AGÜIMES – SEMANA NEGRA: LIGERO DE EQUIPAJE

Créeme: de todo lo que llevas en el petate, cuando sales de viaje, te sobran tres cuartas partes. Y más. Como decía Rodolfo, viajo ligero de equipaje. ¡Y tanto! Pero a ti no te interesa, ahora, saber de mis cuitas con la maleta perdida por IBERIA el pasado viernes y aparecida el miércoles en Canarias. Ya te contaré, con pelos y señales. Ni, posiblemente, tengas ganas de que te repita todas esas cosas que ya hemos escrito sobre Semana Negra, como en esta columna, por ejemplo. Así que vamos a hablar de uno de los protagonistas de esa columna. Porque si es Jueves y esto es Semana Negra, hoy hay que hablar de poesía. Hay que hablar de Ángel González y Luis García Montero.

 

Acabo de estar en la rueda de presentación de «Mañana no será lo que Dios quiera», uno de los libros que más ganas tengo de leer y que, en Granada, tuve varias veces en las manos, pidiéndome a gritos ser comprado. Pero, ¿sabes?, soy un poco fetichista. Y, aunque los dos seamos granadinos, donde se ha forjado un conato de amistad entre Luis y yo ha sido, paradójicamente, en Gijón. Así que, esperé a estar en Semana Negra para comprarlo y pedirle que me lo dedique. Y ha querido la casualidad que la presentación del libro dedicado a la vida del gran Angel González (¿le recuerdas, declamando poesía en la Carpa del Encuentro? Mira. Mira y escucha) coincida con una de las tres que, esta tarde, me toca hacer a mí.

 

¡Un auténtico jueves de pasión literaria! Presento la novela de Oscar Urra que tanto me gustó, «A timba abierta», y presento a Carlos Salem y su fantástica «Pero sigo siendo el Rey», Además, Frankie y yo ponemos de largo, en estas tierras, nuestro libro, «Hasta donde el cine nos lleve» Nos presenta Fernando Marías y… ¿lo has leído ya? 😉 ¿Qué te pareció? Como puedes ver, una velada intensa y apasionante. Así que me fui a la rueda de prensa, en el Don Manuel, y me encontré con un Luis García Montero rejuvenecido, más delgado y mucho más optimista que el que saludé hace unos meses, en la presentación en Granada de «La renta del dolor».

 

Un fuerte y sincero abrazo, una gran sonrisa y una promesa de, después, compartir charla y tragos me dejaron el segundo mejor sabor de boca de la mañana. En la rueda de prensa, Luis se mostró íntimo, cercano y cariñoso, relatando diversas anécdotas de la infancia y juventud de Angel González, explicando el origen del título de la novela, el tan maravillosamente profético: «Mañana no será lo que Dios quiera». Desde que escuché el título por primera vez me enganchó esa fórmula de no resignación ante los avatares de la vida, de insumisión ante los futuros escritos y los caminos marcados, de lucha por labrarse un camino propio. Venciendo las dificultades y las complicaciones, avanzando paso a paso, sin prisas, sin pausas, con decisión. Porque una vez que te has fijado un objetivo, un objetivo que merece la pena, hay que recordar y poner en práctica la célebre consigna anarquista… «¡Sin Dios ni Amo!» y la Guevarista «Hasta la victoria siempre».

 

Para mí, personas como Ángel o Luis son modelos a imitar. Personas con talento que cultivan el intelecto, de gran sensibilidad, que trabajan a destajo, pero que también son unos grandes hedonistas que sacan lo mejor de la vida. Amigos de sus amigos, habladores sin fin, bebedores sin fondo, fumadores insaciables. ¡Ay! Se aprende tanto, tanto, cuando uno sale de su nido y descubre nuevos horizontes… Personas grandes, amigos buenos. La mejor sombra bajo la que cobijarse.

 

Se me termina el tiempo. Me gustaría hablarte un poco más de Agüimes, del maravilloso Festival del Sur-Tres continentes. Contarte de los Tangorditos, que hoy actúan en el pueblo granadino de Peligros y que si puedes, no deberías perderte. Del monólogo de Alberto García o de la Danza Vertical, uno de los espectáculos más visuales, sugerentes y excitantes que imaginarse puedan. Seguir hablándote de esas noches sin fin en Alcatraz… Pero ya habrá tiempo. Todo el tiempo del mundo.

