El puente de los espías

Una nueva película magistral de Steven Spielberg. Otra más. ¿Y van…? Qué capacidad tiene este hombre para filmar películas que gustan a todo el mundo, que aúnan el espectáculo con las ideas y los discursos, películas que provocan tensión, risas y emoción. Y es que “El puente de los espías” es una buena película protagonizada por buenas personas que en ningún momento peca de infantilismo o ñoñería.

El Puente de los Espías

Es una película, otra más, sobre la amistad. Y es, nuevamente, una película que habla sobre la democracia, la justicia, los principios insobornables y la integridad de las personas.

El Puente de los espías soviéticos

¡Qué sensación tan placentera, ir al cine y compartir una película como ésta con cientos de espectadores que abarrotan la sala sin hacer un ruido, absortas en lo que ocurre en la pantalla!

Magia, sí. Es la magia del cine.

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Porque ya saben ustedes que una de mis máximas es que no es lo mismo ver una película que ir al cine. Y “El puente de los espías” es una extraordinaria prueba de ello.

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Jesús Lens

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Capitán Phillips

Habrá quien vaya a ver la película como la más reciente de Tom Hanks. La que le puede reportar su tercer Óscar. Y acertará.

 Capitán Phillips Hanks

Habrá quien vaya a ver la película como la más reciente de Paul Greengrass. La que le puede elevar a los altares del firmamento cinematográfico del mainstream. Y acertará.

Habrá quien, como yo, vaya a ver la película para saciar su curiosidad y averiguar cómo cuatro africanos desarrapados pudieron hacerse con un inmenso carguero de millones de toneladas de bandera norteamericana, abordándolo desde una lancha. Y acertará.

Habrá, sin embargo, quien considere que esta película es una americanada y que bla, bla, bla… ¡Éste! ¡Éste será el que yerre y se equivoque de medio a medio, dejando que sus prejuicios le nublen el tino y el entendimiento!

 Capitán Phillips poster

Porque, creo que está claro, “Capitán Phillips” es una película de acción de primer orden cuya trama, sabiendo lo que pasa y cómo termina la historia; sigues con total atención, imantado a un asiento en el que solo te rebulles cuando la tensión alcanza determinados momentos, de una feroz intensidad. Y que no están al final, precisamente.

Tampoco son muchos, la verdad sea dicha. Los justos y necesarios. Porque la película es ajustada, documental y quirúrgica al narrar buena parte de los hechos que cuenta. Empezando por el abordaje. Justo lo que más ganas tenía yo de ver. Y que resulta perfectamente creíble. Al menos, a mí me lo parece. Que no digo yo que tuviera que ser así. Pero que pudo ser. Verosimilitud total.

Y, dejando al margen a Hanks, que hace todo lo que se espera de él, lo realmente impresionante de la película es el reparto de secundarios, encabezados por un Barkhad Abdi que, si no fuera porque Tom Hanks es demasiado grande, se lo habría comido con patatas, dada la intensidad con la que interpreta a Abduwali Muse, el gran pirata del siglo XXI.

 Capitán Phillips piratas

Nacido en Mogadiscio y criado en Yemen, Abdi llegó a Estados Unidos con catorce años de edad, instalándose en Minneapolis. Ésta es su primera interpretación (¡quién lo diría!) y tras haber dirigido algunos vídeos musicales, ahora está filmando su primera película tras la cámara, “Ciyaalka Xaafada”.

Y, junto a él, otro trío de cracks de la interpretación: Mahat M. Ali (keniata emigrado a USA y debutante en una película), Barkhad Abdirahman (igualmente sin experiencia previa y keniata emigrado a Estados Unidos, aunque de origen somalí, hasta el punto de que sus abuelos viven en el Cuerno de África) y Faysal Ahmed (nacido en Yemen y emigrado a Norteamérica con catorce años, cuya anterior experiencia como actor fue participar en una obra de teatro en su escuela de Minneapolis).

 Tom Hanks

Es gracias a estos cuatro monstruos que la película consigue mantener la credibilidad y el interés a lo largo de sus más de dos horas de metraje, hasta el punto de que el resto de personajes norteamericanos de la función palidecen total y absolutamente. Que no sé si ocurría así en el guion original o si fueron el devenir del rodaje y del montaje los que terminaron llevándonos a tan singular puerto. Pero que funciona. ¡Vaya que si funciona!

