LOBOS

– ¡El lobo! ¡El lobo!

 

Nunca olvidaré aquellos episodios de «El hombre y la tierra» de Félix Rodríguez de la Fuente. Empezaban con el aterrador grito de un aldeano, acongojado por la visión de uno de esos animales cuya mera evocación ya provocaba el pánico.

 

Después, el amigo Félix nos mostraba esa otra dimensión de los lobos, su carácter familiar, cercano, hermoso y arrebatador; de forma que, al terminar el doble capítulo, el lobo se había convertido en tu animal favorito.

 

Quiso la casualidad que, en nuestro memorable viaje a Senegal, para amalgamar a un grupo de cerca de veinte personas que apenas se conocían entre ellos, el encantador MagoMigue llevó un juego tan sencillo como apasionante: «Los hombres lobo de Castronegro».

 

Desde entonces, los compañeros del Senegal, los amigos de La Arrancaílla, nos identificamos como Lobos y Aldeanos. Un grupo tan heterogéneo como compacto que vamos celebrando encuentros lobunos lo mismo en el singular pueblo de Agüimes que en Granada, en Galicia o, próximamente, en Marruecos.

 

Lobos y aldeanos que vamos tejiendo una red de cómplice amistad basada en los viajes, las charlas hasta el amanecer, el teatro, África, el ron, los libros, las fotos, las risas y las Arrancaíllas.

 

Por eso, cuando he abierto IDEAL y me he encontrado con este espléndido reportaje sobre los lobos en Andalucía, no he podido evitar acordarme de ese fantástico grupo de amigos, que se acaba de disgregar y a los que tanto echamos de menos.

 

Va por ustedes.

 

¡¡¡Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!

 

Jesús Lens, lobito bueno.    

AVISOS ENTRE LO IMPORTANTE Y LO INTERESANTE

El primero: aplazamos el Encuentro Africano en la Tertulia al sábado 28-F ya que dos de los viajeros no se incorporan a Granada hasta ese día.

 

El momento: las 19.30 horas.

 

El lugar: La Tertulia. C/Pintor López Mezquita de Granada.

 

Sentimos este cambio. Por favor, cambien las agendas.

 

Confirmamos que, además de las fotos, tendremos el privilegio de ver tres cortometrajes de Said Messari, con África y la inmigración como protagonistas.

 

 

Segundo aviso: El 23-F está siendo retransmitido, en tiempo real, a través de Twitter (http://twitter.com/23f)

 

¿Cómo se habría contado a través de esa herramienta? Un experimento de lo más curioso. Síganlo.

 

Lo más reciente: «20:15 También son sacados del salón de sesiones Alfonso Guerra, Santiago Carrillo, y luego el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún«

 

 

Tercer Aviso: Saben que este Blog forma parte de una comunidad: Granadablogs (http://www.granadablogs.com/) Echen un vistazo a la nómina de Bitácoras que la integran; deportivas, culturales, políticas… un lujo que IDEAL pone a disposición del ciberespacio, además, desde su web principal (http://www.ideal.es/granada/)  

 

La de Granadablogs es una página dinámica, en que las Bitácoras recién actualizadas se van poniendo en cabeza, para que los usuarios sepamos qué es lo más nuevo.

 

No dejen de seguirlas. Un lujo.

 

 

Cuarto (y último) aviso: Háganse Fans de la página de IDEAL en Facebook (http://www.facebook.com/home.php#/pages/Ideales/64258697112?ref=share) Información fresca y actualizada a golpe de click.

 

Jesús Lens, avisón.

GRANÁFRICA

A ver qué les parece la columna de hoy de IDEAL, que toma un distanciamiento con la actualidad… ¿o no?

 

En la presentación del libro «Tombuctú. El reino de los renegados andaluces», Antonio Claret se refirió a la abismal separación que suponen los catorce kilómetros del Estrecho de Gibraltar. Una insalvable brecha no sólo económica, sino también social y cultural, de forma que lo que ocurre al otro lado del Mediterráneo, a los europeos, nos interesa poco o más bien nada.

 

Pero esto no siempre fue así. Como el libro de Antonio Llaguno se encarga de demostrar, hubo un tiempo en que la relación de España con Marruecos y los reinos del sur del Sahara fue fluida y abundante. Sobre todo, por razones geográficas, los andaluces jugaron un papel determinante en tierras africanas: «A pesar de las vicisitudes por las que pasó, la estructura política-administrativa creada por los hispano-marroquíes en la curva del Níger en 1591 pervivió casi dos siglos y medio y significó, entre otras cosas, la presencia duradera de las dos riberas del Mediterráneo en ese rincón del África Negra.»

 

«Tombuctú. El reino de los renegados andaluces» cuenta la historia de un almeriense, Yuder Pachá, que protagonizó una apasionante aventura en el corazón del continente negro, conquistando todo un Imperio. Y el mismo Antonio Llaguno publicó en la editorial Almuzara otro libro con una temática parecida: «La conquista de Tombuctú». Libros hermosamente editados, con el mimo y el cariño del trabajo artesanal bien hecho.

 

No es casual que, al frente de Almuzara, se encuentre Manuel Pimentel, una de esas personalidades arrolladoras que no tienen empacho en presentar su dimisión como Ministro de Trabajo cuando no le gusta lo que ve, para lanzarse a una de las aventuras más osadas que pueda haber: convertirse en editor independiente y, en muy poco tiempo, levantar una de las editoriales más señeras, activas e interesantes de nuestro país.