 

Ahora me voy a jugar un partido de volley. Estaba convocado por Marisa, pero no las tenía todas conmigo. Sin embargo, Raúl Argemí me retó anoche en público. Así que, me he comprado unas zapatillas y unos pantalones de deporte y allá voy. Créeme. No será ni lo que Dios ni el destino quieran. Vencer o morir. Jajajaja. Y mañana, otro de los platos fuertes; preestreno en exclusiva de la que, posiblemente, será la gran película del 2009, con permiso de «Up» y Pixar: «Enemigos públicos», de Michael Mann, con Johnny Depp. Tengo un pase doble para el pre-estreno y a quién a más cañas me invite, se vendrá conmigo. 

 

Pero todo eso será mañana. Esta tarde tengo tres presentaciones. Bien preparadas, claro. Pero los nervios, ahí están. Cruza los dedos y acuérdate de un amigo que, a partir de ahora, espera ser capaz de contarte todo lo que vaya pasando estos días. Hasta el domingo. Y más allá.

 

Jesús Lens. Insumiso.       

XXII FESTIVAL DEL SUR- ENCUENTRO TEATRAL 3 CONTINENTES

Hace unos días publicábamos el Programa de Semana Negra, señalando que allí nos encontraríamos desde el miércoles 15 de julio. ¿Y por qué, si la Semana Negra arranca el 10?

 

Pues porque desde el 10 y hasta el mismo 15, estaremos gozando de otro Encuentro cultural tan festivo como singular: El Festival del Sur-Encuentro Teatral 3 Continentes, cuyo programa teatral, de actividades paralelas y el extraordinario cartel de Pilar Ortiz dejamos a continuación. ¿Se animan? Les aseguro que no se arrepentirán.

 

PD.- Abajo hay una sorpresa. A ver si la encuentran 😉

 

 

 

COMPAÑÍAS PARTICIPANTES

 

AMÉRICA:

Teatro de la Gaviota (Uruguay)

Tangorditos (Argentina)

Grupo Actoral 80 (Venezuela)

 

ÁFRICA:

Grégoire Wissého (Benin)

Fasso Danse Théâtre (Burkina Faso)

Compagnie Multicorps (Benin)

Djeclan (Costa de Marfil)

 

 

EUROPA:

Luciano Federico (Italia)

Alberto García (España-Cataluña)

Circodxelicia (España-Cataluña)

La sal teatro (España-Andalucía)

La invenció producció(España-Cataluña)

Delirium Teatro (España-Canarias)

Nadiesha Producciones (España-Canarias)

Tracson teatro (España-Canarias)

  

XXII FESTIVAL DEL SUR – ENCUENTRO TEATRAL TRES CONTINENTES

 

10 AL 19 DE JULIO DE 2009

 

PROGRAMACIÓN

 

 

 

VIERNES 10 DE JULIO

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

TEATRO DE LA GAVIOTA (URUGUAY)

ERLING, de Christina Herrström

 

FACHADA DEL TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 22h30

CIRCODELICIA (ESPAÑA)

AIREARTE (ESPECTÁCULO DE DANZA VERTICAL)

 

SÁBADO 11 DE JULIO

CASA DE LA CULTURA DEL CRUCE DE ARINAGA, 11h

TRACSON TEATRO

ABBAS, VIAJA EN EL TIEMPO

 

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

COMPAGNIE MULTICORPS (BENIN)

ET SI  (SOLO DE DANZA)

 

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h30

TAN GORDITOS (ARGENTINA)

MÁS GORDITOS QUE NUNCA

 

DOMINGO 12 DE JULIO

AVENIDA DE LOS PESCADORES, 12h

MAXIMILIANO STIA (ARGENTINA)

¡NO PUEDE SER!

