No-crítica de «Los hombres mojados no temen la lluvia»

Querido Juan:

Hace una semana que terminé de leer tu extraordinario último libro, “Los hombres mojados no temen la lluvia”, más que merecidamente galardonado con el Premio de Novela Fernando Quiñones, y que acaba de publicar Alianza Editorial.

Los hombres mojados no temen la lluvia

No sé si habrás visto esta foto, pero mi Cuate y yo quisimos celebrar la alegría que nos dio encontrarlo, recién desembarcado en los anaqueles de la Librería Picasso, con una imagen que quedara para el recuerdo. Y creo que lo conseguimos.

Te decía que hace ya unos días que terminé la gozosa, feliz y adictiva lectura de este libro… y que no sabía cómo encarar su reseña. Y sigo sin saberlo. Hasta el punto de que, me vas a perdonar, compañero Juan, pero no la voy a escribir.

Y te daré mis razones.

La primera y más importante -la única en realidad- es que, cuando leía el libro, era como si te escuchara hablar. Era como si recordara las muchas conversaciones que he tenido la suerte de compartir contigo a lo largo de estos meses.

Foto: Colin Bertholet
Foto: Colin Bertholet

Porque “Los hombres mojados no temen la lluvia”, más que ser una novela tuya, eres tú. Es un pedazo de ti, como si te lo hubieras arrancado de las vísceras, de las entrañas; y lo hubieras convertido en papel.

En esta novela están todas tus tesis sobre el presente en que sobrevivimos, el pasado del que venimos y el futuro que no alcanzaremos. Está tu manifiesto para una literatura útil y están las manías, necesidades, frustraciones y costumbres de los escritores.

Está la España del pelotazo, la España sobrecogida, la España amoral y sinvergüenza; esa España casposa que sigue apestando a pelo de la dehesa, por mucho que se bañe en Channel Número 5 cada noche, antes de irse a dormir.

En “Los hombres mojados no temen la lluvia” hay mujeres devoradoras, fuertes, letales y duras como el pedernal. Y un poco cabronas, también. Y hay hombres confusos -mojados y sin mojar- golpeados por el destino, por mucho que estén convencidos de controlar la situación.

Y hay bares. Muchos bares, que sirven para contextualizar a las personas que pasan por ellos, se acodan en sus barras y se emborrachan en sus mesas.

Juan Madrid

Los capítulos de tu novela, querido Juan, están escritos con ese estilo tuyo tan visceral; a machetazos. Son duros. Secos. Contundentes. Son directos. Como puñetazos dirigidos al mentón. Descarnados. Ásperos. Y sinceros.

Porque así es la vida. Sin duda. Y habrá quien ose pensar que escribir de esa manera es fácil; que minusvalore “Los hombres mojados no temen la lluvia”, considerando que te ha resultado fácil escribirla ya que, en realidad, te has contado a ti mismo.

Y es que, en esta vida, hay dos tipos de personas: los que pueden contarse a sí mismos y los que no.

Quienes habéis tenido una vida interesante, dura, movida y valiente; quienes habéis tenido que pelear contra los elementos y os habéis enfrentado a todo aquello que no os gustaba; tenéis todo el derecho del mundo a contaros a vosotros mismos.

juan_madrid

Los demás, no. Y los demás somos una inmensa mayoría.

Así que, sintiéndolo mucho y esperando que no te cabrees conmigo; paso de reseñar “Los hombres mojados no temen la lluvia” y me limitaré a recomendar vivamente su lectura a todas las personas a las que conozco que, sé y me consta, tienen buen criterio lector y sólida capacidad de encaje literario.

¡Salud, compañero! Nos vemos en la librería “1616 Books” de Salobreña, con Antonio, para escucharte hablar de este libro tan cojonudo.

Jesús Lens

Y ahora, a ver los 27 de febrero de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012

JLE

Yo creo en la importancia de los nombres. Y, desde que leí “Freaknomics”, mucho más. Sobre todo, en lo letal que puede ser ponerle a un niño nombres del tipo “Ganador”, “KevinCostner de Jesús” o “LebrónJames”, por ejemplo.

Por eso, agradezco enormemente a mis padres que eligieran bautizarme con el nombre tradicional de los primogénitos de nuestra estirpe: Jesús. Aunque, en los países anglosajones causa una cierta perplejidad, Jesús es un nombre muy llevadero. Eso sí, en esta Andalucía nuestra, fonéticamente lo mismo soy Hesú que Jezú o, incluso, Eshú.

Jesus Lee

Pero no pasa nada, que siempre nos queda el Carlos, en la reserva. Carlitos, incluso.

Además, ya sabéis que me gustan los acrónimos y las iniciales. Por ejemplo, en cBc de “Café-Bar Cinema” o el ByE de aquel interrumpido “Barras y Estrellas”.

O, por ejemplo, la Triple B. Esa BBB que podría parecer la Calificación de algún producto financiero por parte de una agencia de rating, pero que responde a un concepto mucho más interesante: “Bars, Blues & Básket”; un proyecto vital con un trasfondo viajero, hipotético y futuro: visitar Nueva Orleans, Memphis y Chicago dedicándonos, básicamente, a eso: conocer buenos bares, escuchar buena música y ver buen baloncesto.

