El rostro de la muerte

Ayer hubo concentraciones en Huércal de Almería y hoy las habrá en Cádiz. En tierras gaditanas, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía convoca a los ciudadanos bajo el lema «No más muertes en el Mediterráneo, las fronteras cerradas matan», después de que el pasado fin de semana se recuperaran los cadáveres de seis personas ahogadas en las costas de Cádiz. Y de ello hablo hoy en IDEAL.

GRA255 ALGECIRAS 14 01 2017 – Agentes de la Guardia Civil y de Salvamento Maritimo en el puerto de Algeciras con uno de los cinco cadaveres de inmigrantes que han sido encontrados en las ultimas horas en las costas de Algeciras y Tarifa Los cuerpos fueron hallados en dos lugares distintos pero no alejados EFE A Carrasco Ragel

En Huércal, por su parte, los vecinos se concentraron tras el asesinato de Toñi a manos de su expareja, que la degolló sin contemplaciones. Un minuto de silencio para recordar a una víctima más de la violencia machista.

 

El fin de semana volvió a hacerse visible el rostro de la muerte en Andalucía. El Mediterráneo, convertido en tumba para miles de personas. Las mujeres, que siguen siendo víctimas del machismo homicida. En Cádiz y Almería, unos cientos de personas desafían al frío y salen a la calle, a protestar por el drama que no cesa. A homenajear a sus víctimas más recientes. Unos cientos de personas que, con su actitud, sacuden y zarandean nuestras conciencias, a ver si espabilamos.

Porque ayer era, también, el Blue Monday, el día más triste del año, según no sé qué algoritmo utilizado en no sé qué investigación de no sé qué Universidad. Y ahí estábamos todos, desde muy temprano, hablando de las horas de oscuridad, del frío, de lo duro de la cuesta de enero y de lo feo que es el lunes.

 

¿En serio? ¿De verdad? ¿Blue Monday? ¿Es posible que hayamos alcanzado tal nivel de majadería y estulticia? Lamentablemente, parece que sí.

 

Nuestra sociedad, de tanto escuchar frases tópicas y manidas como “el drama que no cesa”, “tragedia en el Mediterráneo” o “una nueva víctima de la violencia de género”; parece haberse quedado sin capacidad de respuesta, ensimismada en sus mamarrachadas y sus sandeces. En naderías como el Blue Monday.

¿El día más triste del año? ¡Claro que sí! Pero no para usted (espero) ni para mí. El día más triste del año para la familia de Toñi, asesinada a los 33 años de edad por una bestia sin entrañas que no aceptaba que le hubiera dejado.

 

El día más triste del año para las familias de las seis personas muertas en el Mediterráneo, tratando de llegar a una Europa que, mientras ellos se ahogaban, era presa de la melancolía. Por el Blue Monday.

 

Jesús Lens

Embarcaciones en Gibraltar

Yo debo de ser un tipo raro. Muy raro. ¡Rarísimo, incluso! Porque al volver de Escandinavia y escuchar en los noticieros las informaciones sobre Gibraltar y las embarcaciones que rondan por sus costas, por más que los medios mostraran estas imágenes:

Estrecho portaviones ingles

Estrecho invasión inglesa

M

Yo no dejaba de ver, sentir y sufrir estas otras:

Estrecho de Gibraltar balsa

Estrecho de Gibraltar balsas

Estrecho de Gibraltar inmigrantes

Lo dicho. Más raro que un perro verde.

 

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Triunfadores

La vimos en prensa, hace unos días.

 

¡Fantástica foto! (Pinchad la imagen para agrandarla y verla con detalle, por favor)

Podría ser Usain Bolt, tras batir un récord del mundo de velocidad. O Didier Drogba, tras haber marcado el gol definitivo en la final de la Champions.

El chándal Nike, las zapatillas de deporte en un costado y los brazos arriba. ¡Bien arriba!

Su mano izquierda podría sostener el ramo de flores que una linda azafata ha entregado al hombre más rápido de la tierra, nada más traspasar la línea de meta. O podría ser la camiseta que un rival ha intercambiado con el pichichi del campeonato mundial de fútbol.

Una persona, detrás, sonríe. Parece compartir el éxito de la superestrella. Y una bandera. Española. ¿Estaremos ante una nueva campaña a favor de la Marca España? ¿Será este sujeto un nuevo Ibaka, ganará anillos de la NBA y defenderá la brillante elástica de la Eñe?

Mucho nos tememos que la realidad es más prosaica. El triunfador de la foto no tiene nombre. Es decir, tiene nombre, pero nosotros no lo sabemos. Ni lo sabremos nunca, posiblemente. Se trata de un inmigrante. Un inmigrante sin nombre que, a buen seguro, no traerá consigo los ciento y pico mil euros que le permitirían comprar un activo tóxico del podrido inmobiliario español y, por ende, conseguir la nacionalidad rojigualda.

