Be Analógico, My Friend

El otro día recibí un inquietante correo electrónico que me dejó francamente preocupado. Venía de Change.org, la web de campañas de recogidas de firmas para las causas más variopintas. El mail me recordaba que llevo mucho tiempo sin comprometerme con ninguna causa y me encorajinaba a mojarme y participar. Y de ello hablo en IDEAL.

“Pues tampoco es para tanto”, podrán pensar ustedes. Pero sí lo es. Quizá me esté volviendo paranoico con todo esto del Big Data, el Gran Hermano, los algoritmos, etcétera; pero me parece preocupante que la referida web lleve el recuento de cuántas iniciativas he suscrito, cuáles son, a qué campos pertenecen… y en cuántas no he participado.

 

Mi primera intención fue entrar en la página, buscar dos o tres causas que me resultaran simpáticas y firmar. De esa forma, además de aliviar mi conciencia, mejoraba mi ranking de buenismo cibernético. Menos mal que SOY, mi robot, (aquí lo presenté en sociedad) me animó a que no lo hiciera.

Y es que SOY considera que los humanos estamos cediendo demasiada información y control a los algoritmos. Que estamos renunciando a nuestra humanidad de una forma inconsciente y sostenida. Según SOY, un programa informático de andar por casa sería capaz de predecir el 90% de los pasos que daré los próximos días, gracias a la información que comparto en Redes, a mis pagos con tarjeta y a las cookies que he aceptado en mis webs de consulta habituales.

 

Decidí hacer la prueba con el propio SOY y reconozco que dio en el clavo. Además de saber que el sábado iría al baloncesto –eso era fácil- me situó en La Maestranza, comiendo una tapa de morcilla. Y en el Magic, escuchando jazz. Sabe cuándo voy a intervenir en la radio, los recorridos que haré cuando salga a correr, las películas y series que veré, dado que las tengo descargadas (legalmente), los últimos discos y libros adquiridos y hasta lo que comeré y beberé, por el ticket de mi última compra en el súper del barrio.

No. No he firmado por ninguna causa en los últimos días. Imagino que el Tribunal de la Ciber-Inquisición Buenista me tendrá enfilado. Pero me da igual. La fruta y el queso, los he comprado en la tienda de Lidia y Ángel, debajo de casa, pagando en efectivo. Correré sin GPS, a deshoras. Y, en las Redes, empezará a compartir información rara y contradictoria. ¡Resistiré!

 

Si quieren leer más cosillas de SOY, ese robot atento a todo lo que me mueve en el mundo de la tecnología, pinchen AQUÍ, para conocer sus vaticinios sobre el futuro de la prensa,  su propuesta para ir a una Escape Room o cómo nos invita a llamar a las cosas por su nombre.  Si es que hasta me escribe algunas columnas, como esta sobre el Antidía de la Marmota.

 

Jesús Lens

Cheek, Rossy & Glasper

Si toda la programación del ciclo Jazz en la Plaza es extraordinaria, gracias al buen hacer de nuestro querido Guillermo Morente, presidente de nuestra asociación de jazz Ool Ya Koo; el concierto de este jueves, en la Plaza de las Culturas de CajaGRANADA va a ser especialmente memorable ya que nos acompañará uno de esos músicos que podría estar encabezando el cartel de cualquier festiva internacional: Chris Cheek. Y acompañado a la batería nada menos que por uno de esos barceloneses internacionales, Jorge Rossy.

Chris Cheek

Cheek, nacido en Saint Louis en 1968, desde muy pequeño encontró un enorme apoyo en su padre, director de una banda de música juvenil en su ciudad natal. A los doce años, Chris ya tocaba el saxofón y su formación le llevó de la Universidad de Webster al Berklee College of Music, mudándose en 1992 a Nueva York.

En la Gran Manzana tocó con infinidad de músicos y participó en la grabación de innumerables discos, como músico de sesión. Por fin, en 1997 hizo su primera grabación como líder de una banda. El disco se llamó I wish I Knew y en él participó, a la batería, el otro gran lujazo del que disfrutaremos en la noche del 23 de julio: Jorge Rossy.

