ÁFRICA SUFRE

Hace unos días, nuestra amiga Pinar me decía que siempre cuento las cosas bonitas y emocionantes de África. Mis viajes, las fotos que hacemos, las vivencias… pero que también hay muchas injusticias. Que habría que denunciarlas. Tenemos pendiente hablar de Congo, pero…

¿Compraron IDEAL este fin de semana? ¿Vieron el reportaje sobre el Chad?


Implica directamente a una asociación como Médicos Sin Fronteras, que tantas y tan buenas cosas hace por todo el mundo. Igualmente les dejo enlazada la respuesta que han dado desde MSF.

No voy a opinar nada sobre el tema, de momento, ni a hacer ningún juicio de valor. ¿Qué les parece a ustedes?

Jesús Lens, inquisitivo.

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MESAMADERO

Cada persona transmite sensaciones muy distintas, cuando te encuentras cara a cara con ella. Unas son excitantes, otras sensuales, aburridas, sosas, interesantes, divertidas, aterradoras, plúmbeas, reconfortantes… la variedad es casi infinita.

Hay muy escasas y contadas personas, sin embargo, que consiguen transmitir una sensación tan especial como difícil: la paz.

Paz, serenidad, sosiego, bienestar interior… personas dotadas de un aura especial que, cuando te acercas, te atrapa.

A mí, esa sensación, sólo me ha invadido cuando he estado junto a Muhamad Yunus, María, de Quéntar, y Antonio Mesamadero.


Mesamadero, ustedes lo saben, es uno de los dibujantes de IDEAL. Además, escribe unas estupendas columnas, libres y radicalmente independientes. Y dentro de muy poco debutará con un Blog para melómanos que hará las delicias de todos.

Nos vemos poco, Mesamadero y yo, aunque somos vecinos del Zaidín. Pero cada vez que te da un abrazo, notas cómo las pulsaciones bajan de ritmo, los problemas se desvanecen, las dificultades se relativizan y las cosas, en general, son más sencillas, fáciles y agradables.

Mesamadero es, sencillamente, una persona buena.

Hace unos meses, cuando tuve que cambiar de Blog, decidí abrir uno que se iba a llamar El Ágora.

Mesamadero tuvo la gentileza de hacerme este Logo, rico, brillante y fastuoso.

Luego, entre unos y otros me convencisteis de que iba a ser un título pretencioso, frío y poco adecuado para el espíritu que anima esta Bitácora, que terminaría llamándose Pateando el Mundo.

Le pedí mil excusas a Mesamadero, que las aceptó con la naturalidad de un buen amigo, lo que le agradezco enormemente.

Y como este domingo tuve la suerte de encontrarlo, de darle un abrazo y de charlar cinco minutos con él, volviendo a sentir la calidez de una buena persona, pues me apetecía contarlo y compartirlo con ustedes. Si los psiquiatras conocieran a Mesamadero, harían buena la famosa frase de “Más abrazos y menos Prozac”.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.