Juan Madrid, Maestro del Noir

Cuando los demás van, Juan Madrid ya ha vuelto. Y además, lo ha contado. Brillantemente. Con contundencia. Brutalidad, incluso. La corrupción urbanística, sin ir más lejos.

Ahora que buena parte de las páginas de los periódicos se están escribiendo con tinta Noir, hay que recordar que ya en 2002, Juan Madrid publicó su novela “Grupo de noche”, en la que una trama de corrupción inmobiliaria era la gran protagonista de la historia. En este caso, se trataba de Lavapiés. Pero lo que contaba el autor podría ser extensible a otras ciudades.

Juan Madrid Grupo de Noche

Y “Grupo de noche”, además del apasionante tema que trataba, nos devolvía a los lectores a uno de los personajes clave del género policíaco español: Toni Romano.

Toni Romano, también conocido como Toni Carpintero, es un cobrador de deudas con muchos ex en su currículum: ex boxeador, por ejemplo. Y ex policía. Un tipo duro que se mueve por un Madrid turbio, oscuro y que en nada se parece a lo que nos venden las oficinas de turismo. A Toni lo conocimos en “Beso de amigo”, la primera novela policíaca publicada por Juan Madrid. Desde entonces, ha aparecido en otras siete novelas del autor malagueño afincado en Salobreña. La última, la excitante “Bares nocturnos”.

Juan Madrid Bares Nocturnos

Y la antepenúltima: “Adiós princesa”, en la que Toni ha de investigar la muerte de una periodista que había conocido a un príncipe y soñaba con ser princesa. Ustedes entienden…

Las novelas de Juan Madrid también son una excelente lección de metaliteratura. Otro de sus personajes de cabecera, Juan Delforo, le sirve para hablar sobre las necesarias relaciones que hay entre la realidad y la ficción, entre el arte y la vida. Como si pudieran separase las unas de las otras.

Por eso, en “Los hombres mojados no temen la lluvia”, novela galardonada con el Premio Fernando Quiñones y publicada por Alianza Editorial, resulta un magnífico compendio de la narrativa de Juan Madrid. Más que ser una novela suya, la novela es él, el propio Juan, un pedazo de su ser, como si se lo hubiera arrancado de las vísceras, de las entrañas; y lo hubiera convertido en papel.

Juan Madrid

En esta novela están todas las tesis de Juan Madrid sobre el presente en que sobrevivimos, el pasado del que venimos y el futuro que no alcanzaremos. Está su manifiesto para una literatura útil y están las manías, necesidades, frustraciones y costumbres de los escritores.

Está la España del pelotazo, la España sobrecogida y la sobre-cogedora, la España amoral y sinvergüenza; esa España casposa que sigue apestando a pelo de la dehesa, por mucho que se bañe en Channel Número 5 cada noche, antes de irse a dormir.

En “Los hombres mojados no temen la lluvia” hay mujeres devoradoras, fuertes, letales y duras como el pedernal. Y un poco cabronas, también. Y hay hombres confusos -mojados y sin mojar- golpeados por el destino, por mucho que estén convencidos de controlar la situación. Y hay bares. Muchos bares, que sirven para contextualizar a las personas que pasan por ellos, se acodan en sus barras y se emborrachan en sus mesas.

Juan Madrid Los hombres mojados no temen la lluvia

Pero Juan Madrid, además de novelista y periodista de raza, también es un excelente cuentista, como se acredita con la reciente publicación de sus “Cuentos completos”, en Ediciones B. Y un impresionante guionista, que suyos son los libretos de la mítica serie “Brigada Central”, protagonizada por Imanol Arias en el papel de Flores, un policía gitano y que Juan ha novelizado y comprimido en tres volúmenes, igualmente publicados por Ediciones B.

Juan Madrid Brigada Central

Otra faceta imprescindible que hay que recordar de Juan Madrid es su compromiso con la literatura juvenil, de la que es igualmente maestro y, gracias a cuyas novelas, muchos jóvenes se han enganchado felizmente a la lectura.

