LA PASTA CULTURAL

La columna de hoy de IDEAL, en clave económico-cultural. A ver qué les parece y si les sugiera algún comentario o reflexión.

 

«Si hay algo bueno en épocas de crisis es la cultura», decía Enrique Gámez al hacer balance de la edición de este año del Festival de Música y Danza de Granada, para el que se vendió un 99,5% de las entradas. Curiosamente, Paco Ignacio Taibo II, al clausurar la vigésimo segunda edición de la Semana Negra de Gijón insistió precisamente en que, contra la crisis, es necesario potenciar y alimentar la cultura, elemento de choque no sólo recreativo e intelectual, sino también industrial y económico.

 

La cultura cada vez mueve más dinero y, como no nos cansaremos de repetir, Granada debe apoyarse en ella como el verdadero motor de desarrollo que nos proyecte hacia el futuro. Con la Universidad y la Alhambra como estandartes, creando sinergias con el resto de la sociedad, la cultura debe ser el santo y seña de la Granada del siglo XXI.

 

La cultura en sus más variadas disciplinas y acepciones. De la más seria y sesuda a, sobre todo, la más popular, alegre y festiva. Como el jazz en El Majuelo, por ejemplo. A alguna gente le extraña que Pepe y yo bajáramos el martes a Almuñécar, para el concierto de Esperanza Spalding y, una vez terminado el mismo, subiéramos a Granada.

 

Pero es que, más allá del placer que supone ver a la cantante afroamericana completamente entregada a su contrabajo, abrazándolo como si la vida le fuera en ello, desgranando las notas más cálidas y sentidas e incendiando la noche con su voz de terciopelo; el Festival de Jazz en la Costa tiene una magia muy especial. Bajo el castillo iluminado y con las palmeras al fondo, el escenario del Parque del Majuelo te transporta a las noches sin fin de las ciudades más calientes del Caribe.

 

Impresionante, Spalding
Impresionante, Spalding

Así, no es de extrañar que cada vez haya más gente que se guarde unos días de vacaciones para disfrutar del mar, el pescado a la brasa, el vino blanco bien frío y, por la noche, el jazz más íntimo y sensual, siempre bien regado con las Alhambras Especiales o las ya famosas Milno en botella verde.

 

Este año, además, el placer de la música se va a prolongar a lo largo del habitualmente mustio mes de agosto. La singular y maravillosa Angelique Kidjo viene a Salobreña, al Tendencias, y parece que, en el corazón de las Alpujarras, en Busquístar, se celebrará un pequeño Festival de Jazz con visos de continuidad en el futuro.

 Viva el jazz

Música, arte y cultura deslocalizadas, populares y accesibles para todos que hacen más atractivos los destinos vacacionales y que, por tanto, sirven para generar ingresos y producir riqueza. La Junta de Andalucía va a poner en marcha un laboratorio de inteligencia turística para proyectar a nuestra comunidad hacia la vanguardia de la innovación en este sector capital de nuestra economía. Esperemos que bajen por el Majuelo y tomen buena nota de lo mucho y bueno que allí ocurre cada mes de julio desde un ya lejano 1988.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

SEMANA EN NEGRO

La columna de hoy de IDEAL, negra, criminal y en clave casi asturiana.

 

Cuando llega julio, el ambiente empieza a oler a pólvora, whiskey de malta y tabaco negro. Porque en julio, desde hace ya veintidós largos años, se celebra la Semana Negra, una cita esencial en el calendario festivo-cultural de cientos de miles de visitantes que convierten dicho evento en uno de los más seguidos, envidiados y tratados de imitar en todo el mundo.

 

Semana Negra es especial. Lo hemos dicho muchas veces: su combinación de fiesta, cultura, libros, tebeos, conciertos, exposiciones, fotografía, pulpo, cerveza y sidra consigue que cada minuto disfrutado en la ciudad de Gijón multiplique sus efectos balsámico-creativos por diez. Lugar de encuentro internacional y multicultural, la única Semana que dura diez días es una cita obligatoria e inaplazable en mis vacaciones desde hace muchos años.

