días en libertad y donde fue prendido por Ramón Ruiz Alonso para ser llevado al Gobierno Civil.

Escenarios Granada Noir Rincón de Lorca

Lean, lean la fascinante novela gráfica “La araña del olvido”, de Enrique Bonet, (a la que dedicamos este otro Rincón Oscuro) para sumergirse en la Granada de los años 50 y pasear por sus calles, avenidas y plazas. Déjense guiar por Agustín Penón, la primera persona que investigó sobre la muerte Lorca y trató de encontrar su tumba.

Escenarios Granada Noir Agustín Penón

Entren en los cafés, los bares y los restaurantes de entonces. Un emocionante viaje al pasado de una historia que dista mucho de estar resuelta.

Jesús Lens

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El Jijijí-Jajajá

Hace unos días, una persona de reconocido prestigio, referente intelectual en esta ciudad, se extrañaba del Jijijí-Jajajá con el que se vienen conduciendo algunos de esos dirigentes que, teniendo en sus manos la gestión de la res pública, no parecen estar preocupados por el estado de las cosas. Muy al contrario, se muestran divertidos, ufanos y encantados de conocerse. Y esa es la primera perplejidad de la que hablo en mi artículo de IDEAL de hoy.

Jijijijajaja Joker

Me acordaba de sus palabras al leer que la provincia de Granada acumula 142 desempleados más en marzo, con lo que volvemos a superar la redonda cifra de los 100.000 parados. Un dato que contrasta con el hecho de que, tanto en el resto de Andalucía como en el conjunto de España, el paro ha descendido.

La pasada Semana Santa me quedé en casa. Aproveché la calma de esos días para escribir mucho y, también, para ponerme al día en lecturas atrasadas. Y, efectivamente, había un buen montón Jijijí-Jajajá acumulado en la prensa reciente. Como lo había en las complacientes declaraciones que escuchaba en la radio durante esas lúdicas jornadas: que si una Semana Santa de récord, que si cerca de un 100% de ocupación hotelera, que si se nota en el ambiente una mayor alegría a la hora de gastar…

Jijiji Semana Santa

¿Cómo casa todo ello con un incremento en el número de parados? Los sindicatos lo tienen claro: economía sumergida. Y si hablan ustedes con cualquier persona que trabaje en el mundo de la hostelería, se lo podrá confirmar: miles y miles de horas trabajadas sin cotizar.

Ahora andamos todos indignados con los paraísos fiscales, los papeles de Panamá y las firmas offshore. Pero es una indignación de boquilla. Que ya hemos visto en otras ocasiones la comprensión popular que generan los problemas con hacienda de folclóricas y deportistas varios. De hecho, tengo la sensación de que mucha gente es tolerante con la evasión fiscal porque en su fuero interno sabe que, si pudiera –y si tuviera–, haría lo mismo.

Jijiji Panamá

Por supuesto, no es lo mismo dejar de pagar el IVA de una factura que organizar una sofisticada ingeniería financiera para evadir impuestos. Y dada la presión fiscal y el severo escrutinio a los que se somete a los asalariados, la laxitud con la que se permite conducirse a los grandes capitales genera una indignación que se multiplica exponencialmente cuando se percibe tanto Jijijí-Jajajá en el ambiente. Pero ¿cuánto durará?

Jesús Lens

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El regalo

Ustedes van a pensar que yo soy un vago redomado y que, con la excusa de no reventarles los giros en la trama y las sorpresas del guion, me evito contarles y resumirles el argumento de las últimas películas que estoy reseñando.

El regalo

Puedo prometer y prometo que no es así.

De hecho, siempre me esfuerzo por llegar a las 500 palabras que, tengo comprobado, yo soy capaz de escribir más o menos de una sentada y ustedes son capaces de aguantar, leyendo hasta el final.

Todo este largo preámbulo sirve, además de para consumir las primeras 100 palabras de las 500 prometidas, para animarles a que vayan a ver “El regalo”, a la mayor brevedad posible y, sobre todo, sin saber nada de ella.

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Si luego no les parece un estupendo ejercicio de cine de género, repleto de sustos y sorpresas, hasta llegar a un final sencillamente portentoso… pues quedamos y lo hablamos. ¿De acuerdo?

(Sigue leyendo esta reseña en mi espacio Lensanity de Cinema 2000)

Jesús Lens

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El huso y los usos

Ha sorprendido el anuncio de Rajoy de su intención de cambiar el huso horario español, adaptándolo al de Canarias, Portugal o Gran Bretaña. Y, más aún, que también haya propuesto que la jornada laboral termine a las 18 horas. Sobre todo ello versa mi Columna de hoy, en IDEAL.