Y Juan también es profesor. Y director de cine. Y, sobre todo, es una de esas personas que consiguen que ocurran cosas a su alrededor. Como la excelente Muestra de Cine Negro y Denuncia Social de Salobreña, que ya ha cumplido brillantemente su quinta edición.

Por todo ello, el festival Granada Noir le hizo entrega a Juan Madrid del I Premio Granada Noir a una carrera artística vinculada al género policíaco.

Juan Madrid Granada Noir

Porque él, junto a Manuel Vázquez Montalbán, Andreu Martín y Mariano Sánchez Soler, pusieron los cimientos sobre los que se apoya un Noir que hoy, en España, goza de una extraordinaria salud.

Jesús Lens

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Noir con sabor

En dos de las últimas novelas policíacas que he leído, la gastronomía juega un papel determinante, más allá de lo puramente folklórico o costumbrista. De hecho, “El bouquet del miedo”, de Xabier Gutiérrez, publicada por la editorial Destino, se desarrolla íntegramente entre fogones, viñas, bodegas y programas televisivos dedicados a la cocina.

El bouquel del miedo

Todo comienza cuando, unos días antes de la vendimia, la enóloga  Esperanza Moreno aparece degollada en su casa de San Sebastián y su sangre derramada se mezcla con un exquisito vino de poderoso aroma. Su compañero sentimental, Roberto, que trabaja como cámara en un famoso programa de televisión dedicado a la cocina, ha desaparecido sin dejar rastro. Mientras, las uvas siguen madurando, ajenas a las pasiones humanas más salvajemente desatadas.

Es interesante la novela de Xabier Gutiérrez, especialmente los pasajes que transcurren en La Rioja alavesa. No es de extrañar: Xabier es el responsable del departamento de innovación del restaurante Arzak, ha escrito doce libros de cocina, otros cinco de estética culinaria y, además, es psicólogo. ¡Excelentes ingredientes para escribir novelas negras con aroma y sabor!

El aroma del crimen

Y tenemos “Cuando éramos ángeles”, de Beatriz Rodríguez, publicado por Seix Barral, y de la que hablamos AQUÍ. En este caso, la acción transcurre en un pequeño pueblo, a caballo entre dos épocas. Una novela sobre la adolescencia y el difícil tránsito hacia la vida adulta que enfrenta a los personajes que eran, cuando todas las ilusiones y las posibilidades estaban intactas; con lo que han terminado siendo.

“Cuando éramos ángeles” también arranca con un asesinato. En este caso, han matado a Fran Borrego, uno de aquellos jovencitos que ya apuntaban maneras: líder ¿natural?, chulito y con propensión al mando y la tiranía. Por todo ello, posibles sospechosos, hay muchos.

Cuando éramos ángeles Beatriz Rodríguez

Y la cocina, las recetas tradicionales y las charlas alrededor de la comida también desempeñan un papel básico en la novela de Beatriz Rodríguez. Primero, porque son un inmejorable recurso narrativo que permite conectar de forma natural las dos épocas en las que transcurre la trama. Y, también, porque el entorno rural en que se desarrolla la acción resulta propicio para que determinados personajes se detengan a cocinar esa sangre encebollada, la asadura o las habichuelas en escabeche que, además, sirven para titular algunos capítulos.

Comidas con aroma y sabor. Fuertes y contundentes. Con personalidad. Y es que la gastronomía es un recurso narrativo con mucha tradición en el Noir mediterráneo. Mientras que los personajes norteamericanos beben bourbon hasta agujerearse el hígado y castigan sus estómagos a base de pizzas y hamburguesas; los españoles, italianos, franceses y griegos son más dados a la buena mesa.

Cuando éramos ángeles

Todo comenzó, por supuesto, con Manuel Vázquez Montalbán y su mítico Pepe Carvalho, el cínico y descreído detective privado que, tras su paso por la CIA, ya solo creía en la amistad sin compromisos… y en la buena comida.

