Autor: Emilio Calatayud
-
Hay quien se toma la pandemia como un botellón de primavera, se me han quitado las ganas de salir
—
por
Buenas, soy Emilio Calatayud. Salgo a la calle por mi barrio, el Albaicín de Graná, y me da la impresión de que hay gente que se está tomando la pandemia como un botellón de primavera. Y no estamos en la fiesta de la primavera. Tenemos que convivir con un virus que ya ha demostrado…
-
Si os llega un audio en el que una voz pone a parir al presidente del Gobierno, no soy yo, no lo compartáis, voy a denunciarlo
—
por
Buenas, soy Emilio Calatayud. Vamos a ver, hay personas que están compartiendo un audio en el que un sujeto pone a parir al presidente del Gobierno, pues bien, esa voz no es mi voz. No soy yo. Es un bulo. Por favor, no lo compartáis. Lo voy a denunciar ante las fuerzas de seguridad…
-
Deseo suerte al médico que va a operarme
—
por
Buenas, soy Emilio Calatayud. Esta tarde van a operarme y, como es natural, deseo suerte al médico que va a hacerlo. La intervención forma parte del tratamiento del cáncer de próstata que padezco desde hace cinco años. Todo va bien, gracias a Dios y a la ciencia, pero tienen que hacerme una limpieza de…
-
Mi tío Carlos dejó la abogacía para volver a su pueblo, Granátula de Calatrava, y hacerse pastor: ¡Viva el campo!
—
por
Buenas, soy Emilio Clatayud. Seguimos con el campo. Yo tuve un tío, Carlos se llamaba, que estudió Derecho y comenzó a ejercer de abogado en la provincia de Madrid. Era un buen despacho y él tenía una gran formación. Vamos, que valía para pleitear. Pero un día, siendo todavía bastante joven, tuvo una crisis…
-
Lamento de un hombre de campo: «En los pueblos nos cierran las escuelas y agrandan los cementerios»
—
por
Buenas, soy Emilio Calatayud. En Granada ha habido una gran protesta de la gente del campo, de los agricultores. Han venido con sus tractores para reclamar un futuro. Uno de ellos ha hecho un comentario que es también una sentencia: «En los pueblos nos cierran las escuelas y agrandan los cementerios». Lleva razón. Hay…
-
Denunciar a un hijo es casi siempre un acto de amor y ellos lo acaban agradeciendo
—
por
Buenas, soy Emilio Calatayud. Denunciar a un hijo, que es algo que sucede sobre todo en los casos extremos de violencia hacia los padres, es casi siempre un acto de amor. Ellos, cuando se enteran, no lo ven así. Estallan y demonizan (más) a sus padres. Pero luego, cuando han pasado por un centro…

