Pepe Viciana en el Club Magic

Hoy miércoles, desde las 22.30 horas, la Asociación de Jazz Ool Ya Koo presenta en su programación semanal al “Pepe Viciana Quartet”, encabezado por el saxofonista almeriense Pepe Viciana, uno de los padres del jazz andaluz contemporáneo desde que montara su primer cuarteto.

 Viciana saxofón

Viciana comenzó sus estudios de música con 4 años, de la mano de su padre. A los 11 años ya tocaba en la Banda Municipal y, desde los 14, empezó a actuar como solista. Grado Superior de Clarinete y Música de Cámara por el Conservatorio de Granada, con las máximas calificaciones, Pepe Viciana ejerció como profesor entre los años 1994 a 1997.

Además de saxofonista y clarinetista, Pepe Viciana también toca el piano y por su cuarteto han pasado, en estos años, buena parte de los mejores músicos de jazz andaluces, además de haber compartido escenario con leyendas del jazz nacional e internacional, como Perico Sambeat o Joe Lovano. Además, estuvo en el origen de la formación de la Big Band Ual Jazz, formada con la Universidad de Almería en 2001 y con la que grabó un disco en directo que cosechó los parabienes de la crítica.

 Viciana Almería

A Viciana siempre le ha gustado dar a conocer y difundir el legado de los maestros del bebop como John Coltrane, al que homenajeó en una serie de conciertos hace unos meses. Otro de sus referentes es Charlie Parker. Para la difusión de la obra de Bird, Viciana forma parte del colectivo Parkerland.

Además de componer música clásica, Pepe Viciana ha montado un nuevo cuarteto, en el que le acompañan J.M. Pedraza al piano, Bori Albero al contrabajo y Sergio Díaz a la batería; con quienes actuará el miércoles en el Magic Club, presentando en directo su nuevo proyecto musical.

 Viciana

Sobre Ool Ya Koo y el Club Magic

La Asociación Ool Ya Koo tiene como objetivo el promover la divulgación, conocimiento y disfrute de la música de jazz -y otros géneros musicales afines- entre los ciudadanos así como potenciar la música de jazz en directo. Además, Ool Ya Koo quiere cultivar la unión y el intercambio de ideas entre aficionados, músicos y asociaciones afines, estableciendo vínculos y favoreciendo la realización de actividades conjuntas y fomentando la creación de nuevos aficionados entre la infancia y la juventud.

El Club Magic, en los bajos de la Plaza de Toros, se ha convertido en el templo por excelencia del jazz en vivo en Granada, albergando la programación semanal de conciertos de la Asociación Ool Ya Koo y colaborando con el Festival de Jazz de la ciudad, además de ofrecer música variada y adaptada a todo tipo de público a lo largo de la semana y los fines de semana.

En palabras de Juan Carlos Cifuentes, Cifu, mítico director del programa “Jazz entre Amigos”, el Club Magic hace honor a su nombre: hay magia en el ambiente.

Jesús Lens

Firma Twitter

Chano Domínguez en Granada

Por una vez (sin que sirva de precedente) me voy a quedar mudo. Me remito a este artículo, de hace un año, cuando estuvimos viendo a Chano Domínguez en Nueva York. Y a este encendido canto a la importancia de los Clubes en Granada, como ese Granada Jazz Club que ya se ha ganado un huequito en nuestro corazón, por derecho propio. Las palabras, sobre el concierto que Chano Domínguez y Francis Pose dieron el pasado viernes, en dicho garito, las ha escrito Juanma Cid y ya las podemos leer AQUÍ.

Yo solo voy a decir una cosa: el jazz, en un Club, a pie de escenario, tiene una magia especial. Reconforta el espíritu y constituye su esencia más pura.

Estamos dejando unos cortes del concierto de Chano con Francis Posé al contrabajo, que captamos a pie de escenario. Y esta imagen, que el mismo Posé tuvo la gentileza de tomar, en el camerino:

Jesús Lens Chano Domínguez

Porque, ¿quiénes tuvimos  la suerte de estar donde dice nuestro querido Juanje que se podía estar?

Chano Domíngez Granada

¡Salud y Jazz!

En Twitter @Jesus_Lens

Y los 17 de marzo, que publicamos esto: 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012.

Miércoles de jazz

Hoy es miércoles. Hoy, por tanto, toca jazz. Porque, como decíamos en este artículo, hay que ir. Y vamos.

También es verdad que el pasado viernes, en el maravilloso Fusión de Salobreña, toco jazz. ¡Qué grande, el garito de nuestros Paco y Concha! Y qué grande, Ernesto Aurignac.

Y el sábado, tocó jazz. De otro estilo. En el Granada Jazz Club.

