Buenas, soy Emilio Calatayud. Estamos todos bastante desanimados, incluso asqueados, con tanto escándalo de corrupción. Y eso no es nada bueno para un país. Un país desanimado y asqueado es difícil que avance. Pero es que es muy difícil entender que un representante público como el señor Pujol oculte al fisco una fortuna durante años sin que nadie diera la voz de alarma. Está claro que el principal responsable del presunto fraude es esa persona, pero también los que lo sabían y no hicieron nada. O los que no lo sabían, porque deberían haberlo sabido. Y ahí no se libra nadie: Felipe, Aznar, Rajoy… Como ya he dicho en otras ocasiones, es urgente limitar los mandatos: nadie debería estar en un cargo público más de ocho años. Y ahí incluyo a los concejales y a los presidentes del Gobierno, a todos. Un saludo.
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