En todas las novelas de la serie Carvalho, el protagonista visita algún restaurante reconocido cuando le toca viajar por España o, comprando él mismo los ingredientes en el mercado de La Boquería barcelonés, cocina algunos platos espectaculares cuando se queda en la ciudad condal. Tan es así que Planeta publicó “Las recetas de Carvalho”, una selección de algunos de los platos más memorables engullidos por el detective más famoso de las letras españolas. Por fortuna, tras el cierre del añorado Casa Leopoldo del Raval, todavía quedan en Barcelona restaurantes que recuerdan el paso de MVM por sus mesas y barras con emocionantes placas y cerámicas conmemorativas, como el encantador Can Lluís.

Las recetas de Carvalho

Autores canarios como Antonio Lozano también han sido embajadores de la singular cocina isleña en sus novelas policíacas, que sus personajes son amigos de la buena mesa. Y es que la investigación más sesuda y profesional, para ser efectiva en un país como España, exige hablar con camareros y restauradores; posiblemente los mejores conocedores de la realidad que nos rodea. Al que aparece en “La sombra del Minotauro” (Almuzara), le tomarán cariño desde la primera página.

Antonio Lozano

Y una joya que vincula la gastronomía con la literatura policíaca: el sabrosísimo “Manual práctico de cocina negra y criminal” de Montse Clavé, en el que el lector aprenderá a cocinar los platos que aparecen en las novelas de Camilleri, Izzo, Leon, Simenon, Mankell o Markaris, a la vez que recuerda a sus personajes y algunas de las aventuras que protagonizaron.

Manual Práctico de Cocina Negra y Criminal

Y es que la buena literatura también es cuestión de sabor.

Jesús Lens

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Escenarios reales de la Granada Noir

En la sección de IDEAL de El Rincón Oscuro de hace unas semanas escribíamos sobre los escenarios de la Granada Noir de ficción. Pero es que Granada, además de haber servido como escenario para novelas, relatos y película de ficción de género policíaco, también atesora una particular historia negra basada en hechos reales, por desgracia. Y de eso hablamos en nuestra colaboración semanal, negra y criminal, en el diario IDEAL de hoy…

La famosa y mítica serie de televisión “La huella del crimen” tenía como lema que la historia de un país es también la historia de sus crímenes. Además de ser una gran frase publicitaria, dicha aseveración está cargada de razón. Porque los crímenes, más allá de lo escandaloso, lo amarillista y lo morboso, tienen mucho de social y psicológico, no en vano hay toda una ciencia, la Criminología, destinada a estudiar el delito y sus causas, las formas de evitarlo y el modo de actuar de los delincuentes.

Escenarios Granada Noir Huella del Crimen

A nada que lo pensemos, buena parte de los grandes crímenes de la historia, además de haber sido prolijamente documentados, han sido utilizados como argumento de diversas manifestaciones artísticas en cuadros y pinturas o en novelas, dramas, películas, tebeos e incluso poesía; desde las “Bodas de sangre” de Lorca al Pascual Duarte de Cela, sin ir más lejos.

Escenarios Granada Noir Bodas de sangre

Crímenes como el de los marqueses de Urquijo o la terrible matanza de Puerto Hurraco han tenido su reflejo en novelas premiadas y películas de gran presupuesto, de autores como Mariano Sánchez Soler y directores como Carlos Saura.

En Granada, el horripilante asesinato de una niña de nueve años sacudió a toda la ciudad, convocando a 20.000 personas en una de las manifestaciones más emocionantes que recuerdan nuestras calles. El crimen fue perpetrado el 29 de octubre de 1987 y sumió a la ciudad en un lógico estado de psicosis hasta que, siete meses después, en mayo de 1988, la policía detuvo a un joven de 21 años como principal sospechoso del crimen.