 

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

GRÉGOIRE VISSÉHO (BENIN)

DANSE AFRICAINE, de Grégoire Vissého (ESPECTÁCULO DE MARIONETAS)

 

FACHADA DEL TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 22h

CIRCODELICIA

BAIDELER (ESPECTÁCULO DE DANZA VERTICAL)

 

LUNES 13 DE JULI0

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

NADIESCHA PRODUCCIONES (ESPAÑA-CANARIAS)

HECHO EN MÉXICO, de Miguel Vaylón

 

 

MARTES 14 DE JULIO, 21h

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

ALBERTO GARCÍA (ESPAÑA)

JOHAN PADÁN EN EL DESCUBRIMIENTO DE LAS AMÉRICAS, de Darío Fo

 

MIÉRCOLES 15 DE JULIO

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

LUCIANO FEDERICO (ITALIA)

LOKOTIDIANO, de Luciano Federico

 

JUEVES 16 DE JULIO

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

LA INVENCIÓ PRODUCCIÓ

LA VALLA, de Josep Pere Peyró

 

VIERNES 17 DE JULIO

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

FASSO DANSE THÉÂTRE (BURKINA FASO)

BABEMBA

 

PLAZA DE SAN ANTÓN, 22h30

LA BARRACA (ESPAÑA)

LA VILLANA DE GETAFE, de Lope de Vega

 

PLAZA DE SAN ANTÓN 23h30

FIESTA DEL XXII FESTIVAL DEL SUR

 

SÁBADO 18 DE JULIO

CASA DE LA CULTURA DEL CRUCE DE ARINAGA, 11h y 11h 45

TEATRO LA SAL (ESPAÑA)

LALÚ (ESPECTÁCULO PARA BEBÉS DE 0 A 3 AÑOS. AFORO LIMITADO A 30 PADRES Y 30 BEBÉS POS SESIÓN)

 

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

GRUPO ACTORAL 80 (VENEZUELA)

FINAL DE PARTIDA, de Samuel Beckett

 

PLAZA DE SAN ANTÓN, 22h30

DJECLAN (COSTA DE MARFIL)

DIALOGUE DES MASQUES

 

DOMINGO 19 DE JULIO

CASA DE LA CULTURA DEL CRUCE DE ARINAGA, 11h y 11h 45

TEATRO LA SAL (ESPAÑA)

LALÚ (ESPECTÁCULO PARA BEBÉS DE 0 A 3 AÑOS. AFORO LIMITADO A 30 PADRES Y 30 BEBÉS POS SESIÓN)

 

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES, 21h

DELIRIUM TEATRO (ESPAÑA-CANARIAS)

CANARIAS, de Antonio Tabares

XXII FESTIVAL DEL SUR -ENCUENTRO TEATRAL TRES CONTINENTES

ACTIVIDADES PARALELAS

 

 

 

 

 

CURSOS

 

CURSO DE DANZA AFRICANA

IMPARTE: COMPAÑÍA DJECLAN (COSTA DE MARFIL)

 

CURSO DE PERCUSIÓN

IMPARTE: COMPAÑÍA DJECLAN (COSTA DE MARFIL)

 

 

CURSO DE CARIOCAS Y DANZA ORIENTAL

IMPARTE: MIRIAM ACOSTA (ESPAÑA-CANARIAS)

 

CURSO DE CONSTRUCCIÓN DE MARIONETAS

IMPARTE: GRÉGOIRE VISSÉHO (BENÍN)

 

CURSO DE INTERPRETACIÓN TEATRAL

IMPARTE JOSEP PEYRÓ (ESPAÑA-CATALUÑA)

 

CURSO DE DANZA CONTEMPORÁNEA

IMPARTE: MARCEL GBEFFA (BENÍN)

 

SIMPOSIO

 

VIERNES 17 DE JULIO, 9H30

SALÓN DE PLENOS DEL AYUNTAMIENTO DE AGÜIMES

EL PACTO INCUMPLIDO

 

ENTREGA DE LOS CUCHILLOS CANARIOS

 

VIERNES 17 DE JULIO, 21h

TEATRO MUNICIPAL DE AGÜIMES

 

 

 

 

 

 

EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA:

 

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ

DEL 10 AL 25 DE JULIO

INAUGURACIÓN: VIERNES 10 DE JULIO, 19h

MAGREB, EL OCCIDENTE ÁRABE

ORGANIZA: CASA ÁRABE Y AYUNTAMIENTO DE AGÜIMES

 

