Festival de Jazz de Granada 2012

Cuando estuvimos en Nueva York, hace unos meses, nos hinchamos a escuchar jazz en algunas de sus míticas salas, del Standard Jazz al Blue Note, pasando por el Birdland. Tal y como contamos aquí, disfrutamos todo lo que se puede disfrutar. Y más. Sin olvidar el jazz en Harlem.

Pero como el ser humano es insaciable y, además, ansioso a más no poder, me quedó una cierta frustración cuando ví que en una de esas salas, a la semana siguiente de irnos, tocaba el trío de Vijay Iyer, el que para mí es el pianista del momento. (Atentos a este enlace, hablando de su compromiso creativo)

En esa joya por satélite que es el Canal Mezzo pillé a principios de año uno de sus conciertos y, durante meses, fue mi música recurrente, hasta que me cambié al African Sound. ¡Pedazo de concierto, con momentos de una exhuberancia majestuosa pespunteados por otros, minimalistas total!

La prueba de fuego: el disco. “Accelerando”, se llama. Comprado y… ¡¡¡¡Oh, sí!!!! Un disco prodigioso, lleno de matices. Solo ver la portada, entre el rojo rabioso y el blanco inmaculado, ya da una muestra de cómo es Iyer.

A lo largo del año, a este monumental pianista le han galardonado con algunos premios: Mejor Artista, Mejor Álbum, Mejor Grupo, Mejor Pianista y Mejor Compositor.

¡Toma ya!

Antes del Festival de Jazz en la Costa, como el que le pide algo a los Reyes Magos, le decía a Jesús Villalba que sería una pasada tener aquí a este monstruo.

Y, ¿sabéis? ¡Los Reyes Magos existen!

Porque este noviembre, Vijay Iyer estará tocando en el Festival de Jazz de Granada.

¿Qué os ha parecido esa versión del “Human Nature” de Michael Jackson?

Yo creo que podría escucharla diez veces seguidas. Sin cansarme.

Pero es que, además, este mes de noviembre tendremos a Omar Sosa, tal y como anticipamos hace unos días. Y viene en este maravilloso formato. ¡Flipad, con el homenaje a “Graceland”!

Pero eso no es todo. ¡Aun hay más!

¿Quién el saxofonista más caliente del latin jazz mundial? ¿Quién incendia todos los escenarios por los que pasa?

¡Paquito D’Rivera!

Pero… ¡es que la cosa sigue! Mirad AQUÍ el Programa Central. Las entradas y abonos, desde el 10 de octubre.

Van a volar. Así que, no os lo penséis.

Gracias, a la Diputación de Granada por seguir apostando por el mejor jazz del mundo. Gracias a Mariche y Jesús, de la Oficina Técnica de Jazz. ¡Sois los mejores!

Y gracias a los patrocinadores, mi CajaGRANADA y “mis” Cervezas Alhambra. ¿Qué sería de la cultura en Granada, sin ellas?

Jesús emocionado Lens

Ahora, a ver qué blogueamos los pasados 9 de octubre: 2008, 2009, 2010 y 2011.

Omar Sosa vuelve al Festival de Jazz de Granada

¡Colosal! Uno de los pianistas más versátiles, especiales, espaciales y sorprendentes del mundo vuelve a tocar en Granada, en el Festival de Jazz del 2012. Y lo hace en este formato:

Bonito, ¿verdad? Como dice nuestra querida Mariche, Alma Mater del Festival, junto a Jesús Villalba: «llena de belleza, lirismo, paz, elegancia, optimismo y esperanza; lo que necesitamos en estos tiempos tan convulsos de crisis y lamentaciones».

¡Qué razón tienes, Mariche!

Gracias al Festival de Jazz de Granada por seguir en la brecha y traernos momentos sublimes como este. No puedo imaginar el trabajo que estará costando montar un Festival digno, con los recortes y las crisis. ¡Ánimo! Estamos con vosotros y ardemos por comprar los abonos, tan pronto se pongan a la venta.

Porque llega el otoño y el otoño, en Granada, huele a jazz. Un otoño que viene presidido, esperamos, por este homenaje a Graceland, de Paul Simon. ¡BRUTAL!

Jesús jazzeando Lens

¿Y los 22 de septiembre de 2008, 2009, 2010 y 2011?

