Por vía aérea

Ayer entré en Portugal por vía aérea… y no fue utilizando el avión, precisamente. Porque, dejándome llevar por el típico «¡Venga hombre, si esto no es ná!, que ya verás que después te alegras!» me precipité los 720 metros que separan Sanlúcar del Guadiana de la villa lusitana de Alcoutim utilizando un medio tan improbable como… la tirolina.

El célebre escritor Bruce Chatwin pasó a la historia, también, por titular uno de sus libros más conocidos con el célebre aforismo viajero: ¿Qué hago yo aquí?

 

Justo eso me pregunta yo, a eso de las dos de la tarde, mientras me ajustaba el arnés, sobre una plataforma de madera sobre la que había un cable de acero. Nada menos. Pero nada más.

 

¡Con la buena mañana que había pasado, recorriendo unos diez kilómetros, caminando, por el fértil entorno del Guadiana!

 

A mí, que ya saben ustedes que me me gusta trotar, lo que realmente me apasiona es caminar a través de la naturaleza. Y entornos fluviales como el del Guadiana, si bien no tienen vistas espectaculares que cortan el aliento, sí resultan enormemente vivificadores.

Alcoutim , 23/10/2014 – Travessia de barco Alcoutim-Sanlúcar de Guadiana e descida no slide de 720 metros que une as duas localidades.
(Gonçalo Villaverde / Global Imagens)

Al haber salido temprano, antes de que el sol y el calor lo aplastaran todo, el camino estuvo jalonado por esa banda sonora, única y especial, que interpreta la naturaleza viva y palpitante.

 

Abejarucos, cucos, verdecillos, abubillas, pitos reales, verderones y, por supuesto, el rey: ese ruiseñor, chiquito y marrón, pero que canta como el mismísimo Joselito; nos acompañaron durante todo el recorrido.

 

Y está el bosque mediterráneo, con los árboles de hoja perenne que, este año, aprovechando que ha sido muy húmedo, han aprovechado para renovar la hoja, conviviendo en el mismo árbol la blanquecina con seis o siete años de edad y la nueva, verde, tierna y jugosa.

 

Regalos que hace la naturaleza al viajero que decide pasar estos días entre agua, árboles y plantas, respirando el aire puro de naturaleza… y poniéndose púo de gurumelos, coquinas, ventresca de atún y vinos blancos del Condado.

Pero esa es otra historia. Que estábamos estirando los brazos mientras nos aferramos a la polea, encogiendo las piernas para saltar al vacío sin tropezar y esmorrarnos antes siquiera de salir. ¿Y saben que les digo? Que han sido unos de los 700 metros más espectaculares de mi vida, sobrevolando el río Guadiana y disfrutando de la irresistible atracción del abismo…

 

Jesús Lens

Facebook dependencia

Reconozco que fui un auténtico mala follá, pero hace una semana que oculté en Facebook que ayer era mi cumpleaños. ¿El resultado? Que recibí contadísimas felicitaciones. Tan pocas que, obviando las de un grupo de WhatsApp en que se filtró la información, podría contarlas con los dedos de las dos manos. Y de los pies. Que no quiero exagerar.

Facebookistán Lens

Pero lo importante del tema, la enseñanza que he extraído de este doméstico experimento, es que, con el paso del tiempo, cada vez le vamos dando más información relevante a las Redes Sociales y a la tecnología, confiando en ellas para que nos avisen, nos alerten y nos tengan al tanto de aspectos más o menos relevantes de la gente que nos rodea y a la que supuestamente apreciamos. Y de ello hablo en mi columna de IDEAL de hoy.

Por ejemplo, hoy resulta más fácil recordar el antiguo número de teléfono de la casa de nuestros padres, al que tanto llamamos de jóvenes, que el actual móvil de cualquiera de nuestros familiares más cercanos, de forma que, cuando nos quedamos sin batería, estamos literalmente incomunicados.

Facebookistán

Quiere la casualidad que acabe de ver “Facebookistán”, un documental que nos alerta sobre los peligros de la famosa red social. No aporta nada que no sepamos: censura de material sexualmente explícito, cantidades ingentes de información almacenada, análisis y procesamiento de la misma con fines comerciales…

La semana pasada les insistía a los alumnos del Máster 360º de la ESCO: cada vez que te pones delante de una cámara de fotos o de un teléfono móvil, estás compartiendo tu imagen con millones de personas, potencialmente hablando. Y estás perdiendo cualquier control sobre la misma. Y no digamos ya lo que pasa con cualquier cosa que tú mismo subas a la Red, independientemente de los filtros de privacidad que tengas aplicados.

Facebookistán censura

Pero, precisamente esa dependencia que tenemos de Facebook, podemos usarla en nuestro provecho y beneficio: para mucha gente, lo que no está compartido en las redes sociales no existe. Y lo que aparece compartido, es ley. Y no oigan, no. No me sean tan ingenuos. Que si así fuera, ayer domingo yo no habría cumplido 46 palitroques.