Cafe Bar Cinema

Y eso nos lleva a JLE.

Jesús Lens Espinosa.

Me preguntaba hoy mi Cuate que qué planes tenía para el fin de semana.

Y yo se los resumía de forma muy clara: JLE

Jesús Lee.

Jesús va a leer. Y punto.

Sociedad Negra

De hecho, y si me apuras, JLEM.

¡Jesús va a leer… y mucho!

Ya lo decíamos, al acabar la novela de Lorenzo Silva. El mercado editorial se ha teñido de negro y los grandes maestros del género están montando crueles y sangrientas balaceras en los escaparates y las estanterías de las librerías españolas. Andreu Martín, Juan Madrid, el propio Lorenzo Silva, Mariano Sánchez Soler, Francisco González Ledesma. Sin olvidar la monumental novela de espías que tengo entre manos, “El silencio de tu nombre”, de Andrés Pérez Domínguez.

Los hombres mojados no temen la lluvia

¿Qué significa esto? Pues que un servidor, este fin de semana, no está para nada. Para nada más que ver algún partido de básket (¡Hey Baskonia, oé, oé, oé, oe!) correr algo y… ¡LEER! ¡LEER MUCHO Y BIEN!

Nos vemos.

Entre libros.

¡Sígueme en Twitter! @jesus_lens

Los hombres mojados no temen la lluvia

¿Leíste esta entrevista, que le hice a Juan Madrid, nada más saberse que se había alzado con el Premio Fernando Quiñones de Novela?

Pues… ¡la novela ya está en las librerías!

Los hombres mojados no temen la lluvia

Y no pienses, por esa apacible estampa que acabas de ver, que ha sido fácil hacerse con ella. De hecho, mi Cuate Pepe y yo hemos tenido que pelear duramente por hacernos con nuestro ejemplar, en la librería Picasso, al salir de la presentación de «Qwerty Vintage» que hice esta mañana.

Y, una vez en el fragor de la batalla, cuando no nos quedaban contrincantes de peso, nos revolvimos contra nosotros mismos… ¡Joder con los efectos colaterales de la buena literatura negra y criminal!

Los hombres mojados no temen la lluvia Juan Madrid

¡Qué tensión! Andreu Martín, Juan Madrid y Mariano Sánchez Soler publican sus nuevas novelas. Todas premiadas. Todas atractivas. Así que… ¡adiós! Me voy a leer, que ando con la última de Andrés Pérez Domínguez entre manos y, como sostenía aquel célebre filósofo norteamericano Jack Bauer… ¡no hay tiempo!

Jesús Lens

A ver el día 2 de febrero de 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012

II Muestra de cine negro de Salobreña

Algo rojo, algo negro, oscuras sensaciones, ambiente ominoso… algo siniestro está pasando y su  rastro sangriento recala en Salobreña. Una marea de sangre amenaza con convertir el municipio costero granadino, entre el 4 y el 9 de marzo, en lugar de encuentro de gente peligrosa. De gente que lee, que escribe, que hace cine, que atraca bancos y que lucha contra el crimen.

 

Algo se mueve en Salobreña y nuestro querido Colin Bertholet así lo ha captado, en un cartel que daría miedo si no fuera porque produce admiración (pincha, despliega y… disfruta):

Hay que dejarse arrastrar por la marea...
Hay que dejarse arrastrar por la marea…

Gracias a la gente de la Asociación Cultural Calibre 18680, podemos decir es de… ¡seguimos, compadres! (Para conocer más sobre la asociación, contacta con calibre18680@gmail.com )

 

Apoya la cultura ¡Hazte socio!
Apoya la cultura ¡Hazte socio!

Jesús Lens, entre el Rojo y el Negro

Improvisada entrevista a Juan Madrid

Nada más saber que había ganado el Premio Fernando Quiñones de novela, le mandé a Juan Madrid unas preguntas, a través del correo electrónico, para compartirlas con vosotros.

 

Aquí, el resultado.

Acabas de ganar un premio de novela con una obra cuyo título es enormemente poético y sugerente: «Los hombres mojados no temen la lluvia».

 

En primer lugar: enhorabuena. Y, seguido: ¿hace referencia el título a esa frase, tan manida, desde que comenzó la crisis: «con la que está cayendo…»?

El título: «Los hombres mojados no temen la lluvia», surgió de expresiones de argot talegario. Un «mojado» es un hombre marcado por la policía, se utiliza también para los que ya no pueden librarse de su destino o condición. Se dice «Tú estas mojado.» De esa manera un «mojado» es alguien que acepta su destino. Lo he oído también aludiendo a que los «mojados» ya les da lo mismo lo que les pase.

 

El Jurado ha señalado en su fallo que se trata de una trama de actualidad que incide en la corrupción de nuestro tiempo. ¿Cómo piensas que está tratando la literatura contemporánea española los temas de la corrupción y la crisis?

