Acercar el Acelerador a la Gente

Lleno total y absoluto en la Escuela de Caminos, ayer, para escuchar a Carlos Alejandre, director general del Ciemat, que vino a contar cosas sobre la candidatura de Granada al proyecto IFMIF-Dones de acelerador de partículas.

Un llenazo más que justificado por la importancia de un proyecto que, como he escrito otras veces en este espacio, está llamado a cambiar la socio-economía de la provincia de Granada.

La intervención de Alejandre tuvo un segmento puramente científico y otro que conjugó variables económicas y socio-culturales. Que las partidas invertidas en ciencia deben considerarse como inversión y no como gasto es una de esas perlas que deberíamos grabarnos a fuego, todos y cada uno de nosotros. Pero, sobre todo, los responsables de la gestión pública. En ese sentido, España está consiguiendo importantes contratos internacionales en el marco del programa europeo “Fusion for Energy”.

Pero hay otra dimensión, igualmente importante, reivindicada por Carlos Alejandre: el conocimiento por parte de la sociedad de un proyecto de la entidad del Acelerador, de forma que los ciudadanos podamos valorar y reconocer su estratégica importancia. Como señaló el conductor del acto, abrir la ciencia a la sociedad.

Ha querido la casualidad más causal que, imbuidos por ese espíritu y antes de la proyección de “Doce monos” en el Teatro CajaGranada, dediquemos la jornada de hoy de Gravite al Acelerador de Partículas.

Dos profesores de la UGR, Eduardo Ros Vidal y Javier Praena, expertos conocedores de todo lo que rodea al Acelerador, impartirán sendas charlas divulgativas y didácticas, orientadas a que el público profano sepa -y entienda- qué es un acelerador de partículas, para qué sirve y qué posibilidades de desarrollo conlleva su instalación.

También nos mostrarán cómo sería, en concreto, el ingenio que se instalaría en Escúzar e, igualmente importante, los ponentes responderán a las preguntas que les planteen diferentes representantes de la sociedad granadina, con el Defensor del Ciudadano a la cabeza.

Si éste se ha enterado, todo el mundo podrá hacerlo

En Gravite nos encanta maridar disciplinas, pero la difusión científica es uno de los aspectos que más y mejor queremos cuidar. Y, créanme: si yo he sido capaz de comprender qué es el Acelerador de partículas, gracias a las charlas y conversaciones de estas semanas con Eduardo y Javier, toda persona que vaya esta tarde al Teatro CajaGranada saldrá entusiasmada con el proyecto y mucho más sabia e instruida.

Jesús Lens

Gótico barcelonés en clave de thriller

Estas últimas noches me he despertado sobresaltado y nervioso, como si me faltara el aire. Lo achacaba a la tensión propia de la organización del festival Gravite, que ya está en plena ebullición y que hoy proyecta un clásico de ciencia ficción trufado de noir en el Teatro CajaGranada: “Doce monos”, de la que ya les hablé hace unas semanas. (Leer AQUÍ)

Pero la culpa de mi desasosiego no la tenía Gravite. Al menos, no directamente. El culpable era cierto Monstruo que, al apagar la luz después de leer, se me abrazaba al cuello y se quedaba allí prendido, a modo de lapa, toda la noche.

El Monstruo, con mayúsculas, ha sido invocado por otro monstruo, en este caso, un monstruo de nuestra literatura: Félix J. Palma, que acaba de publicar en la editorial Destino su novela más reciente, no por casualidad ni inocentemente titulada… “El abrazo del monstruo”.

“Porque nada sucede solo, en el mismo momento en que su hija era secuestrada, Diego apuraba su tercera copa de vino de la noche”. Así comienza un novelón, en todos los sentidos de la expresión, de 730 adictivas páginas. Aunque, en realidad, “El abrazo del monstruo” empieza una página antes, con una cita de Stephen King, otra no-casualidad que funciona a modo de declaración de principios: “Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan”.

Félix J. Palma ha escrito un thriller. Una novela negra de libro. Canónica. Una novela que cuenta la historia de un rapto. Porque la hija de un exitoso escritor que está en horas bajas, ha sido secuestrada. La policía comienza la investigación. Pero todo se complica cuando el secuestrador, en vez de pedir dinero a modo de rescate, exige a Diego que supere tres retos si quiere recuperar a su hija.

¿Por qué resulta tan singular, pero extrañamente premonitoria, dicha petición? Porque ese macabro y cruel juego es el que se encontraba en la raíz de la novela más exitosa de Diego Arce, la novela que le hizo rico y famoso, la novela cuyo éxito jamás volvió a reeditar. Una novela de terror gótico que transcurre en la Barcelona de Gaudí. Una novela en la que un siniestro personaje, conocido como el Monstruo, secuestraba niñas y exigía que sus padres superaran tres macabros retos si querían volver a verlas.

