Buenas, soy Emilio Calatayud. Un año más, tenemos el botellón de la primavera en Granada. Dicen que han venido diez autobuses desde Málaga y esto no ha hecho más que empezar. Ojalá que no pasé nada. Pero yo tengo que dar el mensaje de siempre: es un disparate que en Granada haya un lugar reservado para hacer botellón. Había que prohibirlo. El que tenga más de 18 años y quiera beber, que vaya a los bares, como se ha hecho toda la vida. Y los menores de 18 no pueden beber.
En esta ocasión las administraciones han hablado con la Fiscalía de Menores para comunicarle las medidas de seguridad, etc. Está bien, pero lo mejor sería que no se permitiera.
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