Y hoy toca el jazz manouche, el jazz gitano, en el Magic.

Y el viernes toca jazz…

Pero esa es ya otra historia.

Be Jazz, My Friend!

Y ahora, vas y me sigues en Twitter: @Jesus_Lens  Yeah, yeah!

O ves lo que publicamos los 13 de marzo de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012.

Jazz en Granada: Magic Club

Arrancamos una nueva serie, sobre jazz en Granada. Y lo hacemos poniéndole música al viernes. Con dos cortes del concierto del José Ignacio Marula Trío, del pasado miércoles, en ese templo del jazz en que se está convirtiendo el Magic, gracias a la Asociación Cultural Ool Ya Koo Jazz Granada. Uno de los cortes está borroso, pero es muy energético. Y el otro… ¡ay, el otro! El otro es un clásico que siempre tiene un sabor especial cuando se escucha alrededor de la media noche…

 

 

@jesus_lens , por si eres uno de los usuarios de Twitter que gusta de seguir a determinados Sospechosos Habituales.

 

 

El mito del eterno retorno retorno del jazz a Granada

El sábado publiqué este artículo, en IDEAL, sobre el recién terminado Festival de Jazz de Granada. Aquí viene felizmente ilustrado con las iPhotografías de mi Cuate Pepe, discretamente tomadas en diversos conciertos. A ver qué os parece: 

¿Cómo? ¿Qué ya se ha terminado? ¿Es posible? ¡Si apenas había comenzado! Y, sin embargo, Paquito D’Rivera y el quinteto Cimarrón echaron el pasado domingo el cierre a la edición del 2012 del Festival de Jazz de Granada, con un concierto de música clásica cubana que entusiasmó a un público entregado de antemano.

 

Menos mal que nos quedan los trasnoches. Y los clubes. Y las asociaciones. Y las bandas y orquestas. Pero esa es, felizmente, otra historia sobre la que volveremos pronto. Muy pronto.

Si por algo se ha caracterizado el Festival de Jazz de Granada, a lo largo de su ya larguísima trayectoria, es por haber permitido que los mejores músicos del mundo tocaran en la ciudad nazarí. La nómina de artistas que han pasado por los distintos escenarios de nuestra ciudad daría para escribir la más completa antología del mejor jazz de final del siglo XX y principios del XXI.

 

Y la edición de este año, a pesar de todos los pesares y de los brutales recortes realizados en Cultura, no ha sido una excepción. Menos conciertos, menos detalles para los abonados, más concentración. Pero la misma calidad. O mejor. Porque ha sido un privilegio, además de escuchar al saxofonista cubano, haber tenido la ocasión de rememorar el legado de Miles Davis gracias a esa banda que fue “Miles Smiles”, de seguir las huellas mestizas de Jorge Pardo o de extasiarnos con el potencial de la trompeta de Roy Hargrove y sus imposibles Adidas trajeadas pateando el patio de butacas de un Isabel la Católica abarrotado en cada concierto.

 

Pero si hubo dos joyas, dos diamantes, dos conciertos para el recuerdo en esta 33 edición del Festival de Jazz, fueron los protagonizados por el trío de Vijay Iyer y el dúo conformado por Omar Sosa y Paolo Fresu.

No fue fácil el concierto del pianista norteamericano de ascendencia tamil. Aunque comenzó de forma abrasadora con uno de los temas de su último trabajo, “Accelerando”, pronto se deslizó por paisajes sonoros más sosegados, técnicamente complejísimos y sin una concesión o alarde que enardeciera al público. ¡Y mira que podía, como demostró en la arrolladora segunda parte de un concierto impecablemente engarzado, con versión del “Human nature” de Michael Jackson incluida!

 

Y nos quedan Sosa y Fresu. O Fresu y Sosa. Lo suyo sí fue un alarde y un prodigio, de principio a fin. Una actuación musical que también fue una interpretación teatral, casi una ceremonia en la que desnudaron esa “Alma” que da nombre al disco que presentaron en directo. Ética y estética musical en las que el minimalismo más despojado convive, a la perfección, con la exuberancia gestual de dos auténticos monstruos cuyos escorzos y paseos por el escenario desembocaron en una aclamada comunión con el público cuando bajaron a la platea y saludaron al respetable que, entregado, les regaló una de esas ovaciones que conmueven al Teatro Isabel la Católica.

Gracias a la Oficina Técnica del Festival de Jazz, a las instituciones y empresas y a los técnicos de luces y sonido y personal de sala que han hecho posible, un año más, que el milagro se haya producido.

 

Jesús Lens

Ahora, veamos los 25 de noviembre de 2008, 2009, 2010 y 2011