The Bird's Eye Jazz Club Basel 18th and 19th July 2014
The Bird’s Eye Jazz Club
Basel 18th and 19th July 2014

Rossy, nacido en 1964, empezó con las baquetas a los 11 años de edad y tras varios años de giras internacionales y de discos con multitud de músicos, se matriculó en el Berklee College of Music para perfeccionar su estilo… con la trompeta.

Tras haber girado con leyendas del jazz latino como Danilo Pérez o Paquito D’Rivera, en 1991, Rossy se instala en Nueva York, donde iniciará su relación con Cheek. Posteriormente, tras girar varios años con Brad Mehldau, a partir del año 2000, Rossy vuelve a Barcelona y empieza a desarrollar sus dotes como pianista.

Para esta cita histórica, Rossy volverá a la batería, en un concierto en el que también actuarán Steve Cardenas a la guitarra y David Soler con el pedal steel guitar y otra sorpresiva novedad: Jaume Llombart al bajo eléctrico.

Insistiremos en que es una cita histórica con un grupo que, además, hace un jazz radicalmente contemporáneo. Y no solo por la presencia de las guitarras y el bajo eléctrico, sino porque a Cheek nunca le ha temblado el pulso a la hora de introducir efectos electrónicos en el sonido de su saxofón.

Y, llegados a este punto, recordamos lo que dice Robert Glasper sobre el jazz, tal y como lo recoge Enrique Novi en Granada Hoy: “Me encanta decir que soy músico de jazz. Entiendo que hay muchos a los que no les gusta que se les llame así, porque temen que el público no va a ir a escucharles, pero no es mi caso. Para mí, el jazz es una reflexión acerca de la sociedad en la que vives. Cada periodo tiene su tipo de jazz. En los cincuenta, los músicos  de jazz tocaban la música del momento en que vivían. En los sesenta, lo mismo. Pero esa cadena se ha roto. La idea generalizada es que los músicos de jazz, hoy, tocan música vieja. El público piensa en el jazz como en una foto en blanco y negro, y siempre los mismos artistas: Thelonious Monk, Charlie Parker, John Coltrane, Miles Davis… luego se quejan de que el jazz no es popular”.

¡Zas! ¡En toda la boca!

Robert Glasper

Hoy toca Robert Glasper en el Jazz en la Costa de Almuñécar. Otro heterodoxo.

Y es que el jazz es un género que engloba tantas músicas, tantas escuelas, tantas tendencias que, por fortuna, es interminable, inabarcable, insondable.

Dos citas de lujo.

Porque hoy, por supuesto, estaremos en Almuñécar. ¿Lo dudaba alguien?

Y es que Julio es el gran mes del jazz y ahí estamos nosotros, siguiéndolo muy de cerca.

Si gustan…

Jesús Lens

Twitter Lens

A las nuevas corporaciones municipales

Mi artículo de hoy, en IDEAL, pidiendo a los recién llegados que no hagan política de tierra quemada…

En primer lugar, mi más sincera enhorabuena. Que estén ustedes ahí es fruto de la voluntad democrática de sus vecinos así que, ¡felicidades! Dicho lo cuál, ¿me permiten la osadía de hacerles una recomendación? Ojito a la tentación de, nada más llegar, querer cambiar las cosas… poniéndolo todo patas arriba.

Atarfe Jazz en el Lago

Cuando un nuevo equipo accede al gobierno de una ciudad, pueblo o institución; lo hace con la lógica y encomiable voluntad de conseguir logros históricos. De hacer cambios. De transformar las cosas. De dejar huella. Las dificultades comienzan a la hora de decidir por dónde empezar ese cambio. Sobre todo, porque lo más fácil es arrancar cerrando, destruyendo, clausurando y dando carpetazo a la labor realizada por los antecesores en el cargo.

Hace unos días, en el Festival de Jazz en el Lago de Atarfe, el rurún más extendido era que la nueva corporación municipal de Podemos se lo quiere cargar. Que, de hecho, ya le habría gustado echarle el candado a la edición de este año, pero que no le ha dado tiempo.