LAS TARDES DEL FESTIVAL DEL SUR

SE SERVIRÁ UN VINO DE AGÜIMES Y UN APERITIVO EN TODAS LAS SESIONES

 

SÁBADO 11 DE JULIO, 19h

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ, 19h

Presentación del libro HASTA DONDE EL CINE NOS LLEVE (VIAJES Y ESCENARIOS DE PELÍCULA), DE Jesús Lens y Francisco J. Ortiz

Interviene: Jesús Lens

 

 

DOMINGO 12 DE JULIO

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ, 19h

Proyección de Cayucos, de María Miró

 

 

 

MARTES 14 DE JULIO

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ, 19h

PROYECCIÓN DE CORTOMETRAJES ÁRABES

Organiza: Casa árabe Y Ayuntamiento de Agüimes

 

 

MIÉRCOLES 15 DE JULIO

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ, 19h

Proyección del documental BURKINA FASO, DOS HOMBRES, DOS PAÍSES.

Presentan: Brice Payen y Juan Montero

 

 

JUEVES 16 DE JULIO

CASA MUSEO ORLANDO HERNÁNDEZ, 19h

Vida y  obra de Frida Kahlo y presentación de la novela Tú eres azul cobalto

de Pablo Martín Carbajal, con la presencia del autor.

 

 

SÁBADO 18 DE JULIO

CASA PARROQUIAL DE AGÜIMES, 19h

VELADA POÉTICA

 

LITURGIA DEL OLVIDO

Lectura de poemas del escritor Pedro Enríquez,

realizada por el propio autor,

con la colaboración de la actriz Yolanda López.

 

POEMAS A LA CARTA

COMPAÑÍA PILAR REY Y ANTONIO ABDO

 (El poeta Antonio Abdo entregará al público un listado de poemas, y recitará los que éste le solicite)

Dirección: Pilar Rey

TEATRO

La columna de IDEAL, celebradora y onomástica.

 

Hoy se celebra el Día Internacional del Teatro. Reconozco que no suelen gustarme estas efemérides, pero también es verdad que fechas señaladas como ésta nos permiten reflexionar sobre temas o cuestiones que, por lo general, pasan de tapadillo por nuestra vida. Como el teatro, por ejemplo.

 

Siempre he sido hombre de cine. Adoro las películas y, por tanto, cuando iba al teatro, todo lo que acontecía en escena me parecía falso, forzado y mentiroso. Crecido y educado a través del séptimo arte, el Arte Total por antonomasia, sentía que el teatro era como el niño tonto de la familia, un quiero y no puedo obsoleto, añejo y avejentado.

 

Hasta que, una vez, fui al pequeño, íntimo y entrañable Teatro Alhambra y, desde un asiento próximo al escenario, me topé con Juan Luis Galiardo. No recuerdo qué obra se representaba, el argumento o el tema. Tampoco recuerdo si estaba bien o no. Daba igual. El lujo era disfrutar, durante hora y media, de la presencia de un monstruo como Juan Luis, allí delante, sólo para tus ojos… y los de otro puñado privilegiado de espectadores.

 

A partir de ahí, este tipo de teatro adquirió una nueva dimensión. Cada obra a la que iba era como un regalo, único y exclusivo, al disponer de noventa minutos de la vida de unos actores que parecían desnudar su alma frente a ti: cada gesto, cada rictus, cada gota de sudor, cada inflexión de voz… todo ello acontece delante de tus narices. Y una sola vez. Parafraseando el famoso monólogo de «Blade runner», las obras de teatro constituyen momentos únicos e irrepetibles, que, como lágrimas en la lluvia, terminan perdiéndose en el tiempo, pero perdurando en la memoria de los espectadores.

 

Y precisamente por eso me gustan las salas pequeñas, como el Alhambra. Porque permiten disfrutar de esa especial comunión que se establece entre actores y  espectadores. Aunque el Isabel la Católica tiene buena visibilidad, no se goza igual de la ironía de El Brujo en uno que en otro espacio escénico, por ejemplo. Y, por supuesto, ver una obra de teatro en la Sala García Lorca del Palacio de Congresos, salvo que tengas la fortuna o la habilidad de hacerte con una entrada para las primeras filas, resulta una experiencia fría, gélida y desapasionada, dado el distanciamiento que existe entre el público y el escenario.