Escenarios Granada Noir Muerte Aixa

Para la resolución del caso fue vital la declaración de otra niña a la que el mismo individuo había asaltado, siguiendo parecido modus operandi: secuestro a punta de navaja en el portal de su casa y conducción hasta una zona especialmente arbolada del bosque de la Alhambra, lugar en que fue detenido este trabajador del mercado que sostenía que, en noches de luna llena, sentía una extraña pulsión que le obligaba a atacar a las chicas.

Diez años después del asesinato, el novelista Antonio Muñoz Molina publica “Plenilunio”, una durísima novela que recrea el crimen y la investigación llevada a cabo por un policía que había pasado varios años destinado en el País Vasco. Una reflexión sobre la violencia, contemplada desde diferentes puntos de vista y que fue adaptada al cine por el director Imanol Uribe, en el año 2000, con guion de Elvira Lindo, a la sazón, pareja del novelista y que había seguido muy de cerca todo el proceso de gestación y escritura del libro.

Escenarios Granada Noir Plenilunio

La filmación de la película se trasladó a Palencia, con una ambientación que consigue captar muy bien el ambiente de una ciudad de provincias, sus calles y bulevares, los cafés, el mercado, etcétera. El cambio de los bosques de la Alhambra por la ribera de un río resulta igualmente afortunado, impresionando sobremanera la secuencia de la niña superviviente que, helada, aparece cruzando un vetusto puente de piedra, en una secuencia muy parecida a otra de la serie Twin Peaks, de David Lynch.

Escenarios Granada Noir Plenilunio película

Viajemos a un pasado más lejano para visitar otro local con mucha historia a sus espaldas: el Hotel Reina Cristina. Y es que, parafraseando a Churchill, la Granada negra y criminal tiene un acertijo oculto en un misterio encerrado en un enigma. Y su nombre es Federico García Lorca.

Una de las (pocas) cosas que sí están claras, documentadas y acreditadas en torno al asesinato del poeta es que fue en este edificio, antigua casa de la familia Rosales, donde Lorca pasó sus últimos días en libertad y donde fue prendido por Ramón Ruiz Alonso para ser llevado al Gobierno Civil.

Escenarios Granada Noir Rincón de Lorca

Lean, lean la fascinante novela gráfica “La araña del olvido”, de Enrique Bonet, (a la que dedicamos este otro Rincón Oscuro) para sumergirse en la Granada de los años 50 y pasear por sus calles, avenidas y plazas. Déjense guiar por Agustín Penón, la primera persona que investigó sobre la muerte Lorca y trató de encontrar su tumba.

Escenarios Granada Noir Agustín Penón

Entren en los cafés, los bares y los restaurantes de entonces. Un emocionante viaje al pasado de una historia que dista mucho de estar resuelta.

Jesús Lens

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El acoso como argumento

En la primera temporada de la heladora y soberbia serie “Happy Valley”, un personaje visita la cárcel con la intención de darle a un detenido una severa lección moral sobre los actos y sus consecuencias. Sin embargo, una vez enzarzados en la cuestión, resulta ser el preso quien escupa a la cara del visitante actos del pasado que han tenido graves y desgraciadas consecuencias en el presente. Para todos.

Acoso Happy Valley

El pasado. Qué importancia tiene el peso del pasado en la narrativa criminal. Pero, ¿hay un pasado más lejano que el escolar? En el consciente de las personas, me refiero. Posiblemente no. Al menos, si la persona ha vivido en un entorno familiar más o menos normalizado.

En el colegio se hacen los primeros grandes amigos, se aprende a convivir en grupo, se experimentan la diversidad, el miedo a los exámenes, la responsabilidad, el éxito, el fracaso, la ilusión, la decepción… Todo ello forma parte de hacerse mayor, madurar y aprender a vivir en sociedad. Pero en el colegio también se dan situaciones que, excediendo ese marco, convierten la vida de determinados estudiantes en un infierno: el acoso, también conocido por el anglicismo de bullying.