A partir de este planteamiento, con el que no les descubro nada dado que todo ello se cuenta al comienzo del libro -ya han visto ustedes que Félix J. Palma es un maestro a la hora de noquear al lector con apenas un par de frases- el autor nos presenta un artefacto literario cuyo mecanismo de precisión funciona como las muñecas rusas, con historias dentro de otras historias que nacen de historias aún más profundas.

Así, la referencia a Stephen King no es casual ni gratuita. Porque hay historias de y con niños que dan mucho miedo. Y fantasmas. De los que llevamos dentro. De los que nos atormentan y exigen un peaje para dejarnos vivir.

Una trama en la que la ciudad de Barcelona funciona en dos espacios temporales diferentes, pero conectados por un mismo personaje, lo que convierte a “El abrazo del monstruo” en una novela perfecta para el festival Gravite. Por eso, Félix J. Palma estará en el Cubo de Bankia mañana viernes por la tarde, hablando tanto de este libro como de su soberbia trilogía victoriana con el viaje en el tiempo como protagonista. Y el sábado, homenaje a Frankenstein en el Alhambra Palace, con Cristina Higueras y Fernando Marías, del que hablábamos AQUÍ.

Más cuestiones planteadas por el autor: una acerada crítica a un mercado editorial que exige a los autores de éxito que repitan la misma fórmula, una y otra vez, como si en vez de escribir libros, hicieran natillas. Un mercado que no asume riesgos y que, por tanto, resulta mortalmente aburrido y previsible.

Y otro de los temas capitales de la novela de Félix: el poder creador de la literatura. Su capacidad para invocar criaturas. La fuerza y el impacto de la fabulación. El misterio de la imaginación. La posibilidad de que el sueño de la literatura produzca monstruos. “Todos creen en el Monstruo… Todos creen que existe… Y por eso, ahora es real”.

Félix J. Palma también obliga al lector a enfrentarse a los límites de la creatividad. Como señala Diego Arce en un momento dado, hablando sobre un taller de escritura creativa que impartió cuando era joven: “los verdaderos artistas no son aquellos que “hacen” arte durante sus vidas, sino aquellos que toman su propia como una obra de arte”. Todo un desafío, ¿verdad?

“El abrazo del monstruo” es una magnífica novela de género en la que prima lo literario por encima de cualquier otra consideración. Y es que, como le dice Diego a su editor: “Las palabras tienen poder. No se pueden usar a la ligera. La palabra es la fuerza soberana del universo”.

Jesús Lens

Patrimonio y nuevas tecnologías

—Por perfecta que sea la réplica de la Cueva de Altamira, si tuvieras la posibilidad de elegir entre visitar la original o la copia, ¿en cuál entrarías?

No hay más preguntas, señoría.

Con ese inapeable e incontestable argumento desmontó Soledad Gómez, la responsable de la empresa granadina Mediamusea, lo que yo entendía que era una duda razonable, durante la jornada de ayer de Gravite, en el Cubo de Bankia.

Hablábamos sobre el conocimiento del patrimonio y la importancia de las nuevas tecnologías. Soledad nos había comentado cómo se está pasando de las cartelas, las recreaciones y las visitas guiadas o teatralizadas a modalidades de experiencias inmersivas mucho más completas, con el video mapping y la realidad virtual como recursos cada vez más extendidos.

Nos iba proyectando vídeos con ejemplos tan fascinantes -lo del yacimiento íbero de Ullastret y la recreación del pueblo primitivo, incluyendo un motor de videojuegos que abre un abanico inmenso de futuras posibilidades, es alucinante- que el viejuno que llevo dentro se echó a temblar.

¿Y si las experiencias inmersivas y sensitivas resultan tan intensas y adictivas que la sencilla realidad de un recinto arqueológico, un monumento o un cuadro no es suficiente? La Gioconda, por ejemplo. ¿No es frustrante? Vas a París, recorres el Louvre, haces cola y, cuando te llega el turno, ¿qué ves, entre empujones y codazos más salvajes que los de un pívot de la NBA?

Llegados a este punto, aplica el ejemplo de Altamira. Porque la contemplación de realidad artística o histórica siempre es mucho más intensa que cualquier recreación. Puede ser menos bonita, menos perfecta, más incómoda o costosa. Pero la autenticidad no tiene precio.

Me pasó en Troya, donde apenas queda nada. ¡Pero era Troya! ¡La Troya de verdad! La de Aquiles, Héctor, Paris y el caballo de marras. Y ni siquiera los abdominales de Brad Pitt le pueden hacer sombra a la hierba que crece entre las piedras de Troya, por mucho cuento que hubiera en “La Ilíada”.

Las nuevas tecnologías, como el cine o la literatura, son extraordinarias aliadas para el conocimiento del patrimonio. Y para su difusión y popularización. Por ejemplo, ya ardo por conocer la intervención de Soledad Gómez en la Casa de Zafra del Albaicín, que permite ver cómo se encuentra en la actualidad y cómo era hace siglos, un diálogo que se promete apasionante.

