Si no la habéis visto, si no la habéis leído; seguro que sí habéis oído hablar de ella estos días, gracias a sus encendidas, escarnecedoras y lacerantes intervenciones en televisión.
Su nombre: Fallarás. Cristina Fallarás.
Su pelo, de frondoso rojo fuego, es la perfecta encarnación de una personalidad arrolladora y abrasadora, acostumbrada a hablar con verdades en la boca, algo que no se estila y que, por tanto, causa sensación. Y conmoción. Porque sus verdades son como puños. Puños cerrados, directos al mentón. Demoledores.
Cristina, además de haber ganado el Hammett de la pasada edición de Semana Negra con su imprescindible novela “Las niñas perdidas”, es periodista. En paro. Porque la de periodista es la profesión más castigada por la crisis, fuera del sector de la construcción.
Pero Cristina también es editora. Y, con Raúl Argemí, uno de los mejores escritores argenpañoles, ha montado “Sigue Leyendo”, para editar a través de la red.
Cuando compras (de ese verbo comprar, que, dice la RAE, significa “Obtener algo con dinero”) alguno de sus libros o relatos en catálogo, al comienzo del texto que hayas comprado (del verbo comprar: “Adquirir, hacerse dueño de algo por dinero”) encuentras la siguiente advertencia:
“Nuestros libros no están protegidos. Son fruto del trabajo de un escritor, un editor, una correctora, un técnico digital, una diseñadora web, un webmaster y un productor. Si nos piratea, ya sabe a quien roba”.
Está claro, ¿no?
Así son Cristina y Raúl; Raúl y Cristina. Y ASÍ es su editorial. Pincha, pincha, que además de un catálogo extraordinario de libros y autores a precios de edición electrónica, (es decir, baratos de verdad) “Sigue Leyendo” es una publicación literaria electrónica en sí misma, repleta de información, noticias, entrevistas, sugerencias… ¡y hasta una novela gratuita, por entregas, de Rosa Ribas!
En cuanto acabe con una obligación lectora y jurada, voy a hincarle el diente a lo más nuevo Andreu Martín, “El asesino de las vírgenes negras” (Compra AQUÍ, por 3,99 euros y de forma bien sencilla. Y segura.)
Seguramente, si has leído o escuchado a Cristina, te has sentido impresionado y concernido por todo lo que dice. Y por cómo lo dice.
Pero, como ves, Cristina estará en paro, pero no está parada. Ni quieta. Cristina y Raúl son hijos de su tiempo. Un par de currantes de la literatura, de la palabra. Un par de empresarios que, con su trabajo y con su iniciativa, hacen bueno ese mantra de que hay que tener iniciativa, buscarse la vida, adaptarse, orientarse, cambiar el paso y el rumbo, aprovechar las nuevas tecnologías y mirar hacia delante.

De nosotros, de los lectores, depende el buen fin de esta travesía.
¿Quién se apunta a remar?
Jesús Lens, uno que, desde luego… ¡Sigue Leyendo!
Comentarios
4 respuestas a «¡Sigue leyendo!»
Cristina, desde Zaragoza te deseo lo mejor.
Sigue pedaleando…y si tienes que atropellar a algún indeseable, no lo dudes.
Aquí otro que les desea lo mejor a Cristina y Raúl, con los que he tenido la suerte -con él más veces, pero tanto da- de compartir mesa (y lo que es mejor, conversación) en alguna ocasión.
Eso sí, don Lens: a las profesiones más castigadas, junto al periodismo y la construcción, añada la de profesores y maestros. Se lo digo de buena tinta, como imaginará.
Un abrazote.
Los tendremos en cuenta, por supuesto.
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