Buenas, soy Emilio Calatayud. Voy a decir algo que parece obvio: un adolescente de quince años ya no es un niño, pero tampoco es un adulto. Así que hasta los catorce van al pediatra y después pasan al médico de adultos. Pero ellos no acaban de verse ni en un lugar ni en otro. Creo que sería necesario crear la figura del médico especializado en adolescentes para que tuvieran una atención adecuada a sus necesidades físicas y psicológicas, que, repito, no son las de un niño ni las de un adulto. Igual en algún sitio ya existe. En ese caso, sería bueno que se generalizara. Creo que nos ahorraríamos algunos problemas. Y, ellos, los adolescentes, serían más felices.
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