En todas mis novelas, o casi, trato de rellenar los huecos del mundo, esos agujeros que aparecen por doquier, tanto sobre la naturaleza, aquí y ahora, del ser humano concreto, como de todo lo que se oculta, sea corrupción, la doble verdad, la doble moral y la doble contabilidad. Con palabras del extraordinario y lúcido profesor granadino, Juan Carlos Rodríguez, una literatura de las cicatrices. ¿Se puede ser angelical en un mundo con doble moral y doble contabilidad? ¿Se puede ser ético en un mundo que acepta la tortura y la exclusión social como principio? Mi novela tiene mucho de tragedia griega. El personaje principal, el abogado Liberto Ruano, descubre que su destino ya está trazado y no puede librarse de él.

 

Hay muchos tipos de novelas y novelistas en este país. Muchas son catatónicas, interesadas solo en la verbalidad desatada, en el merodeo verbal, novelas cuyos personajes tardan cuarenta páginas en subir una escalera. Creen o actúan como si la realidad fuera transparente. No saben, o no quieren saber, que la realidad, gracias a los múltiples discursos oficiales, es opaca y poco visible. Contar lo que pasa de verdad es tarea de algunos novelistas. Al menos, lo llevo intentando desde 1980, cuando se editó «Un beso de amigo», mi primera novela.

Uno de los personajes fundacionales e imprescindibles de la novela negra española es Toni Romano. ¿Tendremos noticias suyas próximamente?

Los halcones no eligen a las palomas. Toni Carpintero es un pretexto narrativo, un guiño a Sherazade, para que yo pueda contar la transición en este país. Llevo siete con este personaje, la última fue «Adiós, princesa», (2008)

 

 El Planeta lo ha ganado Lorenzo Silva, con una nueva entrega de su saga de guardas civiles, Bevilaqua y Chamorro. Ahora tú ganas el Quiñones con otra novela negra. ¿Es peligroso que la novela negra se oficialice? ¿Puede adocenarse y perder parte del mordiente que debería ser una de sus señas de identidad?

La novela, negra, fucsia, verde… ya está oficializada. Todo está oficializado, convertido en una pizzería, una mera mercancía en el gran supermercado. «Me da usted una novela negra, por favor» «¿La quiere usted con corrupción… con crímenes sangrientos… un poquito de romanticismo? La diferencia estriba, creo, en los discursos, o mensajes -terrible palabra esta- que emite cualquier obra literaria que, en suma, es «una propuesta de mirada al mundo». En darse cuenta de que ese mundo presentado está acabado, listo y en orden, o por el contrario, está en pleno desorden y sin acabar diferencia a los escritores, tanto como su habilidad narrativa.

 

El problema es que solo hemos aprendido a leer una sola vez en la vida.

En Stidio JA, Mariano Navas y Juan Madrid, flanqueando a un tipo orgulloso y feliz…

 El año en que Semana Negra de Gijón, de la que tú fuiste uno de los fundadores, ha cumplido sus primeros 25 años de existencia, tú organizaste la I edición de la Semana de Cine Negro de Salobreña, con un éxito sobresaliente. ¿Estás trabajando ya en la II edición? ¿Nos puedes adelantar algo de la misma?

Sí, creamos en 1985 una Asociación Internacional de escritores «diferentes» o sea policíacos. Se creó entre La Habana y San Juan de los Ríos, México. Julian Semionov, un gran escritor soviético, desconocido aquí, fue su primer presidente y Paco Ignacio Taibo II, su vice. Buscábamos una literatura «comprometida con la realidad», abandonando el inoperante «realismo socialista». Ya estaba prevista la Semana Negra de Gijón, en Yalta (URSS), La Habana, Berlín… pero la asociación se fraccionó, la guerra fría no había muerto, y sigue sin morir. Sigue vivita y coleando.

 

De todo aquello quedó Gijón… pero no era ya lo mismo.

 

Y, para terminar, en estos tiempos de recortes y de puesta en cuestión de la necesidad, de la utilidad de las Letras y de la formación clásica… ¿Es útil la literatura? ¿Para qué sirve?

¿Para qué sirve la literatura? Gran pregunta esa donde las haya. Pero aclaro, creo en la capacidad de «distraer» que posee la literatura, su capacidad para escuchar el eco de la risa de Sherazade. Solo los pedantes de ambos, o de los tres o cuatro sexos que existen, son capaces de expulsarla de sus vidas. La literatura, el conocimiento que aporta sobre el mundo y sobre nosotros, es fundamental. Es una forma de conocimiento que nos distrae de la muerte.

 

Y ahí andamos, un grupo de enajenados, organizando la II Muestra, dedicada a México, con dibujantes y guionistas de cómic, novelistas y cineastas…

 

Saludos fraternales.

¿Qué os ha parecido? Personalmente, me parecen respuestas muy reveladoras de una forma de entender la literatura, que es lo mismo que una forma de entender la vida…

Apuntando a Salobreña

Jesús Lens