Ahora Palmira

A ver qué os parece mi artículo de hoy en IDEAL, sobre guerra, fanatismo y destrucción del patrimonio.

Busco en Internet y las últimas noticias se quedan en la amenaza que el Estado Islámico supone para Palmira, una vez tomadas posiciones sobre el famoso enclave arqueológico. De momento, no parece que su primitivismo reduccionista y su apetito destructor la haya emprendido contra otra de las joyas de la cultura universal. De momento…

Palmira tomada

Palmira, la Venecia del Desierto, uno de los tesoros más preciados de Siria; Palmira, hogar de Zenobia, Patrimonio de la Humanidad con su Templo de Bel, su gigantesco Teatro y su ágora popular. Palmira, cuyas puestas de sol quedan inevitable y felizmente incrustadas en el recuerdo de todos los que hemos tenido la suerte de disfrutarlas. Palmira, restos en piedra y arena de culturas y civilizaciones milenarias que se pierden en el tiempo, que no de la memoria.

Palmira corre peligro, tomada por las fuerzas de un Estado Islámico al que no le tembló el pulso a la hora de destruir otros enclaves arqueológicos y lugares catalogados como Patrimonio de la Humanidad, como la Hatra iraquí o la ciudad asiria de Nimrud, vanagloriándose de ello a través de esos vídeos espeluznantes en los que, con mazas y picos, hacían añicos las esculturas del museo de Mosul, por ejemplo.

Se dice que, en realidad, el EI está destruyendo réplicas de ese patrimonio, mientras vende al mejor postor las antigüedades de verdad, para financiar su Yihad. Se dice. Aunque no lo parece. Y también se dice que no deberíamos preocuparnos tanto de las piedras, cuando hay miles de personas con la vida en juego. ¡Cómo si la barbarie y la sinrazón diferenciaran a las unas de las otras!

Palmira puesta de sol

No. Por supuesto que no me preocupan más los restos arqueológicos que las vidas humanas. Ni mucho menos. Es que estoy convencido de que el fanatismo que destruye los vestigios de civilizaciones milenarias no tendrá el más mínimo empacho en segar la vida de cualquier ser humano que no piense como él. La destrucción del patrimonio cultural de un pueblo es una forma más de aniquilar al pueblo mismo.

Cuando los ecologistas defienden a las ballenas, a los linces o a la foca monje, no menosprecian a los niños desnutridos de África, sino que consideran que una sociedad avanzada y evolucionada debe velar, cuidar y proteger la vida en su conjunto. Y lo mismo ocurre con la historia, la cultura y el patrimonio.

Palmira destrucción

No se trata de elegir. Ni de anteponer. Se trata de estar a favor de la vida, de la ciencia, la evolución, la razón, la lógica y la cultura; combatiendo el fanatismo, la superchería y la locura destructora y homicida; desde todos los ámbitos y los puntos de vista.

Palmira ISIS

Estar preocupado por la suerte de Palmira no es una actitud snob, pija, cultureta o progre. Estar preocupado por la preservación del patrimonio no supone sentir despreocupación por los millones de personas que sobreviven en Siria, Irak, Yemen, etcétera. Es, sencillamente, estar preocupados por la humanidad. Como concepto.

Jesús Lens

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Doble cita con la Novela Histórica

Quieren la casualidad y la coincidencia, felices ellas, que en los próximos días vayamos a estar hablando de novela… histórica.

Histórica, sí.

Tras el delicioso atracón de novela negra, vamos a dedicar los próximos viernes 19, en la Librería 1616 de Salobreña, y el miércoles 24 de junio, en la Biblioteca de La Chana; a la novela histórica. Además, serán las últimas presentaciones y charlas que haré hasta el otoño. Es tiempo de parar, leer con calma y, sobre todo, de volver a escribir. Así que, durante los próximos meses y en pleno verano, me refugio en mis cuarteles de invierno, quitándome de las calles.

Pero, antes del encierro… ¿quién se anima a viajar en el tiempo?

El viernes estaremos con Miguel Merino Rivas en nuestra querida, admirada, añorada y encantadora Salobreña, en ese templo de la cultura que es 1616 Books, con Antonio Fuentes, el Librero Loco, al mando de operaciones.

Miguel Merino

Allí hablaremos de la Grecia clásica, a partir de la novela “El enviado de Cronos: Puerta a la Hélade”, uno de los primeros títulos publicados por la editorial Esdrújula.

