La ciudad sucia

Hay que ver la perra que cogen los políticos del PP que pasan a la oposición con la suciedad de sus ciudades. Con la suciedad como antónimo de limpieza, se entiende.

Granada, según Sebastián Pérez, presidente de los populares granadinos, es una ciudad sucia y congestionada, con un alcalde que no es referente político de ningún tipo. Y, sobre esa base, Pérez le va a mandar una carta a Luis Salvador en la que le pedirá una reunión para plantear a Ciudadanos la posibilidad de una moción de censura. Y de ello hablo en IDEAL.

 

No sé qué les parece, pero veo muy endeble este tinglado. Es como si Sebastián Pérez tuviera anotado “hacer ruido y meter follón” entre sus propósitos de Año Nuevo y haya decidido quitárselo de en medio cuanto antes para, así, poder centrarse en lo que realmente le preocupa: la candidatura de Juan García Montero para dirigir el PP granadino.

 

¿Está más sucia Granada con el PSOE en la alcaldía que lo estaba con el PP? ¿Tiene Paco Cuenca la culpa de la congestión ciudadana? Y, sobre todo, ¿cabe fundamentar una moción de censura en dichos argumentos?

Sebastián Pérez señala que Granada debería ser gobernada por quien ganó las elecciones. Supongo que no se refiere a su cabeza de lista en las últimas municipales, ¿verdad? ¿Y a los concejales que no concurrieron al polémico pleno del pasado día 30 para evitar pronunciarse sobre la acusación al antiguo alcalde, permitiendo de esa manera la aprobación de las ordenanzas fiscales propuestas por el PSOE?

 

Imagino que, a estas horas, estarán muy contentos en el seno del PSOE granadino: lo único que consiguen este tipo de faroles imposibles y de corto recorrido es restar credibilidad al jugador contrario. Porque no veo a Luis Salvador planteándose seriamente lo que no sería sino un disparate. Dejando al margen la actuación de Paco Cuenca, ¿devolvería la alcaldía a un partido cuyos concejales están abiertamente enfrentados entre sí?

En fin. Que ayer, tres accidentes de tráfico congestionaron… la circunvalación. Para variar. Que seguimos sin AVE, sin tren, sin metro y con los billetes de avión por las nubes. Que la nube de contaminación que envuelve Granada se ve desde cualquier punto elevado de las faldas de Sierra Nevada y, mientras, el PP ha decidido revitalizar el viejo y caduco género epistolar. Que para este viaje, con un WhatsApp habría bastado.

 

Jesús Lens

Un regalo cada día

Hoy lunes va a ser complicado. Tras el caos de la Navidad y todo lo que conlleva, toca volver a la rutina y tratar de organizarse para subir la cuesta de enero con decoro y dignidad. Una cuesta que, desde la popularización de la VISA, va seguida del no menos duro y exigente puerto de montaña de febrero. Y a este tema dedico mi artículo de hoy, en IDEAL.

Principios de año. Pocas horas de luz y mucha oscuridad. Riesgo de sobrepeso, ácido úrico y colesterol tras los excesos navideños. Propósitos que hace unos días parecían razonables y que, hoy, asumimos como improbables. Y, sobre todo, la ansiedad de contemplar el calendario frente a nosotros, repleto de retos, objetivos y desafíos.

 

Sí. Hoy va a ser un día complicado. ¿Qué tal si, de cara a las próximas semanas, nos animamos a hacerle caso al agente Dale Cooper, protagonista de la serie “Twin Peaks”? Y es que el personaje surgido de la fértil imaginación del proteico David Lynch nos dio un consejo que vale por cinco libros completos de autoayuda: cada día, hazte un regalo.

No. No se trata de convertir todos los días en un 6 de enero en diferido, gastando sin ton ni son. La cosa es más sencilla: tener un pequeño detalle diario con nosotros mismos, de forma consciente.

 

El agente Cooper, para dar ejemplo y seguir su propio consejo, se regalaba una maravillosa porción de la mítica tarta de cerezas del Doble R. Y se la comía con delectación, concentrado en cada bocado, sin dejar que nadie le molestase con cuestiones mundanas durante el pequeño lapso de tiempo que invertía en dar cuenta de aquel prodigio de la pastelería.