 

Una editorial que publica libros de éxito, como «Entre limones» de Chris Stewart, pero que también está haciendo un ímprobo esfuerzo por recuperar la memoria histórica de la presencia andaluza en África, siempre ensombrecida por la especial vinculación de nuestro país con el continente americano. El propio Pimentel ya escribió «Los otros españoles. Los manuscritos de Tombuctú: andalusíes en el Níger», a cuatro manos, con el maliense Ismael Diadie Haidara y ahora acaba de publicar una apasionante novela, «El arquitecto de Tombuctú», en que cuenta la intensa vida de un granadino universal: el poeta, arquitecto y viajero Es Saheli.

 

Además, la editorial granadina Almed va a recopilar próximamente todo el ciclo africano del novelista Manuel Villar Raso, auténtico precursor de esta recuperación del legado andaluz en África con la lejana publicación de un libro capital: «Las Españas perdidas».  

 

A través de esta encomiable labor, escritores, investigadores y editores están contribuyendo a acortar la brecha cultural que nos separa de un África que, de forma incomprensible y paradójica, estaba mucho más cerca de nosotros cuando los viajes se hacían en camello y duraban varias semanas.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

DE DAKAR A SAINT LOUIS

Pero con parada en Granada.

 

Aviso para navegantes.

 

El próximo viernes tienen todos ustedes una cita con un trocito de África. En La Tertulia, C/ Pintor López Mezquita. Granada.

 

El viernes 27 de febrero a las 21 horas.

 

¿La conocen?

 

Allí nos veremos para inaugurar en Granada la exposición colectiva de fotografía que, sobre nuestro viaje a Senegal, ya presentamos en el Festival de Teatro Tres Continentes de Agüimes.

 

Además, nuestro querido y reverenciado amigo Antonio Lozano, gran escritor y mejor persona, nos pondrá al día de cómo van las cosas en el Caso Sankara y nos hablará de sus dos últimas novelas, una protagonizada por un iraquí y otras… bueno, él lo contará.

 

Pero, además, el artista Said Messari presentará dos de sus cortometrajes.

 

Pronto contaremos más cosas de esta cita.

 

Pero lo importante es que reserven en su agenda, libre y subrayada el rojo, la noche del viernes 27 de Febrero.

 

Nos vemos.

 

Jesús Lens… que pasará lista 😉

 

El Jueves 26, a las 20 horas, en el Salón de Grados de la Facultad de Traducción e Interpretación (C/ Buensuceso, 11 de Granada) tendremos también una buena ocasión de hablar de libros. En este caso, la presentación del libro «Viaje a la transparencia. Obra poética completa» del Nobel de Literatura Nelly Sachs, a través de los traductores e intelectuales José Luis Reina Palazón, Antonio Sánchez Trigueros y Wenceslao Carlos Lozano.  

RAMATA

Las primeras ciento cuatro páginas de la novela «Ramata», del escritor senegalés Abasse Ndione son, posiblemente, de lo mejor que he leído, en género negro y criminal, en mucho tiempo.

 

Toda la esencia del género está condensada en ese exquisito puñado de páginas que, aconteciendo en un país africano como es Senegal, lo mismo podrían haberse desarrollado en Los Ángeles, en Madrid o en Tokio. Porque la corrupción y las miserias humanas que cuentan, la cruda violencia, la traición, el engaño… son males y lacras universales que conocen no fronteras.

 

Lo que pasa es que «Ramata» tiene 346 páginas. Y, ojo, no quiero decir que las doscientas y pico restantes sean malas. Ni mucho menos. Pero no están a la altura de las primeras cien. Y, al final, eso acaba pesando en una novela que, por lo demás, es sensacional, con personajes desaforados, más grandes que la vida, encabezados por esa Ramata que da nombre a la novela.

 

¿Quién es Ramata? De ahí parte la trama de la novela. Una conversación en un bar. Charla de borrachos. ¿Seguro? Quizá. A fin de cuentas, ya sabemos que sólo los borrachos y los niños dicen las verdades del barquero. Esas verdades difíciles de admitir, duras e hirientes.

 

«Ramata» cuenta la historia de un país, Senegal, fracturado, que se desangra por culpa de unas desigualdades sociales abismales en que unos pocos, muy pocos, son apestosamente ricos mientras que una inmensa mayoría es escandalosamente pobre. Y el autor no evita criticar todos los estratos de una sociedad corrupta que permite que ello ocurra así, desde el papel de unas élites cuya responsabilidad y dejadez es manifiesta en el mantenimiento del statu quo, a los funcionarios corruptos, militares brutotes, periodistas timoratos y a una ciudadanía dejada y abandonada a la molicie, el sexo fácil y el alcoholismo.

 

Vamos que Ndione no deja títere con cabeza en una novela que sirve para conocer los entresijos del Senegal mejor y con mayor profundidad que si lees cualquier tratado de historia o texto sociológico al uso. Y ello utilizando las herramientas propias del género más negro y criminal, por supuesto.

 

Enhorabuena a Ndione por su valentía al escribir este texto incendiario y a Roca Editorial por ponerlo al alcance de los lectores en español.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.