El Conde: un periplo gustativo muy vistoso

Si hay una receta con la que todas y cada una de nuestras madres y abuelas se alzarían con el Masterchef de nuestras emociones, es la de las croquetas. Ya pueden decir los críticos lo que quieran: como las croquetas de nuestras  madres no hay ningunas.

Precisamente por eso, una carta que ofrece Croquetas caseras de jamón según la receta tradicional de la abuela, tiene tanto de reto y de desafío como de declaración de intenciones. ¿Y el resultado conseguido por el equipo de El Conde? Espectacular. Caseras, caseras. Hacía mucho tiempo que unas croquetas, doradas y crujientes por fuera y tiernas, suaves y cremosas por dentro; no me recordaban tanto a las de mi madre.

El Conde es un coqueto restaurante que, en el pujante entorno de la calle Varela, recibe al visitante con una decoración muy atractiva, combinando motivos viajeros en las estanterías con arte en las paredes y, discretamente repartidas, ristras de ajos, pimientos y chacinas o colecciones de botellas, corchos y diferentes detalles que le dan calor y familiaridad al establecimiento.

La carta, no muy extensa, pero ajustada y bien rematada, permite disfrutar una serie de platos muy sabrosos y con fuerte personalidad. Para empezar, una suculenta minihamburguesa servida como tapa de la Alhambra Especial de grifo, bien servida en copa tallada, con la cantidad justa de espuma y fuerza en su interior.

Tras una cata de aceite, unas aceitunas rebozadas, muy crujientes, le dan un giro muy original a un aperitivo que, de esa manera, resulta diferente y novedoso. Y la tortillita de camarones, con un toque dulce de mermelada de mojito, resulta igualmente deliciosa, con todo el aroma del mar en cada bocado.

El El Conde, partiendo de unas materias primas excelentes, cuidan tanto los sabores como el aspecto visual de los platos, algo esencial en los tiempos de las redes sociales, donde están muy presentes con el hashtag #EstiloConde. Una carta que cambia dos veces al año, apostando por las novedades que el equipo encuentra en los viajes gastronómicos que hacen, todos juntos, en las temporadas de cierre. El último, a Valladolid y Bilbao, por lo que ahora trabajan los pintxos con especial cariño.

Muy interesante el salmorejo, convertido en uno de los platos estrella de la gastronomía contemporánea. En El Conde está perfecto, con el grado justo de espesor y la cantidad exacta de jamón y huevo. Y la pequeña hamburguesa servida como aperitivo tiene en la carta a toda una hermana mayor, llamada Alma: 200 gramos de carne de buey 100% con queso puro de oveja, lechuga, tomate, patatas, salsa de Jack Daniel’s y pickle de cebolla.

Otro plato imprescindible es el Pollo con salsa El Conde: solo pechuga, cortada en forma de lágrimas para que la salsa la acompañe por los cuatro costados. Suave y tierna, invita a mojar pan en una salsa que es una variante casera de la Strogonoff.

Y para los amantes de las patatas bravas y los amigos de los sabores más fuertes, una estupenda noticia: en El Conde, las patatas bravas son bravas de verdad. De hecho, las sirven con una cápsulas transparentes de plástico que albergan dosis extra de picante “Balotelli”, para quiénes quieran convertir en ardiente una salsa casera de lo más sabrosa.

Otro descubrimiento realizado en uno de los viajes gastronómicos del equipo son las Albóndigas de calabacín, mezcladas con una salsa de origen griego que realza el sabor algo plano del vegetal. Mucha atención, igualmente, a las tablas de ibéricos y a la morcilla y chorizo de Noalejo.

Y resulta encantadora la Carta de Vinos, diseñada por el propio equipo de El Conde a modo de guía de viajes y en la que se descubrirán vinos buenos, nuevos y diferentes, pero de precio asequible y ajustado.

Así las cosas, no duden en dejarse conducir por el sabroso periplo gustativo que propone la gente de El Conde. Lo disfrutarán.

Jesús Lens

Reca Campus: la cocina del nuevo milenio en la Granada del siglo XXI

En la zona de expansión de la Granada del siglo XXI, en el corazón del PTS, justamente hoy cumple su primer aniversario el restaurante Reca Campus, un espacio amplio, diáfano y polivalente cuya decoración minimalista es un placer para los sentidos.

Equipo de Reca Campus. Foto: Alfredo Aguilar.

Sus enormes cristaleras, con orientación sur, absorben luz a raudales. Las paredes de ladrillo visto, altísimas, acogen cuadros seleccionados de Mike Ocete, uno de los socios de Reca-Campus y artífice de una decoración que nos hace pensar en los locales más vanguardistas de Nueva York.