Tengo mucho que ver

– Así que, tienes tres días para verlo.

En realidad, eran dos días y medio.

Por razones que no vienen al caso, y sabiendo que soy un topo tecnológico, sé que lo que no vea en ese plazo, seguramente no lo veré más. Me cambian el iPlus en que tengo guardadas y almacenadas películas, conciertos, cortometrajes, documentales… ¡y mis terapéuticos programas del Stand Up Comedy de la HBO, que cuando estoy venido a menos, me levantan la moral igual que el Viagra resucita hasta al colgajo más moribundo que se pueda imaginar.

Ayer por la tarde vi el tercer episodio de la segunda temporada de Boardwalk Empire, que me está gustando mucho más que la primera. Ver a Nucky en apuros, la oscuridad y la violencia de esta tanta de episodios me está encantando.

Vi un episodio mediocre de la desigual “Person of interest” y un documental sobre el pianista cubano de jazz Omar Sosa y su gira por África y cuando las obligaciones laborales me permitieron volver a la pantalla disfruté cada segundo de un documental colosal: “Dirigido por John Ford”, de Peter Bodganovich.

Esta mañana, apenas ojeada la prensa, me emocioné con una joya excepcional que me hizo recordar una de esas frases que hay que tuitear, sí o también: “Entre los Rolling y los Beatles, yo siempre me quedaba con los Doors”.

En serio, hay que ver “When you are strange”, de Tom DiCillo. Cada fotograma, cada canción, cada conversación, vale su peso en oro. ¿He dicho ya que es una joya?

Pues, después, me enfrenté a otro genio, a sus manías y a su afán desmedido por la perfección: “Las cajas de Stanley Kubrick”, un legado maravilloso para los amantes del cine. Hay un momento brutal, que define su forma de entender el cine: en el tiempo en que tardó en documentarse para una película sobre el Holocausto, Spielberg se documentó, escribió la historia y dirigió “La lista de Schlinder”. Tras verla, Kubrick desechó su proyecto: la película de Spielberg era condenadamente buena…

He enlazado, sin solución de continuidad, con “La década que revolucionó el cine”, de Ted Demme; un extraordinario repaso al cine de los 70 que dan ganas de empezar a rebuscar en mi videoteca y ponerme a ver una y otra película.

Pero, como diría Jack Bauer (¿qué vamos a hacer con los dos últimos episodios de la última temporada, por favor?) NO HAY TIEM-PO.

Me queda por ver un documental sobre Dalton Trumbo. Otro sobre Chet Baker y un tercero sobre Scorsese.

Y lo que os rondaré, morenos.

Con un alto solo para correr, que el día obligaba a ello, ahí estamos, teniendo mucho que ver. Y viéndolo.

¡Seguimos!

Jesús orzuelazo Lens

PD.- Los últimos 17-D, fijo que no fueron como éste. 2008, 2009 y 2010.

SENEGAL: RAY LEMA

Ayer hablábamos de Omar Sosa (que, o no os ha gustado o no lo habéis escuchado, malandrines) y hoy vamos con otro de los tipazos que tocaron en Dakar: Ray Lema. Por alguna razón, yo estaba convencido de que Lema hacía rumba congolesa. Y no estoy de coña, aunque sea 28-D. Pero no. Ray Lema es congoleño y toca el piano como Dios. Esa fue la primera sorpresa de la noche. La segunda vino dada por el bajista que le acompañó en el concierto: Ettiene Mbappe, un soberbio músico al que vimos en Granada, hace años, tocando con Joe Zawinul.

Pero la tercera sorpresa fue la más especial: el homenaje de los músicos a Alí Farka Touré, el guitarrista maliense, padre del Blues africano. La canción es ésta y, como veréis en el vídeo, respira África por los cuatro costados. Porque Alí estuvo, hasta el final, en su granja de Niafunké, a orillas del Níger. Y su legado es majestuoso. En el Festival del Desierto que disfrutamos hace unos años, como decíamos AQUÍ, el espíritu de Farka Touré, recién fallecido, estaba a flor de piel. Hoy, su espíritu sigue vive.

Gracias, Ray Lema. Gracias, Dakar.

Jesús, nostalgioso Lens.