En el cumpleaños de Dian Fossey

Hoy, Dian Fossey habría cumplido 82 años. Su compromiso con los Gorilas se la llevó por delante a los 53, asesinada por traficantes de especies animales en peligro de extinción.

 Dian Fossey

Al volver a ver «Gorilas en la Niebla», cuando escribía “Cineasta Blanco, Corazón Negro”, me encontré con una película descarnada, ácida y nada complaciente, en la que el personaje interpretado por Sigourney Weaver resultaba arisco, desagradable y, por momentos, cruel. Pero comprometido. Hasta la médula. Y más allá.

Es curioso lo que pasa con el cine y con la memoria. Yo recordaba la ternura y la emoción del momento en que la ecologista entablaba contacto con el gran gorila macho por primera vez, acariciándose la falange de los dedos. Pero nada más. Es decir, recordaba el final, claro, junto a otros destellos puntuales. Pero no tenía presente el complejo y poliédrico retrato que, de la zoóloga, hizo Michael Apted.

Portada y Contraportada unidas

Tampoco sabía nada de las penurias del rodaje. Ni de la profunda huella que la filmación de esta película dejó en su protagonista, convertida a la causa de los gorilas de montaña: desde el más allá, un poquito de Dian penetró en Sigourney. Para quedarse.

 Dian Fossey weaver

Hoy, Google le dedica este maravillo Doodle a Fossey. Una excelente ocasión para recordar una película que, vuelta a ver y a analizar, resulta de lo más interesante y enriquecedor.

En “Cineasta Blanco, Corazón Negro” la película ocupa un espacio importante. Pero al venir justo después del capítulo dedicado a las brutales masacres en Ruanda y los Grandes Lagos; puede parecer casi una anécdota, la suerte de una zoóloga ecologista que muere por proteger a los Gorilas de la niebla.

 Dian Fossey Doodle

No lo es. En el libro doy mis razones. Sé que algunos no están de acuerdo con ello. Pero esa es la grandeza de la literatura y del cine. Que todo es discutible y opinable.

Lo hablamos cuando queráis… Por ejemplo, con ocasión de la publicación de toda una sorpresa.

Primates cómic

Y es que, próximamente, Norma Editorial publicará una interesante novela gráfica titulada «PRIMATES» en la que no solo se cuenta la historia de Dian, sino que también la de sus famosas colegas Jane Goodall y Biruté Galdikas.

Jesús Lens

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Lens en Lonely Planet

Ya sabes que las guías Lonely Planet están consideradas como la Biblia de los Viajeros. Y también sabes (o deberías saber), que Lonely Planet edita una revista de viajes, todos los meses. Una revista de viajes que, tras el cierre de Altaïr, nos da un respiro a los viajeros que también amamos hacer recorridos sobre el papel, soñar con periplos imposibles y disfrutar con los recuerdos de otros ya terminados.

Lonely Planet

Pero, y de ahí el título de esta entrada, ¿quién asoma su cabecita por las páginas del Lonely Planet de este mes?

¡Cu-cú!

Lonely Planet

Orgullo y satisfacción, claro que sí, viéndome ahí.

¡Gracias!

Jesús Lens, viajando de nuevo.

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Wara Wara

Vamos a empezar por ver el vídeo de Wara Wara, un proyecto escolar y comunitario:

 

¿Qué te parece? Pues si te ha gustado, ¿por qué no pinchas aquí y echas una mano a mi amiga Lourdes, que es la patrocinadora de dicho proyecto, a ver si conseguimos que gane el Premio Cuida de ti 2013? No tardarás más de 40 segundos y creo que la causa merece la pena.

Wara Wara

Ya sabes que, para mí, hay otros lugares. Pero todos están en África.

Wara Wara school

¡Gracias!

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«Cineasta Blanco, Corazón Negro» conquista el corazón de De Viajes

¿Te acuerdas de que tengo un corazoncito en forma de libro y en ByN? ¡Ay, la memoria, qué precaria es a veces…!