Y el miércoles 24 cruzamos otro vano diferente. En este caso, y de la mano de Nerea Riesco, traspasamos “Las puerta del paraíso” para conocer cómo eran las Córdoba, Sevilla y Granada de entre 1482 y 1492. Tierras de frontera, tiempos de guerra y personajes al límite.

Nerea

Dos ocasiones para disfrutar de una charla amena e ilustrativa sobre diferentes períodos de la historia, de la mano de dos novelas que, en boca de sus autores, lucen más y mejor.

¡Apunten, apunten!

Los días 19 y 24 de junio, tenemos una cita con Miguel Merino, Nerea Riesco, Alejandro Magno, Boabdil, Aixa y un etcétera tan largo como seáis capaces de imaginar.

¡Seguimos!

Jesús Lens

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La Vida en Serie & Granada Noir

Hace unas semanas, cuando se acercaba Granada Noir y como homenaje al género negro, cuatro tipos que nos tomamos La vida en serie nos reunimos en torno a un micrófono, en La Voz de Granada , para grabar el programa piloto de lo que, esperamos, será un proyecto estupendo e ilusionante, a partir de septiembre.

AQUÍ lo puedes escuchar, íntegro. 

En este piloto nos escucharéis a Alfonso Salazar Mendias Blanca Espigares Rooney , Jesus Palomo Munoz y Jesús Lens , hablar sobre The Sopranos , The Wire y Breaking Bad.

La vida en serierie

Hay música, algunos cortes con diálogo y, sobre todo, pasión, mucha pasión

Porque, como decíamos, nos tomamos la Vida en Serie… En este caso, en Serie Noir. AQUÍ la página de Facebook de La Vida en Serie. 

El logo, creación de Katha diseño gráfico, de aquella serie cinéfila que hicimos el año pasado.

Jesús Lens

Granada, tierra de encuentros e inspiración

Ahí va el artículo que publiqué en IDEAL hace un par de días, sobre Granada como tierra y lugar de encuentros literarios, creativos y vitales. ¿Qué te parece?

– Habría que pensar seriamente en venirse a vivir a Granada.

Esa frase, y otras del mismo jaez, se las he escuchado a tres o cuatro de los autores participantes en Granada Noir. Fuera paseando por el Albaycín o en las mesas redondas que se alargaban hasta bien entrada la noche; fuera tomando una cerveza en los Trasnoches o comiendo antes del inicio de cada jornada. Venirse a vivir a Granada.

Granada Noir IDEAL

Durante una semana, los muros del Museo CajaGRANADA han permitido la libre circulación de ideas y proyectos, han favorecido la venta de libros y el contacto entre autores y lectores, nos han hecho reflexionar de forma crítica sobre algunas películas y nos han hecho descubrir proyectos científicos nacidos en la Universidad de Granada con vocación universal y alcance global.

Pero, sobre todo, Granada Noir ha posibilitado que más de treinta escritores, guionistas, cineastas, editores y fotógrafos pasen unos días en una localidad recientemente declarada como Ciudad de la Literatura por la UNESCO, la primera capital española incluida en la Red de Ciudades Creativas de la Literatura.

Granada Noir Vanguardia

Durante la presentación de su novela, el escritor sevillano Juan Ramón Biedma recordaba cómo, en la génesis de la misma, estuvo una conversación mantenida en la Semana Negra de Gijón de hace unos años con un escritor mexicano que le habló de los zoológicos humanos. Hoy, “Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado”, además de ganar el Premio Valencia de Novela Negra, está despertando la admiración de todo el que tiene la fortuna de leerla.

Me gusta pensar que, a lo largo de la semana que ha durado Granada Noir, también han podido surgir ideas, proyectos, propuestas y tramas para futuras novelas, cuentos, obras de teatro, cómics, guiones y narraciones.

Granada Noir

Porque Granada es una ciudad que, además de conspirar, también inspira. Una ciudad que fomenta la creatividad y que invita y anima a escribir, a pintar, a componer y a fotografiar. Granada invita a soñar.

Tenemos la inmensa fortuna de vivir en una tierra que es imán para los creadores. Lo he podido constatar desde el primer momento en que Gustavo Gómez y yo lanzamos Granada Noir, con autores, editores, fotógrafos y lectores que han hecho un ímprobo esfuerzo por venir y acompañarnos. Y que, creo, no se han ido defraudados.

Tras unos frenéticos meses de trabajo e ilusión, lo que allá por febrero era un sueño, ya es una feliz realidad que, tras su primera edición, apunta al 2016. A la segunda edición de un Festival en que, corrigiendo errores y torpezas, volveremos a traer a Granada a lo mejor del género policíaco, en un formato multidisciplinar que permita combinar las muchas y diferentes disciplinas que el mismo abarca.