Y todo ello sin olvidar otro importante detalle: nadie nos obliga a estar en Facebook, que el documental mencionado habla del acceso a la red social como si fuera uno de los derechos humanos. Y tampoco es eso.

Jesús Lens

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Sacrificio

Cuando ustedes lean “Sacrificio”, la novela de Román Piña que ha publicado la editorial Salto de Página, van a encontrar una feliz mixtura de géneros que mete en la coctelera el género negro y la comedia, con unos toques de costumbrismo y crítica social aderezados con vitriolo y ácido sulfúrico. Y sarcástico.

Sacrificio

Fíjense que he dicho “cuando ustedes lean” y no “si ustedes leen”. Porque ustedes, lectores inteligentes, modernos -que no post- y contemporáneos, deben leer una novela corta en cuanto a continente, 120 páginas de letra legible por un cuarentón, pero larga y profunda en cuanto a contenido.

Y es que la realidad que nos rodea tiene mucho contenido literario, a nada que nos fijemos. Y Román Piña se fija. ¡Vaya si se fija!

La autoayuda, por ejemplo.

¿No estáis hartos de tanto coñazo buenrollista sobre las bondades de la vida, incluidos esos golpes cabrones que se empeña en darnos, una y otra vez?  Que has tenido un mal encuentro y te han roto la cara… ¡sonríe! Alguna lección positiva habrás aprendido.  ¿Qué te tienes que apuntar a Full Contac, por ejemplo?

¿Qué te han despedido del curro? ¡Sonríe! Ahora puedes convertirte en el emprendedor que siempre quisiste ser… Y es tener una nómina y el alta en la Seguridad Social era un lastre, ¿verdad? Y todo así.

Sacrificio Román Piña

Partiendo del secuestro de un famoso gurú del buen rollo al que todo buen lector sabrá reconocer desde el principio, “Sacrificio” nos cuenta una historia delirante, pero muy apegada a la realidad, sobre el mundo editorial y uno de esos fenómenos mediáticos que lo peta, en formato libro y el formato televisión.

Una historia con detective, como hemos dicho. Y con editores. Uno de esos editores puristas que sufren una (aparatosa) caída del caballo y ven la luz.

Y está el fenómeno. Horacio Topp. El fenómeno mediático. Que es secuestrado. Y al que es preciso encontrar. En Mallorca, la tierra de Román Piña, que tan bien conoce y tan bien describe.

Sacrificio Salto de Página

En “Sacrificio” hay mujeres buenas. Y malas. Sueños por alcanzar. Y sueños rotos. Gente rara. Pero real.

Hay drama. Pero con risas. Y risas, pero trufadas de lágrimas. Y hay venganzas. ¡Ay, las venganzas!

Porque la realidad es así: absurda, extraña, tragicómica. Y Román Piña la ha convertido en el material literario del que están hechas las buenas novelas contemporáneas.

Jesús Lens

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Vuelve la Nube Negra

Que no es que se haya ido en verano, pero que el otoño es la mejor época para volver a disfrutar de la Nube Negra, el sello negro y criminal que dirijo en la editorial Palabaristas.

 Nube Negra

¿Vosotros creéis en los Lectores de Verano? Yo, la verdad… poco. O se es lector, o no se es.

Y la novela negra demanda lectores. Buenos lectores. Porque la mejor novela policíaca, además de hacerte disfrutar, te hace pensar y reflexionar. Porque te muestra lo que está al otro lado de la realidad aparente.

Porque alumbra lo que, a lo que mandan, no les gusta que se vea.

Porque de la mano de los buenos policías y detectives, de los periodistas con olfato o, sencillamente, de los chavales con curiosidad; se pueden hacer grandes descubrimientos.

 Palabaristas Logo

A lo largo de octubre vamos a trabajar en textos procedentes de México y de Cuba. Pronto, más información.

Pero recuerda que Nube Negra tiene ya varios títulos publicados, en formato electrónico, de descarga tan sencilla como intuitiva. Y a un precio imbatible, asequible y asumible para cualquier lector.

Una oferta para que puedas leer en cualquier formato y dispositivo electrónico. Lecturas que te llevarán de Argentina a Sevilla, pasando por Cuba. ¡Ahí es nada!

El primero de los títulos es de descarga gratuita: “Mirando Espero”, de Justo Vasco. ¡Cuba linda, pero amarga!

 mirando espero portada

La Sevilla negra y criminal nos la muestra Juan Ramón Biedma en su sensacional “El efecto Transilvania”.

 El efecto Transilvania portada

Por Argentina nos movemos en un futuro que, quizá, no sea tan lejano. ¡Lean, lean la última e inédita novela de Guillermo Orsi, “El árbol del Vaticano”, una fábula negra y criminal en clave de ciencia ficción!

