Un premio Cervantes en Granada

No fue el mejor día para tener en casa a todo un Premio Cervantes, pero salió muy bien. El jueves 2, tras el festivo y a las puertas del fin de semana, con todas las alarmas encendidas por la ciclogénesis explosiva; un buen puñado de gente desafió a la comodidad y al tiempo y se vino a escuchar a Sergio Ramírez.

Cómo me gusta esa gente. La que siempre está, en persona y de verdad. La que dice sí a cualquier locurilla que le planteas. La que suma, empuja y ayuda. La que participa. La que comparte. La que no pide nada a cambio. Gente con la que irías al fin del mundo. Por la que te partirías la cara. La que revela su mejor cara y se rebela contra la abulia existencial, la tentación del sofá y el mañana será otro día. 

El mejor regalo que alguien te puede hacer es su tiempo, el bien más preciado que tenemos. Sobre todo, a partir de cierta edad. Su presencia activa, su compañía, su aliento presencial. Y más en Granada, donde la actividad cultural no cesa y nos disputamos encarnizadamente a cada lector y espectador. 

Las decenas de personas que escucharon a Sergio Ramírez en conversación con Men Marías en el 4U Hostel, eso sí, tuvieron el privilegio de disfrutar de una charla de altísima altura intelectual, social y política. Los Encuentros Especiales Cervezas Alhambra de Granada Noir brindan ese marco incomparable que es el bar para hablar y escuchar. 

Con el 4U hasta los topes, durante una hora no se oyó ni una mosca. Men Marías y Sergio Ramírez repasaron la trayectoria literaria del escritor nicaragüense, con especial atención a su trilogía negro-criminal protagonizada por Dolores Morales, ojo al nombre. Y se habló, mucho, de la deriva neocons, esotérica y totalitaria del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Antes, en el Palacio de los Condes de Gabia de Diputación, flipamos con el extraordinario documental ‘Patria libre para vivir’, de Daniel Rodríguez Moya, en el que vemos a figuras referenciales de la izquierda como Noam Chomsky o Pepe Mujica denunciar a un gobierno populista y fascista. Una jornada para el recuerdo. Y las que siguen en las que les esperamos. Programa completo de actividades de Granada Noir, AQUÍ

Jesús Lens

Tres escritoras granadinas en el Top Noir

Esta semana llevamos más preguntas que respuestas. Y, al final, verán que soy un malafollá de tomo y lomo. Pero empecemos por el principio. ¿Sabían ustedes que la escritora May R. Ayamonte ha sido la autora que más ha vendido en la Feria del Libro de Granada, una de las más importantes de España, como se vanaglorian nuestras autoridades? Autora en un sentido amplio: es quien más ha vendido por encima de cualquier otro escritor. O escritora. La feliz información la ha suministrado la propia organización del evento literario. Y es que el lanzamiento de ‘Las aguas sagradas’ ha sido un bombazo y ‘Las niñas salvajes’ sigue dando guerra.  

¿Sabían ustedes que ‘Lo que arrastra la lluvia’, de la granadina Men Marías, se encuentra en lugar destacado de todas las grandes librerías de España? ¿Sabían que este fin de semana, May y Men estuvieron en La Mancha Negra, participando en una mesa redonda sobre salud mental y novela negra con Occimorons, alias de otro granadino que arrasa en las librerías? Porque ‘Esas cosas que nos pesan’, el cómic del psicólogo Pablo R. Coca, ha vendido más de 10.000 ejemplares. ¿Saben ustedes la barbaridad que es eso? Pues eso pasa en Granada. Y desde Granada. 

¿Sabían ustedes que la propia Men Marías llegó a Ciudad Real procedente de Valencia Negra, donde compartió otra mesa redonda con otra de las nuestras, Clara Peñalver, y que la sala estaba a reventar de público? ¿Sabían que Clara, además de triunfar con su novela ‘La importancia de tu nombre’, lo está petando en los diferentes Caixa Fórum de España con sus actividades en torno a la magna exposición sobre tatuajes? ¿Y que sus podcast en la plataforma Caixa Fórum + también son un éxito? ¿Y que está desarrollando proyectos de ficción sonora para Planeta?

¿Saben que en La Mancha Negra nos presentaron como una mesa de granadinos? ¿Y que, en Valencia, Men y Clara hablaron en clave ‘Granada Connection’? ¿Y que tienen por ahí otra propuesta de un gran festival de género negro para hablar apelando al terruño, a su tierra de nacimiento y adopción? Granadinas por el mundo literario más top de este país.

