Sandrine Destombes: ‘Ritual’ de lo habitual

Hay mucho de malsano en ‘Ritual’, la novela más reciente de la autora francesa Sandrine Destombes, publicada por Reservoir Books. Tanto que, al empezar a leer, sin tiempo para situarnos en el tiempo y en el espacio, aparecen flotando en el Sena varios pies humanos, segados y atados con un cordel. 

La investigación caerá sobre los hombros de Martin Vaas, un capitán de la policía francesa casado… con su profesión. Tanto que, al ser destinado a París se instaló en un pequeño apartamento cerca del río, como en la canción de Radio Futura, para ser el primero en llegar al escenario del crimen o del delito de turno. Porque su demarcación es una de las más ‘turísticas’ de Francia: el entorno de la Isla de la Cité. 

Poco más sabremos de Vaas… al principio de la narración. Ni del resto de su equipo. Sandrine Destombes se marca un brutalísimo inicio ‘in medias res’ que es toda una declaración de principios: ¡acción, acción, acción!

En el Club de lectura y cine de Granada Noir comentamos esta tarde, en nuestra sede de Librería Picasso, una novela que va a dar que hablar. Y discutir. Porque ‘Ritual’ no deja indiferente y nos reconcilia con el procedural puro y duro después de varias lecturas tan variadas como diferentes, buena muestra de que el noir tiene caminos de lo más variopinto. 

Comenzamos el año lector con una atípica novela de espías como es la desopilante ‘Las reglas de Londres’, de Mike Herron. Seguimos con ‘El ancho mundo’ de Pierre Lemaitre, una novela de aventuras con varias subtramas de estafas y corrupción y con un serial killer operando a sus anchas. Y luego llegó el ‘Golpe de gracia’ de Dennis Lehane, protagonizada por la bostoniana Mary Pat, una madre de ascendencia irlandesa absolutamente desencadenada y empeñada en que no haya paz para los malvados. 

Hemos tenido que esperar a leer ‘Ritual’ para reencontrarnos con un policial canónico en el que la policía debe encontrar a un perturbado que secuestra a gente y le corta los pies… como arranque de otra serie de sevicias que no vamos a desvelar. ¡El ritual de lo habitual se agazapa donde menos lo podemos imaginar!  

Los protagonistas principales de ‘Ritual’ son el mencionado capitán Vaas y un enigmático personaje, ya veterano, encargado de ‘engrasar’ la investigación y de coordinar a los diferentes cuerpos policiales. Una figura que funciona casi a modo de coach, llevando más allá de sus límites, en todos los sentidos de la expresión, a los implicados en el caso. 

Y están los agentes de campo, entre los que destaca la joven e impetuosa Chloe, uno de esos personajes llamados a hacer cosas grandes. Hay otro veteranazo, más de vuelta de todo, y un jovenzuelo tan ácrata como impetuoso. La vida misma. Y está el forense, esencial en cualquier investigación que se precie. Y ojo al juez, que tiene tela por cortar. 

Como verán, apenas he contado nada sobre la trama, más allá de esos pies cortados que desencadenan la acción. Les invito a descubrir y a conocer, sobre todo, a los sospechosos. Ahí es donde brilla con luz propia la turbiedad propia de una Sandrine Destombes particularmente macabra y retorcida. Una luz muy negra, como podrán apreciar si se adentran en esta lectura. 

Una lectura que arranca muy heavy metal, como hemos comentado. Hasta la mitad, en formato de capítulos cortos, avanza más morosamente. Pero a partir de ahí y hasta el final, es puro vértigo y adrenalina, imposible dejar de leer hasta desentrañar los secretos que alberga el siniestro ‘Ritual’ planteado por la autora. 

Jesús Lens

Somos adictos al crimen… literario

Con ocasión de la Semana Santa me concedí una tregua lectora y aparqué el noir durante unos días. Me entregué a la ciencia ficción, el otro género que más disfruto de un tiempo a esta parte. Leí seguidas ‘La vieja guardia’, de John Scalzi; que me encantó y ‘Proletkult’, del colectivo italiano Wu Ming. Llevaba tiempo queriendo leer algo de ellos, pero me ha parecido, si no panfletaria, sí demasiado discursiva.

También disfruté de ‘Rodaje’, una novela sobre cine del director Manuel Gutiérrez Aragón que transcurre en un intenso puñado de horas, entre cafés, bares, salas de cine… y comisarías de policía. Son los estertores del franquismo, Berlanga rueda ‘El verdugo’ y un joven guionista trata de terminar su primer libreto. Muy buena. No se la pierdan. ¡Y también cayó el ‘Gordo de feria’ de Esther García Llovet, una de las escritoras más inclasificables de nuestro país! Su estilo propio, marca de fábrica, la hace inconfundible.

Antes de este interludio había terminado ’64’, de Hideo Yokoyama; y ‘Salamandra’, la extraordinaria vuelta al policial de nuestro paisano José Abad. De ambas escribiré largo y tendido próximamente, pero hoy quiero comentarles los títulos previstos para los próximos meses en el club de lectura Adictos al crimen, impulsado por Penguin Random House y la librería Picasso, por si les apetece apuntarse.

Tras una larga e ilustrativa conversación con Claudia Piñeiro, que se conectó desde Buenos Aires para hablar sobre ‘Catedrales’, una perturbadora novela que nos ha dejado sin aliento; este mes cambiamos de tercio y leemos a Nagore Suárez y ‘La música de los huesos’.  Se trata de una novela negra muy millenial en la que la mensajería instantánea, los festivales de música y las nuevas tendencias tienen mucho protagonismo. Con decirles que uno de los personajes bebe kombucha, el fermentado de té que tan de moda está…

Seguiremos con ‘1794’, la esperadísima continuación de ‘1793’, del escritor nórdico Niklas Natt och Dag. Novela a caballo entre lo negro-policial y lo histórico, perfectos engranajes espacio temporales que te transportan, literal y literariamente hablando, a la ciudad de Estocolmo que, a finales del XVIII, se debatía entre una estructura casi feudal y los aires de cambio provocados por la Revolución Francesa.

Hace unos meses decíamos que la ciudad de Estocolmo huele en estas novelas. Huele el cieno de sus canales. Huele el sudor de los trabajadores. Huelen los restos de vino acumulados en la barra de los garitos más infectos.

Así describíamos a los protagonistas, a quienes queremos seguir acompañando en sus investigaciones: la dialéctica entre la razón y la fuerza, entre el rigor científico y la contundencia de los puños desnudos, entre la deducción y la implosión; está perfectamente representada por la dupla protagonista: el tísico y delicado Winge y el bruto de Cardell. Como en tantas novelas y películas antes, el recurso de la pareja de socios a la fuerza funciona a las mil maravillas. Resultan tan distintos como complementarios. Guantes de seda y puños de acero para abrirse paso en una sociedad compleja e igualmente contradictoria, cargada de prejuicios y que, aferrada a la tradición, se resiste a cambiar.

Ojo a la nueva edición de un clásico del noir contemporáneo: ‘Mystic River’, de Dennis Lehane. Será la siguiente en la lista y nos permitirá hacer ese juego que tanto nos gusta: comentar la novela y, de seguido, su adaptación cinematográfica, dirigida nada menos que por Clint Eastwood y atesoradora de dos Óscar y seis nominaciones. Se trata de un ejercicio de lo más estimulante. Y ya en julio, antes del parón del verano, le llegará en turno a ‘Madame B’, de Sandrine Destombes. ¿Nos acompañan?

Jesús Lens