Al final, te acostumbras: ¿Pero quién nos iba a decir que ir por el pan iba a convertirse en una aventura excitante?

 

Foto: Alfredo Aguilar

Hola, soy Carlos Morán, vamos a relajarnos un poco. Fuera ‘inrritaciones’, como decimos en ‘Graná’. Llevamos ya más de dos semanas de confinamiento y casi nos parece ya normal. Al final, te acostumbras porque te tienes que acostumbrar. Dice don Emilio que los seres humanos somos más fuertes que lo que creemos. Nos adaptamos hasta a las situaciones más raras. El juez, desde luego, es experto: hace unos meses, cuando el mundo era normal, fue premiado por el Instituto Español de Resiliencia, que es  la capacidad de superación para sobreponerse a la adversidad. Don Emilio dice que, aunque sea un rato, hay que ver el vaso medio lleno. «¿Pero quién nos iba a decir que ir a por el pan iba a convertirse en una aventura excitante? No tienes que ir a ningún lugar exótico ni hacer puenting ni balconing ni ‘ná’. ¡Lo emocionante ahora es ir a hacer la compra!», afirma.

Pues sí.

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