Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya estamos en ‘Jálogüin’, una fiesta que no entiendo ni celebro. Pero eso es lo de menos, porque soy un aguafiestas y un boomer. Pues nada, aquí va una reflexión tan boomer con yo: Si un niño está maduro para vestirse de muerto en ‘Jálogüin’, lo está también para ir al cementerio a visitar las tumbas de sus familiares. Digo yo. Es un buen trato.








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