Lamia, Premio Nacional del Cómic Noir

“Por su capacidad de innovación formal y estética, que aprovecha el andamiaje de una historia de género negro para relatar una parte de nuestro pasado, y por su tratamiento del papel de la mujer en dicho periodo”, reza el acta del jurado que le concedió al artista canario Rayco Pulido el premio más importante del tebeo español, en 2017.

“Lamia” es, efectivamente, un cómic de género negro que cuenta una investigación. O, para ser más exactos, dos. Por un lado, la policía investiga los crímenes que están aterrorizando la Barcelona de 1943, tal y como nos muestra una de las primeras viñetas del álbum, con un pasajero de autobús que lee el periódico y cuya primera plana alerta: “El asesino sigue suelto”.

Y a través de este enlace de IDEAL tenéis el artículo completo de El Rincón Oscuro de esta semana. Y, si no conectáis a través de IDEAL, está también aquí, en Calibre 38.

Jesús Lens

 

Vidas cipotudas

Reconozco que me lo pasé teta cuando se armó el follón de los escritores cipotudos, hará un año largo. Saben ustedes que abomino de lo políticamente correcto y que, precisamente por eso y aunque en muchas ocasiones no comulgue con sus tesis, esté a muerte con el cipotudismo intelectual, por lo que tiene de libre y de libertario. Por lo mucho que escuece e irrita en los tiempos melifluos de Mr. Wonderful y la autoayuda condensada en un sobrecillo de azúcar.

Por todo ello, me hizo enorme ilusión la llamada de Martín Domingo para proponerme hacer la presentación de un libro titulado “Vidas cipotudas”, de Jorge Bustos, Jefe de Opinión del periódico El Mundo, esta noche en el Lemon Rock, acto netamente cipotudo organizado por el Foro de la Magdalena.

“Momentos estelares del empecinamiento español”, se subtitula el trabajo de Bustos, publicado por La Esfera de los Libros y en el que se recogen treinta y cinco biografías de hombres y mujeres, compatriotas nuestros, que se empeñaron y se empeñaron y se empeñaron… hasta llegar a metas y logros inéditos en la historia de España. Y, en muchos casos, en la historia de la humanidad. Gente que, como dicen nuestros carnales mexicanos, lo hicieron a puro huevo.

No. El término cipotudismo no hace referencia, en el magnífico libro de Jorge Bustos, al atributo viril masculino. Es una variante del cojonudismo de Unamuno, para quien “el español tiene la mente cojonuda”, como recuerda Bustos. Se trataría, pues, de ir siempre más allá. Y una vez alcanzado el destino, seguir. Cipotudismo es no cejar, no ceder, no bajar los brazos ni rendirse jamás. Es no dar el brazo a torcer, no inclinar la cerviz, no contemporizar, no transigir.

Ahora que la expresión “darlo todo” ha alcanzado una insoportable banalidad, Jorge Bustos nos cuenta, de forma amena, divertida y con continuos guiños al presente de más rabiosa actualidad, las vidas de treinta y cinco españolas y españoles -alguno, mal que le pese- que sí lo dieron todo, de verdad, en pos de una meta que solo ellos sabían que no era inalcanzable. O que, si lo era, a ellos les dio igual.

De Viriato a Amancio Ortega, entre estas “Vidas cipotudas” se encuentra la de un granadino sin igual. Les invito, les reto a descubrir de quién se trata y qué logros alcanzó. Les gustará.

Jesús Lens