Este verano parece que va a ser entretenido con los casos ‘EREs o Bárcenas’, que ya se han convertido en símbolos universales de lo que no debe ser. ¿En qué colegios estudiarían estas gentes? ¿Qué vieron en sus casas para acabar como han acabado? Como dice don Emilio, todos hemos delinquido alguna vez, pero eso no nos convierte en delincuentes. Pero lo de estas personas y, siempre presuntamente, ya era vicio. En fin, que dice Bárcenas -en su ya célebre entrevista con el director de El Mundo- que también hay algún periodista que ha puesto la mano. Puede que sea verdad o puede que no, pero, por si las moscas y aunque no soy nadie, pido disculpas y espero que todo mi gremio no se vea ensuciado cuando aparezcan nombres de periodistas, si es que aparecen, ya digo. El periodismo no pasa por su mejor momento, pero la mayoría de los informadores que yo conozco son buena gente que están tratando de mantenerse a flote en una época de cambios brutales para la profesión. Son personas que sobreviven con sueldos (cada vez más) modestos y que se juegan la cara o una querella casi a diario. No son héroes, no hay que exagerar, pero tampoco chorizos.
Deja un comentario