 

Después he tenido la suerte de vivir el teatro un poco más desde dentro, en Agüimes, en el envidiable Festival del Sur, Encuentro Teatral Tres Continentes que se celebra en el delicioso, inquieto y envidiable pueblo grancanario. Y una vez que tienes la oportunidad de hablar largo y tendido con actores, autores o directores, te conviertes en un adicto a las tablas, la farándula y las candilejas de forma que, al comenzar el año, coges el calendario y subrayas en rojo este 27 de marzo, el Día Internacional del Teatro, como uno de los auténtica y verdaderamente señalados.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

LIBLOGS: YERMA EN EL LÍBANO

Hay libros que, por el momento personal y vital en que los lees, se te incrustan en la piel y, además de provocarte muchas y variadas sensaciones, te dejan una huella indeleble de por vida. A mí me ha pasado con «Yerma», leído de un tirón en una tarde de invierno y cuyo recuerdo me viene acompañando desde entonces, como espada de Damocles que pende sobre mi cabeza.

 

Hace un par de noches, cansado, roto, volvía a casa en taxi. El conductor tenía ganas de charlar y me preguntó por las Navidades. Le dije que las pasaría en el Líbano y, como un resorte, me volvió a preguntar: «¿Es usted soldado?»

 

Me quedé de una pieza. ¿Soldado? Pues no. Un simple turista. El hombre no volvió a hablar, me dejó en casa y me deseó felices navidades. Al día siguiente, una amiga me preguntaba si estaba nervioso por mi inminente viaje. «No», le contesté. «Ni nervioso, ni ansioso, ni expectante, ni excitado.»

 

Y me sentí yermo. Vacío. Fue entonces cuando me decidí a escribir las palabras de esa entrada tan gratamente recibida y comentada: «Líbano: escapar viajando». Un texto que es duro de escribir… si sientes todas y cada una de las palabras y las sensaciones que en él se reflejan, como a mí me pasaba.

 

Hasta ahora, prácticamente no le he prestado atención al destino de este viaje. Líbano. He mirado la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y, de hacerle caso, lo mejor sería no poner allí un pie. Recuerdo que, cuando empezó la última guerra libanesa, hace unos meses, con el egoísmo propio de los viajeros, pensé para mis adentros que era una pena, que ya había otro país que, de momento, se había convertido en destino vetado. Y, sin embargo, apenas unos meses después, allá me voy. Al Líbano.

 

Ya les he contado que la «culpa» de todo la tiene Daniel. Y a él me encomiendo, lógicamente, para culminar un viaje bonito, ilustrativo y satisfactorio. Decía que quería aprovechar este viaje para reflexionar sobre tantas y tantas cosas de mi vida, pasada, presente y futura. Otra amiga (siempre son las mujeres las que ponen el dedo en la llaga) me decía que me dejase de tonterías y que aprovechara el viaje para disfrutar, pasarlo bien, ser receptivo a los compañeros que me encuentre por el camino, descubrir nuevos paisajes y, sencillamente, gozar con las bondades de una oportunidad única: viajar a un destino tan atractivo como complicado. Viajar.

 

Por eso me gustó tanto, al llegar a casa, encontrar el mensaje de otra excelente cómplice que, desde la distancia, ya me va conociendo sobradamente. Un mensaje repleto de buenos augurios, que se concretaban en la siguiente máxima de Tucídides: «El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace. El secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad, en el coraje».

 

Yerma se casó porque quería tener un hijo. Y no consiguió concebirlo. Y su vida fue un infierno. Y la de su marido. No había otra cosa que le importara que no fuera la sequedad de su vientre. Y así consumió su existencia. Y, por fin, cuando comprendió que jamás se quedaría preñada, no se resignó y, en vez de procurar construir una vida en torno a su esposo, lo asesinó. El fatalismo de los personajes de García Lorca, la autodestrucción, el sufrimiento, la muerte… todo ello tan nuestro… no. Hay que rebelarse.