 

Si hay una cosa difícil de conseguir en esta vida es, manteniéndose fiel a unos principios, reinventarse año a año. Y Semana Negra lo viene haciendo desde su primera edición. Cambios de escenario y ubicación, creación de distintos premios literarios, ampliación de actividades y apertura de horizontes temáticos y estilísticos han conseguido que la primigenia cita de escritores de novela negra y policíaca concite el interés de los amantes de la novela histórica, ciencia ficción, cómic, aventura, fotoperiodismo y poesía.

 

PIT II, el Jefe. En una palabra.
PIT II, el Jefe. En una palabra.

Valentía y compromiso. Paco Ignacio Taibo II, el director de Semana Negra, uno de esos tipos que consiguen que siempre pasen cosas interesantes a su lado, definía así el origen de las ya famosas veladas de poesía: ¿cuál era el día más flojo y complicado de Semana Negra? El jueves. ¿Y la hora más inapropiada para organizar una velada poética? La una de la mañana. Créanme. Es una sensación inenarrable la de encontrarse, al filo de la media noche, la Carpa del Encuentro llena hasta la bandera, cientos de personas congregadas, expectantes, ansiosas porque llegue la hora de la poesía. Y, sinceramente, que nuestro Luis García Montero sea uno de los fijos e imprescindibles en dicho evento, querido y venerado por todos los semaneros, siempre me ha llenado de una íntima y profunda satisfacción.

 

Taibo II sabe bien de quién rodearse... ¡Viva Villa!
Taibo II sabe bien de quién rodearse... ¡Viva Villa!

La lista de escritores que este año participan en Semana Negra te deja sin aliento. Intentar llegar a todas las presentaciones interesantes es misión imposible. Transportar de vuelta las decenas de libros dedicados por sus autores, una prueba de esfuerzo semejante a un deporte olímpico. Y, una vez en casa, recuperar las excitantes horas de sueño felizmente perdido, un empeño tan necesario como imposible. Porque, al volver de Semana Negra, tienes pulsión por leer y escribir, invadido por una imperiosa fiebre que exige dar rienda suelta a las ansias creativas que todos llevamos dentro.

El vídeo que Yampi, inspirándose en el cartel de este año,
ha realizado para su canción: «Semana Negra 2009 ¡eh!».
Mírenlo con atención 😉 

Aprender, crear, disfrutar. Esa es mi particular divisa, mi resumen de Semana Negra. Una filosofía vital que procuro aplicar a todos los ámbitos de mi vida. Una fiesta que, desde el 10 al 19 de julio, pueden disfrutar todos ustedes en Gijón. No se arrepentirán.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

SEMANA NEGRA 2009: PRIMEROS AUTORES CONFIRMADOS

Leer es un peligro. ESTE VÍDEO así lo acredita. Por tanto, encuentros como Semana Negra deberían ser declarados como sediciosos y este puñado de autores, que confirman que estarán en la cita, son claramente sospechosos y habría que cuestionarse si considerarlos como Enemigos del Bien General. 

 

Yo siempre he querido estar y compartir un festival en que se hablara del legendario Belarmino Tomás y de la conquista del Amazonas, de Darwin y de Modigliani, de las cruzadas y de la brigada de españoles que liberó París durante la segunda guerra mundial,  de Cervantes en Lepanto y de los narcos mexicanos, del revolucionario asturiano Manolo Grossi, de la Semana trágica de Barcelona y de los orcos, de las máquinas de vapor y del 11 M, de Waterloo y del crimen contemporáneo en Lima, de la moderna Babilonia y de la antigua Roma. En el cual el poder mágico de la palabra escrita y dibujada nos permitiera tocar durante instantes tantos mundos. Creo que este año lo podré hacer.

 

Y esto será posible en un bellísimo y como siempre sorprendente territorio, al lado del mar, en la Playa  del Arbeyal, en la boca de los barrios populares gijoneses.