Atarfe Jazz

Hablamos de un festival con catorce años de historia a sus espaldas y por el que han pasado algunos de los mejores músicos de jazz del mundo. Un festival al que acuden cientos de personas cada año, de todo origen, procedencia y condición. Un festival que además de contar con primeras figuras, proyecta y da visibilidad a decenas de músicos de la tierra.

Pensar en acabar con un festival así es de un talibanismo aterrador: nada de lo anterior a nosotros tiene cabida en estos nuevos tiempos. ¿Razones para justificar este tipo de despropósitos? Una, a buen seguro, será la del presupuesto, el coste y las prioridades en estos tiempos de crisis. Solo que eso no es una razón. Es una justificación. Porque la cultura, por desgracia, nunca es una prioridad y, por tanto, siempre será susceptible de ser recortada. Hasta su asfixia total y absoluta. ¿Y después? ¿De qué se puede seguir prescindiendo? ¿Del deporte? ¿De las fiestas populares?

Atarfe Big Band

¡Ay, las prioridades! Parece mentira que, en pleno siglo XXI y en una sociedad desarrollada, sigamos debatiendo estas cuestiones. Como cuando, en otros tiempos, se quitaba a los hijos de estudiar porque lo prioritario era que encontraran un trabajo para llevar un sueldo más a casa.

Y luego está la cuestión del gusto, argumento que no debería tener el más mínimo peso entre gente civilizada. Por desgracia, en Granada dejamos escapar el añorado y pionero Espárrago Rock porque no era del gusto de la nueva corporación municipal que llegó a la Plaza del Carmen. Y fíjense lo que mueven y generan ese tipo de eventos ahora. ¿Se imaginan a un alcalde que osara tocar el Festival de Música y Danza de Granada porque no le gusta la música clásica?

Espárrago Rock

Señores munícipes, sean ustedes bienvenidos, pero no comiencen su gobierno por la vía fácil de la política de tierra quemada. Favor que nos hacen a todos. Incluidos ustedes mismos.

Jesús Lens

Twitter Lens

Jazz en directo

Hace tiempo que no compartimos algunos temas de los conciertos de jazz a los que vamos asistiendo. En lo que va de 2015 creo que ya han sido cuatro o cinco. ¡Qué gran labor hace la Asociación de Jazz de Granada, Ool Ya Koo! Toda la información sobre la misma e indicaciones para hacerse socios, AQUÍ.

El primero fue el de José Carra, el genial pianista malagueño, en el Pícaro. Siento los movimiento de cámara. La culpa se la pueden echar a un tal Mojito… pero lo importante es que se oiga.

El segundo fue en el Magic. Y suena muy alto y muy claro este tema de CLC Project.

¿Y qué me dicen de las manos de José Ignacio Hernández? Siento no poder mostrarles al gran Sergio Díaz a la batería y que apenas se vea a Cuni Mantilla al contrabajo. Pero, ¿a qué suenan bien?

Y es los miércoles, toca jazz. Y quería compartirlo con ustedes.

¡Larga vida al jazz!

Jesús Lens

Ernesto, confieso que he dudado

Lo siento. Pero dudé. Y, aunque no manifesté esas dudas en alta voz, estaba preocupado.

Fotografía de Raúl Góngora
Fotografía de Raúl Góngora

Después de haberte visto tocar unas diez o quince veces en los últimos años…

Después de haberte visto en espacios tan diferentes como el mítico y añorado Fusión de Salobreña, en nuestro Magic o, más recientemente, en nuestra Plaza de las Culturas de CajaGRANADA…

Después de haberte escuchado en los formatos más distintos y con los acompañantes más variados…

Después de haber disfrutado de proyectos tan diferentes como los muchos que tienes en marcha, del Sindicato Ornette a las canciones de Chet Baker…

Después de todo ello… ¡por fin llegaba “Uno”! ¡Tu disco! ¡El disco con TU música!

Y confieso que dudé.