Acoso

Un libro, una serie y una película muy recientes y adscritos al Noir tienen al acoso como parte importante de sus tramas. Así, “Maldita verdad”, de Empar Fernández, se basa en la investigación llevada a cabo para tratar de determinar qué le pasó a un estudiante de instituto que sufre un serio, imprevisto e imprevisible percance en su casa. ¿Con quién salía? ¿Con quién dejó de salir y por qué? ¿Qué pasó con su Facebook y quién estuvo hurgando en sus interioridades?

Empar Fernández está escribiendo, ahora mismo, la novela negra más apegada a la realidad que podemos encontrar en el panorama editorial español. Tan, tan realista que algunos dicen que eso no es novela negra. Que sin pistolas, gángsteres, asesinos en serie o tramas de corrupción no cabe habla de novela policíaca. Nos da igual. Llamémosla gris asfalto, como ha empezado a conocerse a este tipo de narrativa. Pero leámosla. Porque es básica y capital.

Maldita verdad

Por cierto, ¿son ustedes de mirar hacia atrás y reunirse de vez en cuando con los antiguos compañeros del colegio o del instituto, para reverdecer historias y anécdotas del pasado?

El caso es que en las salas de cine se está proyectando una de las películas sorpresa de la temporada: “El regalo”. Sería muy cruel contar cualquier cosa sobre el argumento de un filme que atrapa al espectador para ir llevándolo de la mano y con los ojos cerrados hasta un final tan inquietante como apoteósico. Solo diremos que todo comienza cuando un antiguo compañero de instituto aparece en la vida de una joven pareja de profesionales, que estrenan casa nueva, flamante y con unas vistas extraordinarias.

Acoso el regalo

Pero la serie que tiene como eje central la cuestión del acoso y del abuso escolar es la angustiosa, poderosa e imprescindible segunda temporada de “American Crime”, creada, escrita y dirigida por John Ridley.

Ridley, cineasta y novelista afroamericano, ganador del Oscar al Mejor Guion Adaptado por “Doce años de esclavitud”, ha provocado un terremoto en el universo seriéfilo, gracias a unas tramas filmadas con estética de falso documental que enfrentan a la sociedad americana a sus peores contradicciones.

Acoso American Crime

Todo comienza con la llamada de una mujer a emergencias, denunciando una violación. A continuación, la presentación de los personajes. Varios de ellos son jóvenes estudiantes de un prestigioso instituto privado y miembros de su exitoso equipo de baloncesto. Y están los profesores. Y el claustro. Y los compañeros. Y están los padres. Y los hermanos. Y los tíos. Y los vecinos. La gente normal, o sea. Solo que el concepto de normalidad está sobrevalorado, como no tardaremos en ir descubriendo.

“American Crime” es una de las series más poliédricas y humanamente complejas del actual espectro televisivo. No es tanto que sus personajes no sean ni buenos ni malos. Es que son buenos y malos a la vez. Personajes creíbles, de carne y hueso que, con sus contradicciones y sus miedos a cuestas, yerran tanto como aciertan en su toma diaria de decisiones.

Acoso American Crime 2

Una serie que provoca preguntas, dudas e interrogantes a un espectador que se descubrirá, como los personajes, enfrentado a sus propios prejuicios, dudas y zozobras.

Jesús Lens

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¿Será cosa de La Corporación?

Leo el titular de apertura de la sección de Cultura de IDEAL y no puedo evitar preguntarme si será cosa de La Corporación: “Encuentran 17 horas de grabaciones inéditas de Morente”. Continúa la noticia desgranando el hallazgo, que incluye auténticas joyas: “registros sonoros de conciertos míticos del cantaor, como los realizados en París con motivo del homenaje a Lorca”, en palabras de Juan Jesús García.

Enrique Morente

Devoro con ansia el reportaje y encuentro posibles indicios de la participación de La Corporación en todo esto. Y es que las grabaciones descubiertas ya tienen mucho tiempo y la mayoría fueron realizadas en París, en los años 70.