😉

Cineasta Blanco Corazón Negro portada baja

Bueno, pues que sepas que “Cineasta Blanco, Corazón Negro” ha encontrado un hueco muy especial en una librería que también lo es: la madrileña De Viaje.

¡Qué gozada de reseña, en el Blog de la librería! Pincha y lee. ¡Vas a flipar!

A veces, como estos días, en los que vivo en un caos y un sindiós de conceptos, palabras, frases y párrafos que se me desmandan, se escapan y se van por su cuenta, sin encontrar su ubicación definitiva; me pregunto por el sentido que tiene esto de juntar letras.

Sin embargo, cuando leo reseñas como la de Miguel Briongos, todo encaja.

Noto cómo se me eriza el vello y cómo un pequeño escalofrío me recorre la espalda. ¡Sí! ¡Por esto era! ¡Para esto escribo! ¡Para provocar esas sensaciones en un lector, además, experimentado y serio como Miguel! Un lector profesional. Muy profesional. Que quienes hemos visitado “De Viajes” sabemos que se trata de una de las mejores librerías que existen en España.

Cineasta Blanco Corazón Negro contraportada

Así que, ahora, estoy tan contento, viendo todas las palabras que corren por la mesa de mi despacho, libres y locas. Anárquicas y anarquistas. A su aire. Y me quedo aquí sentado, mirándolas, sabiendo que más pronto que tarde terminarán encajando y cuadrando en un texto que tendrá un cierto sentido.

¡Justo eso es lo que siento ahora, gracias a esas otras hermosas palabras tejidas por Miguel!

Un abrazo compañero. Te debo una visita.

Y a ti, querido lector, una recomendación: pásate por De Viaje. Físicamente o a través de la web. ¡Fliparás!

Librería De Viaje

Por cierto, ¿te he dicho que tengo un corazoncito, entre blanco y negro, en forma de libro? ¿Quieres un ejemplar?

😉

Jesús Lens
En Twitter: @Jesus_Lens

Has olvidado que…

No era demasiado alto. Ni demasiado bajo. Ni muy guapo ni muy feo. Era desgarbado, peinaba canas en la barba, pero tampoco era excesivamente mayor. Ni destartalado.

Llegó antes de tiempo a la casa de su hermano. Entró en la cocina. Su cuñada estaba preparando uno de esos potajes que, en verano, parecen desentonar. Sin embargo, tras semanas y semanas de gazpachos y otras sopas frías; pescados a la plancha, filetes con patatas y fruta, mucha fruta; el olor de aquel guiso, denso y espeso, le estaba haciendo la boca agua.

Estaban hablando de esto y de aquello cuando sonó el teléfono. El fijo. Como su hermano había bajado a comprar el pan, fue su cuñada la que salió al salón a contestar:

– Dale un par de vueltas a la cazuela, por favor, que si no, la salsa se espesa más de la cuenta, ¿vale?

El hombre no lo puedo evitar. Aquello olía escandalosamente bien. Aprovechando que ella parloteaba en la habitación de al lado, cogió la cuchara de madera. Empezó por probar la salsa y, de inmediato, se llevó una tajada de carne a la boca, soplando desesperadamente para no quemarse… ni ser pillado con las manos en la masa.

Nada más volver a la cocina, sin siquiera mirar a la hornilla, su cuñada le espetó, con un deje irónico:

– ¿Qué? ¿Está bien de sal?

Él protestó diciendo que no sabía qué quería decir. Que solo le había dado a la olla el par de vueltas que le había pedido. Que ni siquiera lo había probado.

– Has olvidado que llevas barba…

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NOTA.- Esta breve narración es la actualización de una historia tradicional que se cuenta en Benín, donde la frase “Has olvidado que llevas barba” forma parte del acervo cultural de la población y tiene un sentido que todo el mundo comprende.

– Has olvidado que llevas barba…

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