Uno Aurignac

Creo que la culpa fue del arpa, la verdad. Llámame irracional, animal y tipo sin sensibilidad ni criterio; pero le tengo manía al arpa, desde los tiempos de los Hermanos Marx, cuando Harpo aparcaba sus excentricidades surrealistas y hacía gala de su inmenso talento con dicho instrumento, cortando de raíz las risas de sus descacharrantes películas.

¿Qué el primer disco de Ernesto Aurignac, el disco con la música que él ha compuesto, SU música… va a ser interpretado por una gran orquesta que incluye trompas y hasta un arpa? ¿Y eso? Pero si Aurignac, en cuarteto, es un monstruo. ¡El Charlie Parker español, como lo bautizara Colin Bertholet! ¿Qué necesidad tiene de meterse en este fregado?

¿Una orquesta? ¿No irá a quedar demasiado barroco?

Y una pregunta que, para mí, es clave en todo lo referente al proceso creativo: ¿no lo estará complicando?

Por todo ello, querido Ernesto, y aunque he seguido con enorme interés y expectación la grabación de “Uno”, no quise escuchar cómo quedaron las nuevas y orquestales versiones de “Sophia” o “Jerusalém”, en los apuntes que nos has ido dejando en las últimas semanas.

Fusión Aurignac y Morente

Quería llegar al Cervantes y encontrarme con la sorpresa.

¡Pedazo de escenario! El propio Teatro Cervantes de Málaga, lleno hasta la bandera. Y el escenario.

Impresionante el momento en que salieron los músicos y empezaron a tocar, bajo la enérgica dirección de Julián Sánchez.

¿Sabes?

A los dos segundos y medio de actuación, mis dudas habían desaparecido. Total y absolutamente. Barridas. Fulminadas. Ni rastro de ellas.

Y, cuando te acercaste al micrófono y, con esa voz que no te salía del cuerpo, empezaste a hablar… ¡guau, tío! Qué emoción. Ver la materialización de un sueño siempre es algo hermoso. Pero ver que un inmenso sueño que convierte en una colosal y feliz realidad… eso no tiene precio.

Querido Ernesto, ¡ENHORABUENA!

En la hora y media de concierto que pudimos gozar en Málaga, disfrutamos de la exuberancia de una música prodigiosa. Veía películas pasar por delante de mí. A ratos, escuchaba a Lalo Schifrin y a los Gershwin. A ratos me dejaba mecer por la sensibilidad de piezas que, como en una montaña rusa, te alzan hasta las nubes y te precipitan a la tierra a una velocidad vertiginosa, sacudiéndote y conmoviéndote.

“Uno”

Efectivamente. Uno para todos y todos para uno.

¡Cuánta generosidad, además de talento, por tu parte! Y cuanta generosidad por parte de quiénes te acompañaron en el escenario. Los habituales Julián Sánchez, Enrique Oliver, José Carra, Ramón Prats o, al final, Tete Leal. Invitados de lujo como Berenguer o Sanbeat. Y ese final memorable. Ese solo de Carles Benavent.

Mientras volvíamos a Granada, de madrugada, Reyes, Alessandro y mi Cuate Pepe; escuchábamos “Uno”. Seguía habiendo magia, en el coche. Ninguno hablábamos. Los kilómetros caían a la velocidad de tu música. Y todos sabíamos que el 4 de noviembre de 2014, efectivamente, ya forma parte de nuestra memoria musical.

Ernesto Aurignac

Un 4 de noviembre que pudimos compartir, aunque fuera breve y precipitadamente, con tipazos como Paco Carmona, Cocha, Colin y Dominique. Son acontecimientos como éstos los que forjan y consolidan las grandes amistades.

Fusión Buena Gente

Gracias Ernesto, por demostrar que no hay que ponerse límites. Por escribir y componer la música que tú querías y sabías que podías hacer. Por regalarnos lo inesperado. Por haber vuelto a crecer, exponencialmente.

Por seguir siendo un monstruo.

Abrazos y hasta pronto.

Jesús Lens

PD.- Mis más sinceras disculpas a la arpista que te acompañó el martes. Y a todos los arpistas del mundo. ¡Malditos prejuicios!