Cara a cara con un enérgumeno adolescente

Una breve historia real. Me ha ocurrido esta mañana en Granada. Salía del colegio con mi mujer y mi hija de la mano. Dos adolescentes se bajan de un ciclomotor y empiezan a pegar voces a otros dos muchachos bastante más pacíficos que, al parecer, habían atravesado la carretera de forma inadecuada. Parece una discusión más o menos normal. Pero en un instante todo cambia… a peor. Uno de los gritones suelta el puño y ataca brutalmente a uno de los otros chicos. Le da en pleno rostro. El sonido del golpe se escucha perfectamente. Pone los pelos de punta. Una mujer se acerca para pedir paz y atajar la agresión. El matón adolescente se encara con ella: «¡Tú cállate la puta boca y lárgate! ¿¡Y si mi llegó a caer de la moto y me parto la cabeza por culpa de ese ‘joputa’!?», sigue gritando el enérgumeno que, por cierto, no lleva casco. La mujer aguanta con coraje. Me acerco mientras llamo a la Policía, porque el voceras tiene toda la pinta de emprenderla a golpes también contra su segunda víctima. El macarra desiste por fin y escapa en la moto junto a su compinche. Me mira y me hace una peineta.

Mi mujer comenta: «Madre mía, ¡¿en qué familia se habrá educado ese chaval?!» Pues eso. Puedo equivocarme, pero el muchacho tenía todas las trazas de acabar siendo un maltratador… si es que no lo es ya.

Sin categoría

2 Comentarios

  1. Pero a este \"maltratador\" le tratarán con todo el respeto y cuidado posible en el Juzgado dónde debería redimir su comportamiento agresivo y violento…………..no sea que el pobre quede tramautizado de por vida si le tosen. Mientras tanto la mujer que ha intentado mediar se lo pensará mucho antes de volver a intervenir si presencia una situación de peligro, el joven agredido ha aprendido a solucionar las cosas a golpes y los menores presentes han aprendido toda una lección de civismo y buenos modales.
    Recuerdo la mirada de mi padre cuando hacía algo mal….con eso me bastaba; el respeto que tenía a mis profesores a quienes siempre traté de Usted y la verguenza y posterior arrepentimiento que sentía si alguien me reprendía por un mal comportamiento. Qué cabeza la mía! si ahora la educación y modales no se estila, si ahora lo que se lleva es ser colegas y amiguetes de los adolescentes para fomentar su autoestima…… asi nos va.

  2. El domingo pasado oí varias veces a una señora que trataba cariñosamente a alguien de terrorista… me quedé sin saber si se lo decía al niño o al perro.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.