Granada Noir UNESCO

Granada Noir ha nacido para quedarse, con vocación de consolidarse como una de las citas imprescindibles del género en España. Con la mítica Semana Negra como referencia y con su concepto popular de cultura abierta, festiva y participativa como guía. Una cita con la difusión de la cultura y, también, con la reflexión crítica, con el análisis riguroso y con la creación artística.

Una cita que siga provocando pensamientos tan enorgullecedores como ése “Habría que pensar en venirse a vivir a Granada”.

Jesús Lens

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El Criadero

I was running for the door

I had to find the passage back

To the place I was before

Relax said the night man

We are programmed to receive

But you can never leave

The Eagles – Hotel California

 

 

A medida que el lector se adentre en la lectura de “El criadero”, la densa e intensa novela de Gustavo Abrevaya, con la que ganó el I Premio de Narrativa José Boris Spivacow en 2003; se sentirá como  el protagonista de la mítica canción de los Eagles. La canción hablaba de un tipo que encontraba refugio en aquel Hotel California que podía ser el cielo… o ser el infierno. Un hotel en el que fue bienvenido y en el que podía hacer el check out cuando quisiera. Un hotel, sin embargo, que nunca conseguiría abandonar por mucho que corriera a través de sus pasillos en Paradójica situación la que plantea “El criadero”, ya que todo comienza como una Road Movie, con lo que ello supone de libertad, espacios abiertos y camino por delante. Él es un cineasta que viaja en busca de un lugar tranquilo donde rematar el guion de su próxima película. Ella, su actriz fetiche, su pareja, su mujer, su amante, su adorable objeto de deseo.

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Desierto. Calor. Mucho calor. Y el coche que se estropea en mitad de ningún sitio. Pasan las horas. Y los nervios se desatan. Entonces aparece un tipo que les aconseja desplazarse hasta un pueblo cercano, aunque escondido y difícil de encontrar, mientras él hace Y allá van. Al pueblo. El pueblo. ¡Ay, el pueblo!

Al principio, todo en orden: tras haber pasado horas y horas a la intemperie, un baño siempre sienta bien. Y una cerveza fría, mejor. Pero las cosas empiezan a torcerse cuando, antes del amanecer, ella salga de la habitación… y ya no regrese. ¿A dónde fue? ¿Por qué? Y, sobre todo, ¿por qué no vuelve?

A partir de ahí, Gustavo Abrevaya sumerge al lector en una salvaje espiral que le arrastra al fondo de los abismos, siempre de la mano del protagonista de una novela que es como una pesadilla… de la que resulta imposible despertar.

Una pesadilla protagonizada por diferentes personajes, a cada cuál más amenazador, inquietante, perturbador y desasosegante. Algunos de ellos resultan incluso estrafalarios. Pero nunca dejan de dar miedo. Mucho miedo. Como esa especie de Kingpin que, de tan obeso, hasta para llevarse la comida a la boca necesita de la ayuda de su esposa.

Menos mal que, eso sí, el protagonista encontrará el apoyo y la ayuda de algunos residentes en el pueblo que tratan de aportar luz al enigma. Personajes como ese abogado, fullero y politoxicómano, al que cobramos afecto y cariño desde que hace su aparición en la narración.

Pero, en general, nos encontramos en territorio hostil. Muy hostil. Un territorio regido por una máxima difícil de aceptar: el Entendimiento. O, más bien, la falta de:

“¿Entendimiento he dicho? Cuidado. La turbulencia es el resultado de todo pensamiento. Es por eso que nadie sale vivo de aquí. Porque cuando pensamos, nos equivocamos, perdemos nuestro camino, quedamos a merced de las turbas…”.

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Así se expresa, en alta voz, otro de los próceres de la comunidad. Una comunidad famosa por albergar, también, un hogar para niños expósitos. Una comunidad en la que pasan cosas. Muchas cosas. Sobre todo, al caer la noche. Y ya sabemos que, desde tiempos inmemoriales, la noche es oscura y alberga horrores.

No.

No vamos a desvelar el nombre de los protagonistas ni el del resto de los personajes. Ni, por supuesto, el nombre del recóndito pueblo en el que acontece todo lo apuntado hasta ahora. Por no señalar, no señalaremos ni el país en que se halla. Porque queremos que sea el lector quién, desafiando al miedo y al terror, se deje tentar por la curiosidad y nos acompañe en la búsqueda de la mujer desparecida.

¡Le vamos a necesitar en esta Cruzada! Para unirse a ella, pinchar AQUÍ.