 

Comprar ese libro que hace tiempo que buscas, dedicar media hora a volver a escuchar aquel disco que hace tiempo que no oyes, una llamada de teléfono demasiado tiempo postergada o, sencillamente, disfrutar unos minutos del sol de invierno sin hacer nada mientras tanto.

Hacernos cada día un regalo. Simple y sencillo. Pero de forma premeditada, buscada y elegida. Y disfrutarlo en el momento con los cinco sentidos, sin aplazamientos ni postergaciones. Sé que todo esto parece una tontería. Y algo fácil de conseguir. Pero no lo es. Ni una cosa ni la otra.

 

Hacernos un regalo a nosotros mismos, cada día, nos hace ser más conscientes del aquí y el ahora. Y de la suerte que tenemos. ¡Salud!

 

Jesús Lens

Su periódico, gracias

Ayer tuve una larga e inquietante conversación con SOY, el robot que me han regalado este 2017 y que les presenté en este artículo (*). Habíamos salido a tomar café y paramos en el quiosco de Francis a comprar el periódico. Había dos parroquianos discutiendo sobre uno de los titulares de la portada de IDEAL. Para uno, era ajustado a la realidad. Para el otro, era claramente tendencioso.

La opción de personalizar la información que ofrece uno de los grandes diarios españoles. De momento, en su versión digital.

A la vista de todo aquello, SOY sonrió. Y cuando SOY sonríe… “Aprovecha para disfrutar de estas polémicas, Lens: es muy posible que pronto se terminen”, me dijo. Intrigado, le pedí explicaciones. Y les reconozco que el robot me dejó muy preocupado. Según SOY, eso de que el periódico traiga una única portada, la misma para todos los lectores, puede pasar muy pronto a la historia.

¿Son ustedes usuarios de la prensa digital? Entonces sabrán que algunos medios les permiten organizar la lectura de las noticias a su gusto, de forma que el algoritmo les muestre primero aquellas en las que ustedes tienen más interés.

Así, si es usted aficionado al baloncesto, amante de las series y está preocupado por el medio ambiente, el algoritmo permite que, al abrir su periódico digital, las primeras noticias en aparecer en su pantalla sean el enésimo doble-doble de Marc Gasol, el avance de la nueva temporada de “Homeland” o el más reciente informe de la ONU sobre el deshielo en el Ártico; dejando para el final esas otras noticias que a usted no le interesan tanto, como las de política nacional, por ejemplo.

Pues bien, según SOY, el algoritmo es capaz de ir mucho más allá: dependiendo de la ideología del lector, el tratamiento informativo de cada noticia podrá adecuarse a su perfil, de forma que un mismo hecho llevará diferentes titulares. Por ejemplo: “Carmena combate la contaminación en Madrid” o “Carmena siembra el caos en la capital”. Y así todo.

Indignado, le dije que eso era una barbaridad y que no lo creía posible. Que una cosa era la información pura y dura y otra su interpretación. Que los hechos son los hechos. Volviendo a sonreír, SOY me recordó la vigencia de la palabra del 2016: postverdad. E hizo hincapié en el hecho de que, cada vez más, la gente no quiere tanto informarse, cuanto encontrar refrendo a sus ideas y opiniones en los medios de comunicación.

Reconozco que sentí escalofríos.

Jesús Lens

(*) SOY es Su Otro Yo. El Otro Yo de Jesús Lens, un robot que le acompaña desde principios de año y que le hace parte del trabajo sucio, permitiéndole al autor dedicar más tiempo a las folletaícas que tanto le gustan. SOY es especialista en temas de Redes Sociales, Big Data, nuevas tecnologías y, sobre todo, prospección del futuro. Ni que decir tiene que le da mil vueltas a Lens, estando mucho más y mejor preparado para los desafíos del futuro. ¡Hágannos caso! Sigan a SOY…

García Rúa: emérita humanidad

Le conocí en los años de la insumisión, cuando un grupo de jóvenes valientes y comprometidos dieron con sus huesos en la cárcel por negarse a hacer el servicio militar obligatorio ni la prestación social sustitutoria.

Rondaría por entonces mis primeros veinte años, encontrándome en pleno proceso de formación académica, intelectual, social y humana. Leía a Proudhon y Fourier, investigaba sobre el socialismo utópico y creía en el anarquismo humanista.

Años en los que lo quería saber todo sobre Los Solidarios, Durruti, Ascaso y García Oliver; la acción directa y la propaganda por el hecho. Años en los que leía a uno de mis grandes maestros, Paco Ignacio Taibo II, que me hacía sentir que entre México y España no había tanta distancia, gracias a la novela negra.

