Un Juan Vida a libre disposición

Ayer a mediodía se percibió una gran perturbación en la Fuerza. Pasaba media hora de las doce cuando el artista Juan Vida alertaba desde su página de Facebook —altamente recomendable, por cierto— de la desaparición de una de sus obras: sus pinturas del techo del antiguo cine Aliatar habían volado, literalmente hablando.

Foto de Ramón L. Pérez

Sobre la marcha, un alud de comentarios criticando semejante barbaridad. ¡No será posible que las hayan destruido! Afortunadamente, no. En menos de cuatro horas, el periodista Javier Morales removió cielo y tierra para aclarar lo sucedido: tras varios años cerradas, las galerías comerciales del edificio Aliatar se van a convertir en una perfumería y sus dueños decidieron retirar las pinturas de Juan Vida “ante el progresivo deterioro de la obra, trazada sobre lienzos en el año 94”, sustituyéndolas por una plancha de escayola ondulada.

No sé cómo quedará la decoración de la perfumería, pero hay que ser muy osado para renunciar a tener un original de Juan Vida en su techo. De encontrarse en un mal estado alarmante, podrían haber tanteado la opción de una restauración. O lo mismo les rompía radicalmente la estética y prefirieron partir de cero…

Foto reciente de los lienzos, subidos por el propio Juan Vida a su pagina de Facebook

Lo que resulta inadmisible, en cualquier caso, es que nadie le dijera al artista que se iba a quitar sus pinturas de allí. Ni los dueños del local ni los funcionarios del servicio de bienes de la Junta de Andalucía que dieron el OK a la operación.

Porque los lienzos, tal y como relata Morales, se encuentran sanos y salvos, retirados por una restauradora y almacenados “con el objetivo de cederlas gratuitamente a cualquier institución se interese y quiera hacerse cargo de su instalación, conservación y exposición”.

Académico de Bellas Artes de Granada, Juan Vida es uno de los mejores artistas de nuestra tierra. Su pintura, a caballo entre lo figurativo y lo narrativo, en muchas ocasiones cargada de una importante carga de denuncia social, es imprescindible.

Foto de Juan Ortiz

Esperemos que, efectivamente, alguna institución granadina se haga cargo de esos lienzos, los restaure y los exhiba en las mejores condiciones. Dejarlos enterrados en un oscuro almacén, por bien conservados que estén, no sería sino una muestra más de la indolencia cultural de una ciudad incapaz de consolidar proyectos a medio y largo plazo, como bien denunciaba Mariano Sánchez Pantoja hace unos días.

Pendientes de la cultura-espectáculo y de los (supuestos) eventos y acontecimientos más o menos mediáticos, nos olvidamos de ese patrimonio artístico que tanto nos enriquece.

Jesús Lens

Un buen periodista

En Granada es más fácil mover autobuses que mover papeles. Al menos, eso se trasluce de la información recabada por Javier Morales sobre la (des)conexión ferroviaria entre Sevilla y Granada. Les resumo: en marzo terminaron las obras necesarias para restablecer el servicio entre ambas ciudades. ¡En marzo! Pero no fue hasta el martes pasado, 9 de julio, que la Junta mandó al ministerio de Fomento los papeles correspondientes. Y ahora toca esperar a que los técnicos los estudien antes de que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria empiece las pruebas para homologar el nuevo trazado. ¡Toma del frasco!

Foto: Alfredo Aguilar

¿Qué tienen que decir a esto nuestros representantes institucionales? Los de casa, por mucho que estén tan entretenidos con el Juego de las Sillas y las tenencias de alcaldía, y los de fuera. Los que asientan sus posaderas en Sevilla y en Madrid.

Lo escribía hace un par de días y lo reitero hoy: nuestros políticos están en rebeldía, haciendo dejación de sus funciones. Las cotas de idiocia e imbecilidad a las que muchos de ellos están llegando en estos meses, entregados a un indignante y continuo postureo, ya cansa.

También es culpa nuestra, ojo. Lo hemos comprobado esta semana, otra vez, a cuenta del bulo de ‘Los girasoles ciegos’. ¡Tanta pasión para nada! Cada día, un nuevo escándalo sobre el que sentimos la obligación de posicionarnos. Una nueva polémica que hace arder las redes… gracias a la gasolina con que las alimentamos. Polémicas estériles, la mayoría de ellas. Tormentas en vasos de agua que acaban siendo viajes a ninguna parte.

Mientras no le quitamos ojo a lo de Arrimadas en el Orgullo y nos pasamos días y días analizando hasta el mínimo detalle de aquella boutade, los papeles para que vuelvan a funcionar los trenes entre Granada y Sevilla duermen el sueño de los justos, esperando a que alguien se acuerde de ellos. Hasta que llega un periodista, un buen periodista, y hace lo que tiene que hacer: desvelar y contar lo que de verdad nos afecta a los ciudadanos.

Jesús Lens