Jesús Lens

Toreo de Salón… de Plenos

¡Qué razón tiene Pilar Rivas, concejal no adscrita del Ayuntamiento de Granada, próxima candidata a la Alcaldía por Equo y antigua militante, simpatizante o lo que quiera que fuera de Podemos, Vamos Granada o la confluencia que correspondiera en su momento!

Qué razón tiene Pilar Rivas, decía, al considerar una pérdida de tiempo esas mociones absurdas que los partidos políticos llevan a los plenos del Ayuntamiento para darse pisto y posicionarse en temas como Venezuela o la tauromaquia. Mociones que son puro toreo de salón… de plenos, en este caso. Brindis al sol, pero con las copas vacías y nada que llevarse a los labios.

Equo ha afeado a Pilar Rivas que se abstuviera en la moción del PSOE sobre el cordón sanitario a Vox. Y Pilar ha contestado, con mucha sensatez, que “entrar a debatir mociones como las presentadas por PP y PSOE el pasado viernes, deterioran nuestra calidad democrática y alimentan una retórica de enfrentamiento”. Porque además del cordón, PP y PSOE llevaron una trascendental propuesta de apoyo a la tauromaquia. Con un par… de cuernos.

Los de Vox, en Granada, otra vez en el foco de atención gracias a los estrategas del PSOE

Propuestas que nada tienen que ver con las necesidades de la gente de los barrios de Granada, con sus problemas reales, como también recalcó Pilar. Otra afirmación que suscribo de pe a pa.

Y luego está la otra cuestión. La de la estrategia. ¿Quién fue el genio visionario que decidió llevar al pleno lo del cordón sanitario a Vox y lo de los toros, poniendo un potente foco de atención en el ideario del partido al que, supuestamente y en teoría, se pretende acordonar?

¿De verdad no se han enterado todavía en el PP y en el PSOE de que la demonización no solo no funciona, sino que da alas a la ultraderecha, que les impulsa y les beneficia? ¿No les quedó clara la lección de las andaluzas y van a repetir los mismos errores en la Plaza del Carmen?

El mejor cordón sanitario sería que los concejales del Ayuntamiento fueran capaces de sentarse a negociar y consensuar un presupuesto aceptable para los ciudadanos, en vez de perder el tiempo con folletaícas y chuminás que no van a ningún sitio.

Enhorabuena a Pilar Rivas por decir las cosas como son. ¿Qué tal si cogen por los cuernos los apagones de la Zona Norte, mejor que la tauromaquia y los cordones?

Jesús Lens

Demo y Tritio Magnético

¿A que suena a nueva película de la Marvel, protagonizada por dos superhéroes del futuro? Aunque no descartamos su adaptación al cine, Demo y Tritio Magnético son las dos piezas musicales recién compuestas por David Montañés y Juan Cruz-Guevara que se estrenarán mundialmente el próximo viernes, en el Teatro CajaGranada, en uno de los momentos más esperados del festival Gravite.

Escribo, emocionado, tras asistir al monumental ensayo de ayer domingo. ¡Increíble ver sobre el escenario a todas las personas que van a participar en un concierto que será único, mágico, especial e irrepetible! Un viaje musical que conectará el pasado medieval de la Granada nazarí con el futuro acelerador de partículas. ¡Ahí es nada!

Máxima atención a la nómina de involucrados en el proyecto: Coro Manuel de Falla de la UGR y Ensemble de la Orquesta de la UGR; Aziz Samsaoui tocando el qanum y la cítara; Oussama Samsaoui al rabel y fídula; el multipercusionista Álvaro Blas y el propio David Montañés, al piano y los sintetizadores.

Ensayo en el Teatro CajaGranada

Un desafío monumental en el que también participa Acento Comunicación con las imágenes que se proyectarán durante el concierto, el periodista Enrique Árbol como narrador y voz en off, el profesor de la UGR Javier Praena, que ha escrito los textos científicos que se escucharán desde el escenario y, por si fuera poco, Antonio Arias pondrá su sapiencia, arte y magisterio al servicio de un proyecto surgido de la prodigiosa, cósmica e inabarcable capacidad creativa de Jorge Rodríguez Morata.

Allá por noviembre, Jorge y yo quedamos en el Bar Ávila para tomar unas cañas y hablar sobre Gravite. No tardamos ni un chispo en sintonizar y entendernos. Hace unas semanas, Jorge nos citó en la Facultad de Ciencias. Nos encerró en un aula y nos puso en manos de Javier Praena, quien nos explicó con todo lujo de detalles qué es, cómo funciona y qué utilidades tiene un acelerador de partículas. Nos quedamos con la boca abierta. Tanto que la charla está incorporada al programa de Gravite, patrocinado por Bankia. Será el jueves 31 de enero, en una apasionante sesión que también contará con la participación del catedrático de la UGR Eduardo Ros.

Es fascinante cómo el acelerador de partículas ha inspirado la imaginación y el genio compositor de David y Juan. Van ustedes a flipar con sus Demo y Tritio Magnético.

Jesús Lens