Eso sí. Una matización. Cuando he hablado de “película de acción”, que nadie se piense que estamos ante uno de esos títulos cargados de pirotecnia en los que termina saltando todo por los aires. Máxime, al hablar de una película de piratas.

En absoluto y para nada.

La acción de “Capitán Phillips” es ajustada y medida. Fría. Clínica, como decíamos anteriormente. Como si estuviera intervenida con anestesia. Y eso que en pantalla veremos diversos barcos de la armada, persecuciones en el mar, aviones, helicópteros, a los SEAL y demás parafernalia propia del ejército estadounidense, a cuyo comandante en jefe, Barack Obama, no le tembló el pulso a la hora de poner toda la carne en el asador para resolver el primer secuestro de un barco norteamericano en los últimos 200 años.

 Capitán Phillips abordaje

Sí. Hay que ver “Capitán Phillips”, una extraordinaria película épica del siglo XXI. Un siglo en el que la épica es totalmente distinta a lo que solía ser, tanto en la realidad como en las películas. Y que tiene en Paul Greengrass a uno de sus mejores y más reconocidos notarios.

Jesús Lens

En Twitter: @Jesus_Lens

 

El atlas de las nubes

Si hace unos años, cuando leí la novela de David Mitchell, publicada por aquella editorial que con tanto cariño recordamos, Tropismos; me llegan a decir que sería llevada al cine por los hermanos Wachoski y que sería interpretada por Tom Hanks, Halle Berry, Hugh Grant o Susan Sarandon, en diversos papeles; habría pasado meses y meses babeando y ansiando el día del estreno.

 El Atlas de las Nubes Cartel

Fui a verla el pasado domingo. Y la vi por casualidad. Por una doble casualidad. La primera, la foto de una nube. La segunda, que estaba demasiado cansado como para quedarme en casa, agonizando toda la tarde, tras una larga, larguísima carrera. De no haber concurrido ambas circunstancias, seguramente no habría ido a verla al cine.

Y es que la crítica, unánimemente, ha puesto a parir “El atlas de las nubes”. Bueno, nuestro admirado José Enrique Cabrero rompe una lanza a su favor, lo que es muy de agradecer. Pero es de los poquitos que ha dicho algo bueno sobre la película.

 El Atlas de las Nubes película

Desde luego, yo no te voy a recomendar que vayas a verla. Pero tampoco te diría que no vayas.

Porque estamos ante una película especial. Rara. Diferente. Complicada. Y que a mí, personalmente, en algunos momentos me ha emocionado y, es otros, me ha dado grima. ¿Cómo recomendar una película con momentos risibles y grotescos? ¿Cómo no recomendar una película con pasajes mágicos y poéticos?

Tratar de explicar el argumento de “El atlas de las nubes” sería un ejercicio de futilidad. El lema: “Todo está conectado”. Que a mí me gusta. Pero que podría ser el slogan de una operadora de móviles, sin ir más lejos.

Sostiene Tom Tykwer, el tercero de los directores de la cinta, que la idea de la película es construir “una metanarrativa que haga que la historia fluya toda ella en un único momento”. Y es así porque “toda ella surge de la necesidad de dar sentido a lo que vivimos”.

La película, que tiene la nada desdeñable duración de tres horas, cuenta la historia de la humanidad. Así, en bruto. Su historia pasada, presente y futura. En seis momentos del tiempo. Con seis personajes principales y otros seis acompañantes… interpretados por el mismo actor/actriz, conveniente (y a veces inconvenientemente) caracterizados.

 El Atlas de las Nubes Hanks

“La película es una discusión de los límites. Y aquí me refiero tanto a las limitaciones de la narración convencional, como de la política, como del ser humano…Y, por supuesto, de la sexualidad”. Esto es del tri-director, que conste. A mí no se me habría ocurrido ni harto de Milnos.

Y es que, la verdad sea dicha, no sé qué más decir sobre “El atlas de las nubes”.

Bueno sí. Una frase sentenciosa, que espeta una de las protagonistas: “Tienes que hacer lo que no puedes dejar de hacer”.

 El Atlas de las Nubes

De ti depende, si una de esas cosas es ir a ver “El atlas de las nubes”. O no. Yo no te digo ni que vayas ni que dejes de ir.

Sino todo lo contrario.

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