
Buenas, soy Emilio Caaltayud. El otro día me hicieron la tópica y típica pregunta: “¿Qué se llevaría a una isla desierta?” Iba a responder que no me iría a una isla desierta, pero enseguida caí en que, aunque quisiera ir, no podría: “Ya no quedan islas desiertas: están llenas de ligones y supervivientes”. contesté.
Entre tantas cosas supuestamente importantes que pasan cada día, me apetecía contar algo ligero. Si os he sacado una sonrisa, me doy por pagado. Nos hace falta reír.