 

Los premios han caído sobre nuestros invitados de este año. Nos tiene de muy buen humor la futura presencia en Gijón del poeta, ensayista y narrador colombiano William Ospina, que acaba de ganar el Rómulo Gallegos y compite por el premio Espartaco con El país de la canela. Luis G. Jambrina se ha llevado el premio de novela histórica de Zaragoza con El manuscrito de piedra; Carlos Salem ganó el Novelpol con Matar y guardar la ropa, Julián Ibáñez se llevó el premio L. H. Confidencial con El baile ha terminado, Luis Sepúlveda el Primavera, López del Oso el Minotauro, incluso uno de nuestros invitados ganó el premio de los lectores del reciente Salón del libro de París.

 

Podemos anunciar que nuestra lista de este año se enriquece con la presencia del narrador pakistaní Tariq Ali, una de las voces más interesantes en la revisión de la historia antigua y reciente de oriente, tanto en sus excelentes novelas como en sus ensayos, que presentará su obra en Gijón de la mano de Pedro de Silva. Estará también una de las figuras más importantes del polar francés, Fred Vargas, a la que llevábamos años intentando traer.

 

La presencia de Luis García Montero, habitual ya de nuestros recitales de poesía, se enriquece con la presentación de su libro Mañana no será lo que dios quiera. Con él estarán el poeta mexicano Marco Antonio Campos y por primera vez, una figura mayor de las letras españolas, el poeta y Premio Nacional de las letras Félix Grande.

Tendremos un lugar muy especial para el cómic con la exposición y regalo del catálogo del libro sobre el 11M de Toni Guiral, Pepe Gálvez y Joan Mundet. A esto se sumará la presencia del norteamericano Gene Ha, uno de los creadores de Top Ten, la presentación del nuevo libro de Luis García y la presencia de Edmond Baudoin.

 

El libro de regalo Semana Negra/Pepsi será una revisión de la Biblia en la que colaboran 30 autores. Y un gran lanzamiento, el libro de Jorge B. Fernández Tomás sobre su abuelo Belarmino, realizado expresamente para ser regalado en esta edición.

Podremos darle un golpe de timón a la manera como hemos contado la historia. La presencia de Alessandro Barbero, reconocidísimo medievalista italiano, autor de obras como La batalla, o Carlomagno, nos permitirá observar las diferencias entre el historiador y los narradores. A su lado repetirán en Gijón escritores como Gisbert Haefs, Javier Negrete, León Arsenal o Ricard Ibáñez y estarán nuevas caras como las de Magdalena Lasala y el francés David Camus.

 

Se estrenarán en Gijón Barcelona trágica de Andreu Martín y se relanzará Las caras del Tigre de Alfonso Mateo-Sagasta.

Habrá una nutrida presencia latinoamericana encabezada por la muy reconocida narradora colombiana Laura Restrepo, el novelista peruano Alonso Cueto, los mexicanos Hernán Lara Zavala e Ignacio Padilla, los argentinos Guillermo Saccomanno, Guillermo Martínez (Los crímenes de Oxford) y Raúl Argemí. Su presencia nos permitirá tener tertulias sobre la novela negra y la política y tocar temas como Buenos Aires de cerca y de lejos, y la mexicanísima guerra contra el narco.

Nuevamente se celebrará dentro del festival la Asturcón, convención cienciaficcionera en la que se presentarán la nueva novela de Juan Miguel Aguilera, la obligada El mapa del tiempo de Félix J. Palma y el gran lanzamiento de José Antonio Cotrina. Habrá una tertulia sobre zombis y tendremos en Gijón en esos días a Kyril Yeskov, el hombre que le ha dado la vuelta al canon de J.R.R Tolkien.