Sobre la larguísima barra, eso sí, veremos desfilar platos de la cocina mediterránea más tradicional, reinventados por el talento creativo del otro socio de esta pionera aventura, Miguel Moyano, heredero de una larga estirpe vinculada a la hostelería. Buena prueba de ello es el suculento y sabroso Rabo de Toro al estilo cordobés, preparado según la receta de Ricardo Moyano, tío de Miguel y antiguo jefe de cocina del hotel Alhambra Palace.

O los Lingotes de Atún con crujiente de maíz -los quicos de toda la vida- espolvoreado sobre la roja carne del pescado, dándole un toque canalla, gamberro, fresco y divertido.

En Reca Campus todo es un excitante maridaje de arte y creatividad. Como el cuadro de Mike que preside una de sus paredes, “Paseo con la Negra Flor”, un homenaje a Radio Futura y a las Ramblas de Barcelona, usado como motivo pictórico para las primeras cartas del local y cuya popularidad desembocó… ¡en la continua y misteriosa desaparición de las cartas!

A lo largo de su primer año de existencia, Reca Campus -heredero del mítico Reca de la plaza de la Trinidad, famoso por sus frituras- ya se ha hecho con una clientela fiel, tanto de vecinos del barrio como del personal del hospital del PTS. Y, desde que funciona el Metro -la parada de Avda. de Dílar está muy cerca del local- cada vez recibe a más gastronómadas provenientes de Armilla y de otros barrios de Granada, relajados y despreocupados al no tener que conducir.

Alfredo Aguilar, en plena pesca del bacalo…

La carta, no muy extensa, pero variada y para todos los gustos, cuenta con ensaladas, carnes, pescados y amplia oferta de los populares huevos rotos. Una carta que consta de una selección fija de platos a la que, cada semana, se añaden cinco propuestas diferentes y variables, de acuerdo con los productos de temporada. Para estos días, por ejemplo, Miguel Moyano y Rosa Cortés, otro de los miembros imprescindibles del equipo creativo de Reca Campus, recomiendan calurosamente las alcachofas salteadas con jamón y cebolleta.

Imprescindible probar la espectacular Ensalada Tricolor, con una base de lombarda macerada con canela, pimiento y guacamole; y un sorprendente -e inédito por estos lares- bacalao gratinado con un suave alioli de membrillo.

¿Y de postre? ¡Nada menos que una cuidada selección de las míticas Tartas Cristina, servidas cada día! De tan ligeras, cualquiera diría que ni siquiera engordan…

Abierto en horario ininterrumpido desde las ocho de la mañana, para disfrutar de sus tranquilos y abundantes desayunos -ojo a las tostadas de aguacate- hasta la madrugada; Reca Campus también sirve Menús del Día, a 9,90 euros, con tres propuestas para primeros platos, tres para segundos, bebida y postre, de lunes a jueves.

Y un detalle imprescindible: sus mesas móviles, que están a la altura de una mesa convencional, para comer sentados, pero que, a la hora del tapeo, se elevan hasta la altura de la barra, a modo de mesa alta sobre la que disfrutar de tapas y raciones más informales, pero igualmente deliciosas.

Volvamos al continente: 18 metros de luminosa cristalera dan paso a una barra de níveo mármol veteado de Macael, especialmente diseñada y tallada para Reca Campus, convertida en pieza angular del local. Por encima, Mike Ocete ha colocado una laberíntica y sugerente estructura de madera, ligera, aérea, serpenteante y minimalista. Y es que hablamos de un local con materiales especialmente diseñados para absorber el sonido, por lo que será bien acogido por los amantes de la conversación tranquila y sosegada.

Tartas Cristina

 

Además, Reca Campus aspira a convertirse en espacio cultural y expositivo, para insuflar vida artística al barrio. De momento, Miguel, Mike y Rosa están trabajando con Santiago Collado para inaugurar una primera exposición colectiva. ¡Permanezcan atentos a su periódico!

Jesús Lens

 

 

Dirección: Avda. de la Ilustración, 69. Parque Tecnológico de la Salud. Granada Tfno. Reservas: 958 032 086 Aforo: 46 personas. Jefe de cocina: Ricardo Álvarez Montoro Jefe de sala: Roberto Caría Estilo: Mediterrráneo tradicional. Distribución: Local diáfano de altísimos techos, con amplia distribución de mesas adaptables, larga barra y amplia y tranquila terraza