 El árbol del Vaticano Portada

Y volvamos a Cuba. A La Habana Vieja. De la mano de Amir Valle y sus “Últimas noticias del infierno”.

 Últimas noticias del infierno portada

¿Os apuntáis a esta vuelta al mundo negra y criminal?

Jesús Lens

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Termina Periplo 2014

O no.

Si eres seguidor de las Redes Sociales, habrás visto que esta semana ha habido una palabra que se ha repetido con especial insistencia: Periplo. Y un lugar: el tinerfeño Puerto de la Cruz.

 Periplo

Una vez terminada la segunda edición del Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras, es hora de hacer balance.

Un balance doble y… desdoblado en dos partes.

La primera, la presencial.

La segunda, virtual.

El lunes pasado arribaba al aeropuerto de Tenerife Norte y de allí, directos al Puerto, a comer, que eran cerca de las cuatro de la tarde. Una preciosa calle estrecha, bien cuidada, llena de flores y de color. La calle de la verdad. Un garito: Casa Pache. Unas mesas en la calle y un grupo de gente apurando la comida. El equipo de producción de Periplo.

Una birra, unas papas arrugás y un atún después; ya charlábamos como si nos conociéramos de toda la vida. Además, me quedé muy tranquilo: Eduardo García Rojas, encargado de hacerme la entrevista pública en la carpa montada en el exterior del Museo Arqueológico, resultó ser un cinéfilo de pro, además de un extraordinario conversador. Así que, yo, calmaooooo.

 Periplo charla Lens Eduardo

A partir de ahí, me sumergí en los contenidos de Periplo, en las exposiciones, los talleres, las charlas, las presentaciones… Un programa extraordinario, rico y repleto de actividades. De las que fomentan la participación, de las que estimulan y animan a levantarse del sillón y ponerse en marcha, a hacer cosas.

Lo que no es de extrañar cuando, charlando con Marcelino, uno de los responsables de Periplo, me decía que otro de los inspiradores, creadores e ideólogos del festival es Antonio Lozano.

Ustedes lo conocen porque ha estado en Granada infinidad de veces y siempre hemos aprovechado para hablar con él, y con vosotros, de libros, de inmigración, de viajes…

 Periplo Antonio Lozano

En una de aquellas presentaciones le describí como uno de esos tipos que, además de hacer cosas, consiguen que pasen cosas a su alrededor. De hecho, es uno de los inspiradores de este artículo, que publiqué en IDEAL hace ya más de un año: “Gente interesante”.

Por ejemplo, Periplo.

Una cita que ha permitido hablar con personas del calibre y el talento de Javier Reverte, Xavier Moret, Eduardo Riestra o el propio Antonio Lozano. Y de conocer a otros muchos autores, escritores y viajeros.

Además, en lo personal, tuve el alegrón de saludar a dos amigos escritores, del ramo negro y criminal, que tuvieron la gentileza de venir a mi charla: Mariano Gambín y Javier Hernández Velázquez. ¡Y a Alejandro! Pero del encuentro con Alejandro hablaré en otro momento. Él sabe el porqué.

 Periplo Javier Hernández

La charla fue bien. Cuando la gente te hace sentirte a gusto, se nota. Y la gente de Periplo lo consiguieron, desde el minuto uno. Además de lo agradable de conversar con Eduardo. Al terminar, alguien dijo: “erais como dos amigos de casquera, en la barra del bar”.

Y así fue… aunque Emilia no me dejara subir una birrita al escenario 😉

De las conversaciones en Casa Pache ya habrá tiempo de hablar. Más adelante. Porque ya hemos llegado al miércoles, cuando volví a Granada y me asomé al Magic, para disfrutar del primer concierto de la temporada de la asociación de jazz de Granada, Ool Ya Koo.

Pero, ¿había terminado ya Periplo?

No. Es decir, físicamente ya estaba en Granada. Pero gracias a las redes, he podido seguir disfrutando de Periplo estos días: las presentaciones, las charlas, los talleres… hasta de cómo iban quedando los descomunales grafitis del colectivo “Sabotaje al Montaje”.

 Periplo Sabotaje al Montaje

He tomado notas de libros y recomendaciones, de máximas viajeras y de propuestas para hacer nuevos viajes. Y ya cuento los días para que, terminando el próximo verano, haya un nuevo Periplo.

Mientras, toca volver a leer, descubrir, conocer y viajar.

Porque los buenos festivales, y Periplo lo es, se convierten en un estado mental que te anima a ver la realidad con ojos más inquietos, atentos e inquisitivos.

 Periplo Lens

A todos, a todas; a ese pedazo de equipo descomunal… ¡Gracias!

Y, por supuesto… ¡seguimos!

Jesús Lens

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