Es posible que ustedes todavía no conozcan a La Corporación. Grave error. Porque La Corporación existe, como tuvimos ocasión de comprobar en la primera edición del Festival Granada Noir, de la mano del escritor Fernando Marías.

El encuentro se celebró en el restaurante de Ávaro Arriaga y concitó a cerca de cien personas que asistimos, atónitos, a la confesión realizada por el autor de “Esta noche moriré”, novela en la que se cuenta qué es La Corporación, cómo funciona y qué objetivos persigue.

La Corporación Fernando Marías

Fernando Marías inició su monólogo con las siguientes palabras: “Me suicidé hace dieciséis años”, las mismas con las que arranca una novela que, en realidad, no existe. Porque, ¿quién puede asegurar que tiene un ejemplar de “Esta noche moriré”, novela maldita por antonomasia?

Juro que, una vez, yo la tuve en mis manos. Y puedo asegurar que leí la historia, hace ya mucho tiempo. Sin embargo, y por mucho que lo he buscado, no he sido capaz de encontrar mi ejemplar. Por eso, aunque “Esta noche moriré” está descatalogada, encargué otra copia a través de Ubú Libros. E, increíblemente, me la consiguieron. Le escribí a Fernando Marías para decirle que había hallado un ejemplar. Y su respuesta me dejó helado: “Eso es imposible. Esa novela no existe”.

Quiero creer que aquellas palabras fueron escritas para protegerme ya que, muy posiblemente, La Corporación ha hackeado a Fernando y a todos aquellos de sus contactos que hablen de una novela que, como decíamos,  descubre y saca a la luz sus secretos más oscuros y sus más turbios manejos.

Fernando Marías Jesús Lens

Pero, ¿qué es La Corporación y qué tiene que ver con el hallazgo de las grabaciones inéditas de Morente? La Corporación es una empresa dedicada a obtener secretamente obras inéditas de artistas geniales de todos los tiempos. Una organización que viene operando desde los años del Renacimiento.

¿No les resulta a ustedes extraño que, cada determinado tiempo, aparezcan unos versos inéditos de un afamado poeta? ¿Un lienzo desconocido de un pintor famoso, arrumbado en el sótano de una casa perdida en el campo? ¿El manuscrito de un Nobel con una historia de la que nadie había oído hablar?

La Corporación monólogo

No. No se trata de falsificaciones. La Corporación es más sutil: entrena a sus agentes para que husmeen en los ambientes culturales y, cuando descubren a un artista con visos de ir a ser realmente grande, le encargan obras… que no salen a la luz ni se lanzan al mercado. Al menos, no lo hacen de forma inmediata. Obras que La Corporación custodia y oculta celosamente durante décadas y décadas y que solo pone en circulación cuando los beneficios que va a obtener con el “descubrimiento” prometen ser muy sustanciosos. Son esas obras que, misteriosamente, aparecen cuando se acerca la celebración del centenario del autor, por ejemplo.

¿No le resultan a usted de lo más sorprendentes las súbitas ausencias de artistas que están en su mejor momento creativo? ¿No son muy sospechosas determinadas desapariciones e imprevistos años sabáticos?

Ha habido casos en los que ciertos artistas se han negado a trabajar para La Corporación. Dostoievski, por ejemplo. ¿Y qué ocurrió? Pues que el entramado negro-criminal de la organización se puso en marcha para conseguir que el ruso, ludópata reconocido, contrajera enormes deudas de juego. Deudas que La Corporación hizo suyas, obligando al novelista insumiso a escribir para ellos.

Esta noche moriré Alrevés

Las piezas de Morente halladas en París no parecen responder exactamente al modus operandi de la organización, al ser grabaciones de conciertos interpretados por el genial cantaor, más que piezas inéditas. Pero no negarán ustedes que la alargada sombra de La Corporación parece planear sobre ellas…

Jesús Lens

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