Dejando al margen el hecho de que la oposición, en un impresionante y sesudo ejercicio de análisis y reflexión, ha tildado estas propuestas de electoralistas, hay que recordar que Rajoy también propuso en 2011 el traslado de los festivos que cayeran entre semana a los lunes, para evitar los macropuentes. Y ya ven ustedes… Otra promesa incumplida más.

Huso horario

Llámenme descreído, pero no me trago lo del cambio del huso. Y ya me fastidia, ya… ¡con la falta que nos está haciendo! Sobre todo, porque el cambio de huso debería propiciar el cambio de usos. Esos usos que, en España, están tan firme como nocivamente enraizados.

Aquí nos gusta, mayoritariamente, el horario de verano. Ese horario en que, a las nueve de la noche, todavía hace sol. Pero así no se puede, oigan. Así no se puede. Sí. El horario de verano es muy agradable para pasear. Y para estar en la playa, tumbados a la bartola. Pero es un horario manifiestamente improductivo que favorece la molicie y la pereza. ¿Quién puede empezar una jornada a pleno rendimiento, a las 8 de la mañana, sabiendo que seguirá siendo de día catorce horas después?

ObjetivoGranada
ObjetivoGranada

Pero, sobre todo, si a las nueve de la noche sigue luciendo el sol, ¿cuándo se cena aquí? Pues bien lo sabemos: a las diez u once de la noche, con ese prime time de la tele adentrándose en la madrugada más profunda y convirtiendo en insomne a buena parte parte de la ciudadanía.

Así, la siesta resulta absolutamente necesaria, provocando ese parón de dos o tres horas a mediodía… que nos deja en disposición de alargar la jornada laboral hasta el ocaso. O hasta el infinito. Y más allá.

Apropiada mochila para escolares zombis e insomnes
Apropiada mochila para escolares zombis e insomnes

¿Han reparado ustedes en la flagrante contradicción que supone hablar de las nueve de la noche cuando la mitad del año, a esa hora todavía es de día? Sí. Lo sé. La productividad no es la medida de todas las cosas. Pero la locura horaria en que estamos absurdamente instalados, además de improductiva, es humana, lúdica, personal, cultural, deportiva, intelectual y familiarmente nefasta.

¡Venga ese huso ya!

Jesús Lens

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La lluvia en la Mazmorra

Creo que de Juan Ramón Biedma lo he leído todo. O casi. Y algunas de sus novelas, más de una vez. Y es que Biedma es uno de los autores más felizmente reconocibles del panorama literario español de los últimos años.

La lluvia en la mazmorra Biedma

Es reconocible porque tiene un universo propio, personal y único. No importa que escriba de zombis o de la Sevilla contemporánea, del Madrid de principios del siglo XX o del Londres victoriano de toda la vida.

No pasa nada si sus aventuras las protagonizan Sherlock Holmes y Moriarty o el mismísimo Enrique Jardiel Poncela.

Porque la profunda voz de Biedma y su poderosa escritura hacen que todos esos escenarios pasen a formar parte de un universo mítico, mágico… y pútrido: Biedmaland.

Wellcome to Biedmaland!

Tierra de sueños agitados e intensas pesadillas, de aires viciados y ambientes enrarecidos, de calles oscuras y mugrientas y de personas diferentes y canallas.

La última novela de Juan Ramón Biedma se titula “La lluvia en la Mazmorra”, la publica la editorial Versátil y sus 400 adictivas e intensísimas páginas cuentan una historia que acece en tres días nada más. Los tres días que precedieron la salida de Primo de Rivera del gobierno de España, allá por lejanos años 30 del pasado siglo.

La lluvia en la Mazmorra

¿Una historia? ¿He dicho UNA historia? ¡Por favor! En un libro de Biedma no cabe una historia. Caben… tantas como sean ustedes capaces de imaginar. Por ejemplo, cabe la historia de Ana, una actriz que muere en el primer acto.

Sí. Acto. Porque “La lluvia en la Mazmorra” es un homenaje al teatro. Y a los actores. Y a autores tan imprescindibles como Enrique Jardiel Poncela, al que Biedma convierte en personaje de su obra y cuya memoria, obra y biografía hay que reivindicar.

Sigue leyendo esta reseña en Moon Magazine…

Jesús Lens

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