El Cara Anchoa y las Dos Españas

Reconozco que me lo he pasado pipa con la furibunda reacción en favor del Repartidor, en su ya famoso duelo contra el Youtuber chistoso. Y es que hay mucho de justicia poética en todo lo que ha pasado con un episodio esperpéntico que, por desgracia y en minuto y medio, resume y condensa la situación actual de las Dos Españas. Y de ello hablo hoy en IDEAL.

Por un lado, el niñato con peinado a la moda que, con voz afectada, le pregunta al currante por las tiendas, así en plural. Niñato que le da a entender al repartidor que se lo va a pasar de lujo, gastándose una pasta gansa… mientras él sigue con su curro. Niñato que no duda en insultarle, llamándole Cara Anchoa por todo el morro. Que no es el insulto en sí. Que no son las dos palabras de marras. Que es toda la carga de desprecio que conllevan.

Por otra parte está el trabajador. Que se muestra áspero desde el principio. Pero correcto. Un repartidor que, en mitad de la faena, contesta con educación al niño-pera. Y a cambio recibe… un insulto. Un tipo cansado, hastiado y con malas pulgas a quien el Cara Anchoa enciende como una antorcha.

Ay

Entonces llegan las amenazas. Y las explicaciones. Lo de “que es una broma”. Y ahí está el meollo de la cuestión. En la broma. En el Ji-ji-jí y en el Ja-ja-ja que la vida sigue siendo para algunos. Que en la risa lo justifican todo. ¿Recuerdan la película “Calle Mayor”, en la que un grupo de mamarrachos se ríen de una solterona, haciéndole creer que uno de aquellos jovenzuelos se ha enamorado de ella? Pues el Cara Anchoa es la versión simplificada y posmoderna de “Calle Mayor”, pero con guion y desenlace diferentes.

No. No voy a hacer apología del trompazo, aunque fuera a mano abierta. Pero no puedo evitar traer a colación una de esas frases que nunca figurarán en un sobre de azúcar. Una frase irónica y maliciosa, apócrifamente atribuida a Bruce Lee… o a Chuck Norris: “La violencia no es el camino, pero una hostia a tiempo te pone a andar”.

De Vice
De Vice

En estos tiempos melifluos y políticamente correctos, la bofetada que el Repartidor le mete al Youtuber Cara Anchoa es la bofetada que a todos nos hubiera gustado endiñarle a… (que cada lector complete libremente esta frase).

Jesús Lens

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El Jijijí-Jajajá

Hace unos días, una persona de reconocido prestigio, referente intelectual en esta ciudad, se extrañaba del Jijijí-Jajajá con el que se vienen conduciendo algunos de esos dirigentes que, teniendo en sus manos la gestión de la res pública, no parecen estar preocupados por el estado de las cosas. Muy al contrario, se muestran divertidos, ufanos y encantados de conocerse. Y esa es la primera perplejidad de la que hablo en mi artículo de IDEAL de hoy.

Jijijijajaja Joker

Me acordaba de sus palabras al leer que la provincia de Granada acumula 142 desempleados más en marzo, con lo que volvemos a superar la redonda cifra de los 100.000 parados. Un dato que contrasta con el hecho de que, tanto en el resto de Andalucía como en el conjunto de España, el paro ha descendido.

La pasada Semana Santa me quedé en casa. Aproveché la calma de esos días para escribir mucho y, también, para ponerme al día en lecturas atrasadas. Y, efectivamente, había un buen montón Jijijí-Jajajá acumulado en la prensa reciente. Como lo había en las complacientes declaraciones que escuchaba en la radio durante esas lúdicas jornadas: que si una Semana Santa de récord, que si cerca de un 100% de ocupación hotelera, que si se nota en el ambiente una mayor alegría a la hora de gastar…

Jijiji Semana Santa

¿Cómo casa todo ello con un incremento en el número de parados? Los sindicatos lo tienen claro: economía sumergida. Y si hablan ustedes con cualquier persona que trabaje en el mundo de la hostelería, se lo podrá confirmar: miles y miles de horas trabajadas sin cotizar.

Ahora andamos todos indignados con los paraísos fiscales, los papeles de Panamá y las firmas offshore. Pero es una indignación de boquilla. Que ya hemos visto en otras ocasiones la comprensión popular que generan los problemas con hacienda de folclóricas y deportistas varios. De hecho, tengo la sensación de que mucha gente es tolerante con la evasión fiscal porque en su fuero interno sabe que, si pudiera –y si tuviera–, haría lo mismo.

Jijiji Panamá

Por supuesto, no es lo mismo dejar de pagar el IVA de una factura que organizar una sofisticada ingeniería financiera para evadir impuestos. Y dada la presión fiscal y el severo escrutinio a los que se somete a los asalariados, la laxitud con la que se permite conducirse a los grandes capitales genera una indignación que se multiplica exponencialmente cuando se percibe tanto Jijijí-Jajajá en el ambiente. Pero ¿cuánto durará?

Jesús Lens

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