Su alegría, desatada, es más sencilla que todo eso.

Su alegría responde a algo más básico.

A que está vivo.

Un buen día, o quizá fuera uno malo, se subió a una barca hinchable de plástico, de juguete, y se lanzó a cruzar el Estrecho.

No debió de pasarlo bien, a la luz de su alegría al llegar a tierra, aunque fuera detenido por las autoridades y, seguramente, devuelto a África en poco tiempo.

Vivimos en una tierra endeudada que, sin embargo, sigue atrayendo a cientos, a miles de personas que huyen de la miseria, mucho más tóxica que los activos contables con los que aquí contamos.

Aunque no hubiera batido récord alguno, aunque no hubiera ganado la Champion’s, el Hombre sin Nombre, al menos, dormiría esa noche sobre un colchón, tapado con una sábana, después de haber cenado caliente. O de haber cenado. Y punto.

Jesús icónico Lens

Veamos otros Días de la Constitución, qué escribimos: 2008, 2009, 2010 y 2011

¡Lo que hay que oír!

Aunque íbamos a hablar de otra de las obras galardonadas en los Premios Jaén de literatura de CajaGRANADA, la actualidad manda y hoy publicamos este artículo en IDEAL. Menos mal que estáis todos de acueducto, que si no, caería la del pulpo 😉

Sábado. 11 de la mañana. Cafetería. Leyendo la prensa. Una pareja en la barra. Jóvenes cincuentones. Delgado él, pelo entrecano, fuerte… ella igualmente delgada, mechas rubias y sonriente. Hablan con la camarera aunque, en realidad, lo hacen para toda la parroquia.

¡Ay que ver, lo que les gusta a algunos adornarse y hacerse escuchar por todos los que les rodean, en un radio de veinticinco metros a la redonda! Éste, en concreto, abusaba de un acento-Miarma que ni en Triana.

– Er dié no puede sé, shiquiya. Que er dié huega el Barsa contra er Madrí.

Y la otra fecha que proponía la camarera, tampoco.

– Ese día, sea con mi muhé o con cualquié otra tía si ella no me quiere acompañá, ehtaré yo en Sanlúcar comprando loh langostino tigre que noh vamo a comé en Navidá.

Y la mujer sonreía, la pobre.

Hice por concentrarme en el periódico hasta que otra frase, repetida en forma de politono, me obligó a volver a conectar con el discurso del Miasma (con s), al que las mujeres trataban de ignorar:

– ¿No fue ayé er día de la mujé apeleá?

– ¿No fue ayé er día de la mujé apeleá?

– ¿NO FUE AYÉ ER DÍA DE LA MUJÉ APALEÁ?

La esposa del Miasma no lo pudo evitar y le afeó que hiciera chistes con el tema, pero él, ya crecido por haber recabado la atención de todo bicho viviente, aprovechó para explayarse diciendo que más de la mitad de los cincuenta y pico asesinos de mujeres de este año son inmigrantes. Y que ahora le tocaba a él pagarles su estancia en la cárcel.

La cosa era imparable y el Miasma aprovechó para proclamar que, si él gobernara, mandaba a la mitad de los inmigrantes de vuelta a su país y a la otra mitad, a la que tenía negocios, nómina y trabajo, la gravaría con el doble de impuestos que a los españoles ya que se aprovechaban de la generosidad de nuestro país y chupaban la sangre de sus ciudadanos. Ciudadanos como él.

Dicho lo cuál, el Miasma agarró a su mujer de un brazo y salió por la puerta, más tieso que el palo de una fregona, inflado como el bícecps de un culturista en pleno ejercicio. Yo estaba estupefacto, sobre todo porque, más allá de darse pisto y hacerse el gracioso, fijo que el Miasma pensaba así realmente y, si tuviera oportunidad, pondría en práctica sus teorías.

La paradoja final de esta historia es que el fulano en cuestión resulta ser un parado que lleva más de año y medio cobrando el subsidio y jactándose de no buscar trabajo, por no necesitarlo, mientras que la camarera y dueña del café es una argentina cuyas ojeras demuestran los desvelos, el esfuerzo y la dedicación que pone en sacar adelante su negocio, teniendo que escuchar discursos como el relatado.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

EXPOLIO Y LATROCIONIO

Verdades como puños. No. Esto no es un monólogo de humor. Por desgracia. A ver qué os parecen las tesis de este señor. Hacía tiempo que no oía hablar tan claro a una persona. Inmigración, amistades peligrosas, expolio… lo mismo los nuevos descubrimientos de Wilkileaks, sobre las cuentas del banquero suizo, sacan los colores de algunos.