VIAJES ESTÁTICOS CON CHEMA MADOZ

Cuaversos visuales dedicados

a las personas que viajan

leyendo, soñando, imaginando…

 

Sostenía el escritor español Noel Clarasó que «Viajar sólo sirve para amar más nuestro rincón natal.»

 

No estoy de acuerdo. Yo lo replantearía diciendo que viajar también sirve para amar más nuestro rincón natal.

 

Además, viajar es un estado de ánimo, siendo posible recorrer el mundo desde la comodidad y la confortabilidad del hogar. Parafraseando al estadista inglés Benjamín Disraeli, «Como todos los grandes viajeros, yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto.»

 

En estas semanas de casa, recogimiento y tranquila serenidad, releo a Cees Nooteboom: «Hace mucho tiempo, cuando aún no podía saber lo que sé ahora, opté por el movimiento, y más adelante, cuando ya sabía mucho más, comprendí que este movimiento me permitía encontrar la calma indispensable para escribir, que el movimiento y la calma, en cuanto unión de contrarios, se equilibran mutuamente.»

 

Completamos estas líneas con la poesía visual de Chema Madoz, un fotógrafo cuya imaginación no tiene límites.

 

Jesús Lens.

EL CORAZÓN DE ÁFRICA

Dejamos estas notas que publicamos el pasado viernes en IDEAL, con una apostilla final de carácter más personal… bueno, cuando lo lean lo entenderán.

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El catálogo de la recién inaugurada exposición «El corazón de África», de la fotógrafa granadina Alicia Núñez, se abre con una cita del maestro de periodistas Ryszard Kapuscinski, que reza así: «Este continente (África) es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria».

 

Efectivamente. Tras recorrer el Centro Cultural Puerta Real de CajaGRANADA, que acogerá la exposición hasta el próximo día 15 de marzo, y ver las más de setenta fotografías de gran formato que la componen, el espectador se llevará una completa y rica imagen de un África distinta a la habitual y a la que tan acostumbrados estamos.

 

Las fotografías de Alicia Núñez huyen de dos de las imágenes tópicas de África. Por un lado, no muestran el paisajismo propio de un continente dotado de una naturaleza prodigiosa. No hay puestas de sol, imágenes de la sabana o animales salvajes. Por otra parte, sus imágenes tampoco se ceban en el África miserable y depauperada del SIDA, la violencia o las hambrunas.

 

La mirada de Alicia Núñez es limpia y transparente. La de una viajera que, con su cámara, deja testimonio de lo que ve. Y lo que ve son personas. Rostros. Miradas. A través de sus fotografías, la autora plantea un juego de espejos en que el espectador mira a la persona retratada y ésta parece cobrar vida, con el fin de narrarle su historia.

 

En palabras de la artista: «Los retratos muestran la dignidad de unas personas que tienen una vida dura y complicada, muy alejada de los estándares vitales de los países occidentales, pero que, sin embargo, se muestran orgullosas, fuertes, con un punto de altivez. Muestran sus armas, sus sonrisas y esos cuerpos tatuados, escarificados o hermosamente decorados.»

 

La exposición está organizada en base a las distintas etnias retratadas, de los Masai, la tribu más conocida de África gracias al cine y los documentales televisivos, a los Pigmeos, que pasan por ser los habitantes más antiguos del continente africano y que actualmente están abocados a la desaparición. Resulta muy ilustrativa la historia de los Ik, precursores del respeto al medio ambiente y de la defensa de una vida integrada con la naturaleza y, desde luego, impactan y sobrecogen las fotografías de los Mursi, con los famosos platos que las mujeres lucen en sus labios sajados.

 

«No estamos ante una exposición etnográfica -sostiene Alicia Núñez. Aunque los individuos que he retratado forman parte de determinadas etnias, lo que me interesaba no era tanto la pertenencia al grupo cuanto captar la personalidad de los individuos retratados.»

 

La exposición se completa con la edición de un lujoso catálogo en que cada fotografía va acompañada de una frase escrita por cincuenta y dos autores españoles muy diversos, desde granadinos como Manuel Villar, Jerónimo Páez, Andrés Sopeña, César Girón o Jesús Conde a otros como José Luis Muñoz, Vicente Verdú, Vicente Molina Foix o Fernando Marías, entre otros. En el catálogo se incorporan textos que sirven para conceptualizar y contextualizar las fotos, que explican algunas de las características de los individuos retratados.

 

Y, en ello, diré sin falsa modestia y con un deje de lógico orgullo, que he participado yo. Además de poner una frase a unas de las fotografías, que les invito a rastrear y descubrir, he escrito algunos de los textos impresos en el catálogo, sobre los Hamer, los Mursi o los Masai, dado que yo también hice aquellos viajes a Etiopía y Tanzania.

 

Como pueden ver, y como ya escribíamos el pasado jueves, se trata de una exposición muy, muy especial, que les recomiendo visitar fervorosamente, además de invitarles a comprar el catálogo de la misma que, créanme, vale mucho más de lo que cuesta y se va a vender, también en librerías especializadas en viajes y naturaleza.

 

Ya lo saben: «El corazón de África». Hasta el 15 de marzo en el Centro Cultural de CajaGRANADA en Puerta Real.

 

Jesús Lens

 

PD.- En este enlace de IDEAL tienen una interesantísima galería de imágenes sobre la exposición.

PERFILES

Si ustedes son habituales al universo de las Redes Sociales, saben que hay que tener un Perfil. Unos lo completan más y otros menos.

 

Unos le ponen foto y otros no.

 

En Facebook, hasta hoy, yo era éste.

 

Desde hoy soy este otro.

 

Hay varias razones, además de que, así, estoy muy mono. ¿Se les ocurre alguna?

 

Lo hablamos.

 

Jesús Lens, mirando a febrero.

DUELO EN OK CORRAL

Me gusta esta foto. Pero no es del Líbano, que conste. Es de la Casa de Colón, en esas Canarias del alma que tanto nos gustan. No me acuerdo de qué hablábamos. Creo que era sobre series de televisión, un tema del que podéis opinar en la nueva miniencuesta, a la derecha de vuestra pantalla amiga.  El caso es que el animalico terminó convenciéndome, que no veáis el pico de oro que gastaba. Y eso que el de la camiseta le hizo una oferta que no podía rechazar… 😉 

Jesús Lens