 Les hago estas preguntas a ustedes, estimados lectores, para ver si entre todos conseguimos que les lleguen a los políticos en campaña, gestores culturales y administradores varios del cotarro literario de esta nuestra tierra. Porque tengo la sensación, y algo más que la sensación, de que a tres escritoras superlativas que viven y trabajan aquí, que escriben sobre Granada y que publican en las grandes editoriales españolas; se las valora mucho más por ahí fuera que en casa. Para variar.

En Ciudad Real me tocó moderar la mesa redonda ‘granadina’ sobre salud mental y novela negra. Tenía preparada una pregunta para May R. Ayamonte, Men Marías y Pablo R. Coca ‘Occimorons’ sobre la importancia y la presencia de Granada en su obra, convencido de que este tipo de charlas hacen más por promocionar nuestra provincia que cinco kilos de folletos en Fitur. Aproveché para echar un vistazo a las redes sociales, a ver si alguna institución cultural de estos lares se había hecho eco de la presencia de May, Men y Pablo por esos mundos. Nada. Rien de rien. Cero patatero. Silencio absoluto. 

Les confieso que me mosqueó. Opté por dejar la pregunta en el tintero y centrarme únicamente en las tramas y personajes de los libros, sin hacer referencia granadinista alguna. Llámenme malafollá. Que lo soy. Pero creo que con razón. 

Jesús Lens

La salud mental entra en escena

Les escribo mientras May R. Ayamonte, Men Marías y un servidor volvemos de Mancha Negra, el festival cultural de Ciudad Real en el que hemos hablado sobre salud mental y novela negra junto a Pablo R. Coca, conocido como Occimorons por su trabajo como viñetista. Cuatro de Granada en una misión. ¿Han visto ustedes lo de Occimorons? ¡Ojocuidao ahí! Más de 10.000 ejemplares de su cómic ha vendido, que se dice pronto.

Lo mejor de los festivales es la cantidad de deberes que me traigo, empezando por las ficciones sonoras (y menos ficciones) de Mona León Siminiani y los documentales de su hermano en Netflix dedicados a aquella atrocidad que fueron Alcàsser y los atentados de las Ramblas. Les recomiendo, por cierto, su corto ‘Arquitectura emocional 1959’, ganador del Goya de este año.

El descubrimiento de Paz Velasco ha sido deslumbrante y su charla sobre las cartas que ciertos asesinos en serie han enviado a medios de comunicación y a la policía fue brutal, en todos los sentidos. El dato de que hasta el 3% de la población entra dentro del espectro psicopático es aterrador. Eso no significa que todos sean asesinos. Mucho se habla de esos perfiles en puestos de responsabilidad como CEOs o responsables de recursos humanos de ciertas empresas. La frialdad, la falta de empatía… El ‘From Hell’ de Alan Moore tiene que volver a caer. Y los propios ensayos de Paz, claro.

El tema de la salud mental cada vez ocupa más espacio en todos los órdenes. En el Noir, sin ir más lejos. De eso escribiré el martes en El rincón oscuro, la sección semanal que este periódico dedica a la cultura negra y criminal. ¿Piensan ustedes que le prestamos suficiente atención a ese tema? Por ejemplo: la tasa de suicidios se ha incrementado de una manera alarmante y ya es la primera causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. Demoledor.

Jesús Lens

Men Marías y ‘Lo que arrastra la lluvia’

Inflación desbocada, subidas de tipos de interés y, por tanto, de las cuotas hipotecarias. Reducciones de plantilla en empresas y negocios o, por decirlo eufemísticamente, optimización de recursos humanos. Está pasando. Y pasó durante la salvaje crisis que se desencadenó en 2008 y terminó de reventar en 2010. 

¿Qué ocurre si una mujer de mediana edad se queda sin ahorros y no cuenta con colchón familiar en un contexto como ese? Que le pregunten a Marina, la coprotagonista de ‘Lo que arrastra la lluvia’, la novela más reciente de la escritora Men Marías, publicada por Ediciones B. 

Marina se vio en la calle de un día para otro en aquel no tan lejano 2010 y Men Marías se mete en su cabeza y en su cuerpo para contar al lector qué se siente, cómo se sobrevive cuando no tienes nada. La primera parte de su novela resulta dura, muy dura. Nos hace ponernos en la piel de los demás. De los más desfavorecidos. De quienes tienen poco menos que nada. 

Entonces aparece Carmen. Es lo que podríamos definir como un ser de luz. Le abre las puertas de su casa a Marina y la integra en su vida. Un proceso que no será fácil, con marido e hija adolescente que escribe un blog y un entorno familiar, social y profesional muy exigente. Carmen hará todo lo posible por ayudar a Marina a normalizar su vida. También hará lo improbable. Y hasta lo imposible. Los seres de luz son así… de insaciables. Y la intensidad creciente de su brillo puede terminar cegando al más pintado. Ahí lo dejo. 

