Lo bueno de la crisis

Buenas, soy Emilio Calatayud. Seguro que de esto ya hemos hablado. Si es así, siento repetirme (en realidad, siempre digo lo mismo). La crisis tiene alguna cosa buena. Por ejemplo, hay muchos chavales -y no tan chavales- que están volviendo a estudiar. Abandonaron el instituto cuando la economía iba bien y ahora vuelven para acabar lo que dejaron a medias. O para formarse más. Y otra cosa buena es que los padres están más en casa. No hay dinero como antes y las familias están juntas y apoyándose. La familia ha sido el salvavidas para muchos. Las autoridades, los gobiernos, el Estado, en definitiva, tienen que tomar nota y adoptar más medidas que favorezcan a la familia. Un saludo.

4 Comentarios

  1. Si Sr. Calatayud, la crisis hace que los jóvenes y no tan jóvenes vuelvan a estudiar, pero cuantos chicos con unos CV increibles tienen que emigrar? Cuanto dinero se ha desperdiciado preparando a nuestros jóvenes para que otros paises que no han costeado nada de su preparación saquen provecho. Claro que es mejor que estudien que no que ese vayan a la obra, pero…
    Saludos

  2. D. Emilio dice usted que las adminitraciones ,deberian tomar medidas. Sí, lo hacen pero para axfisiarnos aún más. Soy madre de familia, jubilada y con dos hijos estudiando. En lo que vs de año, voy a pagar 4 multas fe tráfico. Estoy indignada. Se están pasando demasiado.

  3. Totalmente de acuerdo, salvo que aún en estas circunstancias tan desfavorables aún hay muuuchas familias que prefieren dejar a sus hijos pequeños en el comedor y en actividades extraescolares en lugar de llevárselos a casa. Aún hace falta que muchas personas se conciencien de la necesidad de pasar tiempo en familia….

    Y en relación a Toñi, siento sus circunstancias, no son ni de lejos las mejores, pero si ha tenido que pagar 4 multas de tráfico será por algo, no? Sí que es verdad que ahora se están multando cosas ante las que antes se hacía la vista gorda, pero las normas y las leyes están para ser cumplidas, creo yo.

    Un saludo

  4. D. Emilio:
    no sé hasta qué punto es acertada su opinión. Soy profesora de Bachillerato, precisamente de la opción considerada generalmente «para tontos», o sea, las Humanidades. Este curso tengo varios alumnos en 1º que han regresado al instituto para retomar los estudios, precisamente porque no consiguen trabajo solamente con el título de Secundaria o incluso con algún ciclo formativo. Cualquiera podría pensar que son justamente ellos, quienes han intentado incorporarse, con mayor o menor éxito, al mundo laboral (lo que yo llamo «el mundo real» cuando los sermoneo) y han visto que las cosas no son fáciles ahí fuera y menos para los que no tienen la formación adecuada; cualquiera podría pensar que son ellos, repito, los que ahora más se esfuerzan por aprovechar este tiempo extra de formación.
    Pues no.
    Que yo sepa, tengo cuatro casos, repartidos entre 1º y 2º, y sólo uno está comprometido con los estudios. Y sin excesos. Otro parece haber abandonado definitivamente el bachillerato, o al menos hace meses que no lo vemos por el centro (y como es mayor de edad, poco podemos hacer). Otro está repitiendo curso y volverá a hacerlo, porque apenas viene a clase; eso sí, su padre en la inopia. El cuarto no sé qué pensar, pero va fatal.
    No han aprendido nada, no han escarmentado. Volver a las aulas no les está sirviendo de nada, porque no sacarán el bachillerato, y sólo están perdiendo el tiempo y haciéndoselo perder a los demás. Aún no han comprendido la importancia de la educación.
    Quizá sea necesario que la situación empeore aún más para que de nuevo los jóvenes vean la formación como un medio de promoción social, como lo veíamos hace tan sólo veinte años. Hasta entonces, me temo que muchos de estos muchachos-estudiantes-otra-vez sólo volverán al instituto para calentar la silla y para acallar a sus padres.
    Un saludo.

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