Diástole

– ¿Y por qué dices que estás durmiendo tan mal estos días?

– Será por el calor…

Pero no. No era el calor. O sí. Pero no eran los más de cuarenta grados que marcaba el termómetro durante el pasado y letal mes de junio los que inquietaban mi sueño, sino el calor que desprendían las páginas de un libro, “Diástole”, de Emilio Bueso, publicado por la modélica editorial Salto de Página, cuyo catálogo permite que no sea necesario leer las solapas de sus libros para saber que cualquiera de sus títulos será bueno, atractivo, interesante y diferente.

Como “Diástole”, uno de esos libros cuya extrema frialdad hace que se te congelen las manos, mientras intentas sostener el libro. ¡Hasta las pestañas se escarchan, cuando lees algunos de los pasajes de una novela terrorífica, subyugante, enigmática, gótica y contemporánea, muy contemporánea!

Y sí. Hablamos de la misma novela en los dos párrafos anteriores. Porque la buena literatura, como “Diástole” pone de manifiesto, puede provocar un incendio a la vez que conllevar una glaciación. Y todo ello, en el espacio de un puñado de páginas.

Protagonizada por Jérôme, un pintor bohemio en las últimas, drogadicto y enganchado hasta las trancas, la novela se desarrolla en el lapso de cuatro días, lo que no es óbice para que abarque décadas y décadas en la vida del otro personaje; un extraño sujeto que le encarga al artista un cuadro, un retrato, para ser pintado en cuatro noches durante las cuáles le irá contando su historia.

Una historia que empieza en Rusia. En San Petersburgo. Que se convertirá en Leningrado. Y desembocará en Ucrania. En una ciudad muy concreta, cuya mera enunciación nos hace estremecer: Chenobil.

¿Quién es Iván? ¿Por qué necesita que su retrato esté listo en cuatro jornadas? ¿Por qué vive en esa casa, alejada de cualquier sitio? ¿Quién es ese asistente tan extraño que le acompaña?

Y, sobre todo, ¿por qué el preludio de la novela reza así?: “Al fin y al cabo siempre he sido un cero a la izquierda y un ignorante. Con el tiempo, me iré dando cuenta de ello. Y eso que estaré muerto para cuando termine mi historia.”

Una historia que comienza, efectivamente, cuando unos tipos de la Federación Rusa empiezan a espiar a alguien tan improbable como el pintor por encargo. ¿Y eso?

Emilio Bueso, con el Rufo y el diploma de Ganador del Celsius

Intriga, tensión, historia, personajes potentes, miedo, fatum, amor fou… de todo ello hay en las 230 páginas de una novela ardiente como el hielo, gélida como los fuegos del infierno; adictiva, fantástica y terrorífica, recientemente galardonada con el Premio Celsius de Semana Negra a la mejor novela de terror y ciencia ficción publicada en español a lo largo del pasado año 2011.

Jesús Lens

Ilusionaria

Literatura de largo alcance. Si mi Primi está por medio, es que merece la pena. ¡Y mucho!

La madrugada del 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la Central Nuclear de Chernóbil hizo explosión cerca de la frontera con Bielorrusia. Se intentó acabar con el fuego utilizando agua, creando así una gran nube radiactiva que el aire distribuyó por diversos países europeos.

Podría ser el comienzo de un cuento con apenas perspectiva de final feliz, pero no lo es y, de serlo, habría esperanza.

Han pasado 25 años y el aire les sigue haciendo daño.

Tan triste y sencillo como que el material contaminante de la atmósfera libera elementos radiactivos que el organismo reconoce como sales minerales, así que los deja formar parte del metabolismo, provocando en el ser humano diversos daños. Los mayores afectados son los niños, por su condición de seres en crecimiento. Por si no fuera suficiente, a la poca esperanza sanitaria del entorno, se le suma la económica.

Por todo esto, y porque no debemos olvidar, nace ILUSIONARIA. Se trata de un proyecto benéfico en el que colaboran 20 autores y 20 ilustradores de nuestro país, bajo la batuta de Juan de Dios Garduño Cuenca (escritor y asesor editorial).

Los nombres de los participantes, así como sus biografías, pueden consultarse en http://ilusionariaantologabenfica.blogspot.com/, blog creado para la difusión de los avances al respecto, información de las presentaciones previstas y posibilidad de realizar un pre-pedido de la antología.

Dentro de ILUSIONARIA encontrará veinte cuentos infantiles y sus respectivas y maravillosas ilustraciones, con este ilusionante proyecto se pretende recaudar fondos que serán entregados, en su totalidad, a la Asociación “Matrioska-Fons Mellaria”. Con ellos, se cubrirán gastos de desplazamiento y gestiones de visados de los niños de 7 a 17 años que componen el programa de acogida.

¿Por qué traer a estos niños a nuestro país? Dos razones importantes:

1.- Que los niveles de material radioactivo disminuya en el organismo de los niños acogidos (está probado que se consigue con estancias de 45 a 60 días fuera de “onda”).

2.- Que puedan ser, al menos durante verano y navidad, lo que son: niños.

Escribamos, entre todos, este cuento.

Jesús ilusionado Lens

En años anteriores, escribimos esto: 2008, 2009 y 2010