Entonces llegó un 1 de mayo. Y me fui a la plaza de las Pasiegas, donde se concentraban la CNT y la FAI. Una concentración que no era una manifestación o un desfile, como los organizados por CCOO y UGT. Era una fiesta reivindicativa en la que distintas personas cogían el micro y hablaban, mientras se tomaban una cerveza al sol, acompañándola con sencillos bocatas de chorizo y morcilla.

No recuerdo qué dijo en aquella ocasión. La imagen suya que me quedó fijada llegó fuera del escenario, cuando se puso a jugar al fútbol con unos niños, le dio una fuerte patada al balón de plástico y lo mandó al otro lado de la plaza. Mientras veía el balón alejarse, se echó las manos a la cabeza, como si fuera un chaval pillado en falta, tras hacer una trastada. Los niños reían alborozados: era uno de los suyos. Nunca olvidaré aquella expresión vivaz de simpático pilluelo, con sus ojos claros iluminando las Pasiegas y su cabellera blanca ondeando al viento.

Tuve ocasión de hablar con José Luis García Rúa algunas otras veces. De política, de la Universidad, de historia, de literatura, de Filosofía y Letras… y de mi padre, con en el que tanto compartió.

El fantástico mediodía de Reyes se ensombreció, ayer, al conocer que García Rúa se nos había ido, a los 93 años de edad. Con él se fueron el profesor, el catedrático, el escritor, el pensador, el hombre de acción, el hombre comprometido y, sobre todo, el hombre bueno. En la más amplia acepción del concepto. ¡Buen viaje, maestro!

Jesús Lens

Silencio como regalo

Salvo desagradable e inimaginable sorpresa, el mejor regalo de Reyes para hoy, 6 de enero, nos lo traerá la cartelera, con el estreno de “Silencio”, la última película de Scorsese. O, mejor dicho, la más reciente. Que el bueno de Marty va para los 75 años y mejor no mentar la bicha. Y de ello hablamos hoy en IDEAL.

“Silencio” será una película llamada a descolocar a los espectadores que no conozcan bien la trayectoria de uno de los grandes directores de la historia del cine. Acostumbrados a sus thrillers, a sus cintas sobre la mafia y el crimen organizado y a lobos de Wall Street, “Silencio” puede pillar con el pie cambiado a más de uno.

Porque se trata de una película mística y religiosa, otro de los grandes temas de Scorsese, que enlaza con la muy polémica “La última tentación de Cristo” y con “Kundum”, su película más misteriosa, hermética y desconocida.

Japón. Siglo XVII. Dos misioneros jesuitas en busca de un tercero que, habiendo sido encarcelado y torturado, ha perdido su fe. ¿En serio? ¿Este es el argumento de la última película de Scorsese? ¿Sin drogas, pistolas, cuchillos, billetes verdes ni ajustes de cuentas?

Sí. Advertidos quedan. Reconozco que es una apuesta arriesgada. Sin embargo, para mí, no habrá mejor regalo que disfrutar de “Silencio” en un día tan señalado.

Y es que… ¡menuda forma de comenzar el año cinematográfico, con la imprescindible “Comanchería” (de la que hablamos aquí), con el último Scorsese y con “Passangers”, espectacular pero mediocre y desaprovechada cinta de ciencia ficción. ¡El género de moda! Este año disfrutaremos, por ejemplo, de la vuelta de dos sagas míticas: Alien y, sobre todo, Blade Runner. Sin olvidar la cita anual con Star Wars, por supuesto.

Sudo, nada más pensar en “Blade Runner 2049”. De hecho, y aunque evito ver los tráilers de las películas, no pude resistirme al de la segunda parte de una película mítica. Y, cuando Ryan Gosling se encuentra con Harrison Ford, créanme que tuve palpitaciones.

De hecho, Gosling será el tipo a seguir este 2017: además de ingresar en el mundo replicante, es protagonista de la inminente “La La Land”, una de las grandes favoritas al Oscar, y terminará el año interpretando a Neil Armstrong en “First man”.

Tres películas vinculadas, además, a dos de los directores contemporáneos con más personalidad: Damien Chazelle y Dennis Villeneuve, de los que hablaremos pronto. Pero antes… ¡Silencio!

Jesús Lens