 

Cuando escribo estas líneas me quedan menos de cuatro horas para emprender mi viaje. He de preparar el petate, comer y salir para la estación de autobuses. Es verdad que, si lo pienso, no es irme al Líbano, ahora lo que quiero hacer. Pero no es menos cierto que, como lo voy a hacer, lo estoy empezando a querer.

 

Sí. Ya estoy nervioso. Me falta un visado para Siria que suplo con una carta de una agencia de viajes, escrita en árabe, y que no sé si me dará problemas en Estambul, donde hago escala. Sí. Ya ando revisando los billetes y los itinerarios. Sí. Ya ando eligiendo qué lecturas me van a acompañar. Sí. Ya voy notando esas mariposas en las tripas que me dicen que sí. Que quiero viajar. Que dejo cosas atrás, pero que me esperan muchas más por ahí delante. Estos días, en Oriente. Y a la vuelta, claro. Libertad para irme. Y para volver. Coraje para apretar los dientes… y seguir de frente.

 

Perdonen que haya usado la excusa de los Liblogs y de «Yerma» para hablar de mí, pero, por un lado, es la grandeza de la literatura: conseguir integrarse en nuestra vida. Y, por otro, ¿qué podría decir yo sobre «Yerma» que no se haya dicho ya, hasta la saciedad, por centenares de estudiosos y especialistas de la obra lorquiana?

 

Haciendo de la necesidad virtud, un cálido abrazo viajero y mediterráneo para todos.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

LOS ÁRBOLES MUEREN DE PIE

Dedicado a esas personas

que te ayudan

a tener amplitud de miras

y a ensanchar el alma. 

 

Todavía no tengo claro la razón última de que me regalaran este teatrito tan sencillo como cargado de sentido. «Los árboles mueren de pie», de Alejandro Casona. No entendí nada del principio y, despistado, a punto estuve de leer el prólogo, algo que afortunadamente no hice ya que el espabilao de turno, Mauro Armiño, fusila la obra de teatro enterita en las ocho páginas de su clarividente introducción.

 

Poco a poco, las piezas fueron encajando. Estamos ante una obra de teatro muy sencilla, que se basa en una premisa básica: todos tenemos derecho a ser felices. Y si para la consecución de la felicidad hay que cometer algunos pecadillos veniales, pues no pasa nada. Y si es necesario reclamar la participación de expertos en conseguir la dicha ajena, pues se hace. Sin problemas.

 

El caso es que me sonaba el título. «Los árboles mueren de pie». Pero no lo ubicaba. ¿De qué podíamos hablar? Máxima sonoridad y contundencia. ¿Una historia de guerra, sufrimiento, dignidad?

 

Podría ser.

 

Pero no.

 

La cosa es mucho más sencilla, como decíamos, pero también mucho más interesante. Se trata de contar una anécdota casi intrascendente que, sin embargo, te reconcilia con lo mejor del ser humano. Porque si una señora echa de menos a su nieto, un tarambana que desperdició su vida decenas de años ha, ¿qué tiene de malo que su familia le fabrique una biografía a medida al pánfilo y desnortado muchacho? Lo malo es que, de repente, el chaval dice de volver a personarse en la tranquila vida de nuestra señora… y algo hay que hacer.

 

Cuando uno lee «Los árboles mueren de pie» entiende dónde radica el origen de películas como «Familia», el debut cinematográfico de Fernando León de Aranoa, sin ir más lejos. ¿Pueden la simulación y el engaño, por otra parte, terminar afectando a la realidad, influyéndola, cambiándola? Ahí radica el quid de la cuestión. Porque, a fin de cuentas, la fantasía, el deseo y la imaginación son unas hermosas y arrebatadoras herramientas, capaces de transformar la más gris de las realidades en una colorista fiesta para los sentidos.

 

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

 

PD.- Me estoy empezando a malacostumbrar a este tipo de regalos que, alejados de mi habitual círculo de lecturas negro-criminales o aventureras, me van a abriendo distintas ventanas a paisajes insospechados, atractivos y atrayentes. Ventanas que, dejando pasar la luz del exterior, demuestran que, efectivamente, la verdad está ahí fuera. Y que hay que salir a buscarla.