‘Lo que arrastra la lluvia’ es una novela que interpela al lector de forma muy directa. Como no habla de mafias internacionales y en su trama no hay persecuciones vertiginosas, la narración hace que varias veces se pregunte: “¿y yo qué haría en una situación así?”. No es cuestión baladí… 

Un par de semanas atrás tuvimos a Men Marías en la reunión mensual de nuestro club de lectura de Adictos al crimen en la librería Picasso. Fue curioso porque Carmen, para tratar de ayudar a Marina, la incluye en su propio círculo literario, donde comentan novelas clásicas como ‘La metamorfosis’, ‘El extranjero’, la grandiosa ‘El doctor Jekyll y Mr. Hyde’ y ‘Así habló Zaratustra’; que sirven a la autora para contarnos el propio proceso de transformación de sus personajes. Un recurso metaliterario de lo más atractivo, que somos lo que leemos.

Men nos habló la génesis de la novela, que estuvo en la mirada de Rocío, una persona de la calle a la que conoció y frecuentó durante un tiempo; y pasamos una hora larga conversando sobre el bien y el mal, la bondad y la maldad en estado puro y de lo contradictorio de las relaciones humanas. De los riesgos de abrir las puertas a un desconocido, en un sentido real y también metafórico. De qué nos hace humanos. De los peligros de la sobre exposición pública, la inocencia de la juventud, los aprovechados y el acoso. Muchos temas muy diferentes en una novela negra muy poco convencional. 

Adictos al crimen en Librería Picasso de Granada

Men Marías, Clara Peñalver y May R. Ayamonte, que tiene nueva novela en ciernes, conforman un imprescindible tridente noir en la narrativa negra española contemporánea. Sus protagonistas y sus tramas son muy poco habituales en el género, aportándole un necesario soplo de aire fresco. Las tres son de fuera de Granada y, por distintas razones, las tres han elegido vivir y escribir en nuestra ciudad. Uno de esos lujazos que conviene destacar. 

Jesús Lens

Lectores del futuro presente

Nunca he olvidado aquella conversación en el patio de butacas del teatro Isabel La Católica con Ana Gámez, cuando era delegada de Cultura y Educación de la Junta. Hablábamos de lo lucido de esa cultura glamurosa que tan bonica sale en las fotos, entre lujos y oropeles, aunque la precariedad y la inseguridad sean su máximo común múltiplo. 

“Pero sin educación no hay cultura. Nunca te olvides de eso, Jesús”, me dijo Ana. ¡Qué razón tenía! La base para que una sociedad sea culta, informada y leída, para que sus ciudadanos vayan a museos, conciertos y al cine; es la educación. Me lo grabé a fuego.

El pasado lunes arrancaba la semana en un instituto del Zaidín con la propia Ana y con mi querida Puri Manzano. Y con Mariela y Agustín. Alumnas y alumnos de los IES Alhambra, Veleta y Pulianas se reunían para hablar sobre la novela ‘Será nuestro secreto’ de Empar Fernández. La autora, reconocida este año con el Memorial Antonio Lozano de Granada Noir, tuvo un primer encuentro con la chavalería el pasado noviembre. Ahora tocaba poner en común la lectura. 

Ana y Puri tuvieron la gentileza de invitarme. En realidad, no tenía mucho que aportar. Iba de libre oyente. Eran ellas, Mariela y Agustín los encargados de conducir la conversación, de preguntar y tirar de la lengua a una chavalada algo tímida al principio, pero mucho más locuaz a medida que pasaban los minutos. ¡Y qué bien se habían leído el libro! Sobre todo porque habían ido teniendo el estímulo constante de sus profes durante el proceso de lectura. 

Salí fascinado camino del Ayuntamiento, donde presentábamos el festival Gravite. Mientras caminaba no dejaba de pensar en su imprescindible labor. Y me acordaba de Cecilia, mi maestra en la segunda etapa de la EGB y bibliotecaria en el colegio de CajaGranada. Y de mi madre, Maria Julia, claro que sí, profesora de Lengua y Literatura en el Sagrado Corazón. 

Fueron ellas quienes me metieron el veneno de los libros. Gracias a ellas, esta tarde acompañaré a Men Marías en la presentación de su magnífica novela ‘Lo que arrastra la lluvia’ en el Gran Café Bib-Rambla y ayer departí con Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales en BCNegra sobre su magistral ‘Blacksad’.   

Encuentros como Gravite o Granada Noir cobran todo su sentido si también llegan a ese público joven. Y para ello, el concurso de personas como Ana, Puri, Agustín y Mariela es esencial. ¡Gracias por estar siempre ahí!

Jesús Lens