 

Una lista más detallada del largo centenar de autores confirmados puede encontrarse en nuestra página web, www.semananegra.org

Este año hemos cuidado particularmente nuestra feria del libro. Evitando las casetas que repiten la letanía de bestsellers, libros de moda y temporada, hemos buscado la gran  variedad y las ofertas, la aparición de grandes espacios dedicados al negro, la fantasía, la historia, los libros aparentemente inencontrables, las obras publicadas en otros espacios del español.

 

Añadimos a los talleres de literatura uno nuevo, organizado por Laboral Centro de Arte, que dará elementos para poder realizar un minicorto con el móvil.

 

Y todo ello narrado en el diario A Quemarropa y envuelto en decorados que han sido emblemáticos en pasadas semanas negras, fiesta y bullicio, aparatos de feria, mercadillos de artesanías multiétnicos, chiringuitos y variadas ofertas gastronómicas en las que al lado de las costillas, los kebabs, las gufras y los pulpos, aparecerá por primera vez un restaurante japonés y una sidrería posmoderna.

Persistiremos en mezclar la cultura de la fiesta con la gran fiesta de la cultura.

 

Y esto es tan sólo el principio; a lo largo de los días, nuevas noticias sobre el festival irán apareciendo, incluyendo la presencia de varias figuras literarias, nuestro proyecto de detección de jóvenes autores y, desde luego, el programa de nuestro festival hermano de fotoperiodismo.

 

El feliz (y un poco envejecido) director
Paco Ignacio Taibo II

EL BAILE HA TERMINADO

No sé cómo definir a Julián Ibáñez, uno de los clásicos del género negro y criminal españoles por antonomasia. ¿Periférico? ¿Outsider? Quizá. Pero, sobre todo, independiente. Porque más allá de modas, costumbres o escuelas, la literatura más reciente de Ibáñez es esencial y radicalmente independiente.

 

Primero, porque escapa de los escenarios negros y criminales al uso. Sus personajes no suelen transitar las grandes ciudades, no son cosmopolitas ni, desde luego, visten de diseño ni saben de gastronomías más o menos pijas o vanguardistas. Así, las putas, los chulos y los matones de medio pelo que pueblan las páginas de las novelas de Ibáñez beben whisky Dyck, fuman negro y suelen tienen halitosis.

 

Como escribe Paco Ignacio Taibo II «Julián Ibáñez está en la primera fila de la novela negra española porque aporta al género un realismo sombrío, un paisaje urbano denso y una tristeza metafísica ambiental que rezuma cada página.»

 

En «El baile ha terminado», además, los protagonistas son obsesivos, hasta un punto rayano en lo demencial, casi en la línea de aquel hipnótico y fascinante El Ojo que inventara Marc Behm en su inolvidable «La mirada del observador».

 

Y es que la profesión de policía, de perseguidor, no es fácil. Aunque, acostumbrados al frenético ritmo de las películas, podamos creer que seguir a alguien es algo entre lo sencillo y rutinario y lo emocionante (velocidad, tiros, choques, etc.), series como «The wire» muestran que no. Que seguir a alguien es esencialmente aburrido, tedioso y hasta cierto punto esforzado.

 

Y ése es el punto de partida de «El baile ha terminado», la última novela de Julián Ibáñez, galardonada con el Premio L’H Confidencial y publicada por Roca editorial. Un policía de Grupo de Localización de Fugitivos toma un tren de Alicante a Bilbao, siguiendo a una chica joven. En la ciudad vasca, el protagonista tendrá que lidiar con la Ertzaintza por una parte y con la Guardia Civil por otra, en un caso que se encuentra entre lo incomprensible y lo absurdo. Hasta que ETA entre en escena…

 

Una novela, «El baile ha terminado», que es el mejor exponente de eso que tantas veces hemos sostenido: que el género negro es el género realista por excelencia, el mejor y más apropiado para contar cómo son las cosas de verdad, por debajo de la mera apariencia, trascendiendo la superficie más lineal. El género negro, con maestros como Julián Ibáñez al teclado, es el que más profundamente hurga en la esencia de las historias más turbias de nuestra actualidad, poniendo de manifiesto sus complejidades y contradicciones.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.