Propósitos para el nuevo año

Tengo un problema. Importante. Me había dejado para hoy domingo eso típico de otros años: describir el 2011 en 365 palabras, una por cada día.

O, como hicimos en otra ocasión, contar lo que esperamos del 2012 en… ¡366 palabras! Que para algo este año es bisiesto.

Pero es que solo se me vienen a la cabeza palabras como las que le aplicábamos ayer mismo a la Mascota Oficiosa del Año: recortes, rebajas, crisis, debacle, desastre, etcétera.

Pero el problema va más allá: casi que empieza a parecer una ofensa, un insulto, esperar de año eso que antes proclamábamos con total naturalidad: viajes, diversión, descubrimientos gastronómicos, fines de semana intensos. ¡Joder, si es que hasta pensar en ir a un concierto, tomarse unas cañas y/o unas copas se podría tomar como una afrenta!

Nos quedan los libros y el cine; los refugios de siempre. Queda salir a correr, que es muy barato. O volver a las montañas, que comer bocatas y beber vino, de una bota, nunca fue algo tan reconfortante. ¡Lo mismo así vamos más a los museos y las exposiciones, siempre que los recortes no se los lleven por delante!

Queda encastillarse en casa y organizar tertulias, cine-fórums y encuentros semiclandestinos, gastando poco y tirando de marcas blancas.

Austeridad radical.

Es lo que se lleva.

En este país hemos pasado de pagar 6.000 euros por celebrar cualquier cosa a tener que pedir perdón por pedir una ración de boquerones en el bar.

Y así, me temo, esto va a terminar por descoyuntarse.

Porque las cosas están muy mal y tal y tal. Cierto. Pero con todos metidos debajo una loseta, esperando a que escampe, esto no se arregla.

Ya nadie habla de cambio de modelo productivo ni de cambio de paradigma. Ya solo se habla de austeridad, ahorro y recortes.

Solo que, si quienes tienen no gastan ni invierten; ¿cómo salimos de ésta?

Es verdad que hubo despilfarro, imprudencia y falta de previsión. (Lamento haber usado una descalificación innecesariamente gratuita, anteriormente, hablando de este tema, sobre una conocida actriz que declaraba tene un hipotecón y la cuenta corriente vacía, lo que me llamaba a la extrañeza, dada su popularidad).

¡Tú sabrás lo que habrás hecho con todo lo que tienes que haber ganado, preciosa! Que no tienes pinta de haber sido mileurista todos estos años, precisamente.

Este año, no siendo muy Nocheviejeros, no juntamos el día 2 un grupo de amigos para tomar unas Alhambras bien frías y raciones muy calientes y picantes en el Muglia de Poeta Manuel de Góngora. Nos apetecía empezar el año con exotismo, sabor, calor y color. Poniéndole picante, alegría y buen humor al arranque del 2012.

No voy a hacer más propósitos para el año 2012.

Solo, en la medida de lo posible, hacer lo de siempre. Y contarlo, en la medida de lo contable, claro.

¡Salud!

Jesús sempiterno Lens

Veamos lo que barruntábamos los 8 de enero de 2009, 2010 y 2011.

LA DÉCADA PRODIGIOSA

La última columna del año en IDEAL. Lo siento. Seguramente no es la que esperáis leer en una fecha tan señalada. Me quedo, como resumen de la década y propósito para la que empieza, con una frase de una de las últimas novelas que he leído:

¿Y si ahora mismo empezara todo?

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¡Feliz entrada de año, mis Estimados y Queridos Habibis!

Para buena parte de los españoles, éste es el día más anhelado del año. Y no porque estén ansiosos de correrse una juerga, que también, sino porque estamos locos y ansiosos por pegarle una patada al 2010 y mandarlo al carajo, bien lejos. Ganas, mayormente, de ponerlo en órbita y olvidarlo a la velocidad de la luz. O más rápido aún, de ser posible.

¿Resumen de una década?

Todos sabemos que, en realidad, da igual. El día 1 sigue al 31 y no sólo nos pillará resacosos sino que, además, será un 10% más caro el ver por las noches. Pero nos hace ilusión tener un flamante paquete-regalo de 365 días por desenvolver, máxime cuando el 01-01-11 inicia una nueva década.

¡Con lo felices que nos las prometíamos allá por entre el 2005 y el 2007! ¿Se acuerdan? El ladrillo se había convertido en el oro del Rey Midas y, a su calor, la orgía parecía no tener fin, límite ni techo. Pero resultó que tenía suelo. Ese suelo mil y una veces recalificado se abrió súbitamente bajo nuestros pies y nos arrastró en una espiral descendente a la que ahora tampoco le vemos final, por desgracia.

La llegada del 2011 parece marcar un punto y aparte en este torbellino de fatalidades. Los célebres propósitos de año nuevo nunca han tenido tanto sentido como ahora: además de dejar de fumar y de ir al gimnasio, pocas veces como ésta habremos tenido la necesidad, ocasión y oportunidad de redefinir el resto de nuestra vida. Que suena a cita de libro de Autoayuda o tratado de Management, pero que es verdad.

Aunque nos ha costado, hemos terminado por aceptar que esta crisis es estructural y no coyuntural y que, por tanto, los ¿buenos? viejos tiempos ya no volverán. Hemos escrito, leído y escuchado hasta la saciedad lo del cambio de paradigma y el nuevo modelo económico-productivo, la necesidad de innovar y de ser creativos. Pero todo ello casa muy mal con los recortes salariales y sociales, los despidos y el echar horas de trabajo a destajo que reclaman la patronal, los mercados y hasta el gobierno.

La Década Prodigiosa que nos debería situar en la vanguardia productiva de las economías desarrolladas del Primer Mundo arranca con fórmulas de ahorro de costes y exigencias laborales propias del siglo XIX y los primeros años del XX.

Al final, a esto vamos, tan modernos...

¿Qué le deberíamos pedir, pues, a este 2011? Para empezar, la cordura, sensatez y coherencia que están faltando en estos meses. A cambio, ¿qué le podríamos ofrecer? Ilusión, energías, trabajo y ganas de contribuir a la llegada y la consecución del Nuevo Paradigma. Sin embargo, lo que no es de recibo es la exigencia de cobrar menos por trabajar más y de pagar más por recibir menos. Si ésta es la fórmula, ¡paren la máquina que yo me bajo!

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

 

PD.- Siguiendo el consejo de Rash, agradecemos a Manel Fontdevila poner en Internet sus magníficas viñetas, que ilustran la entrada de hoy.