Inteligencias Artificiales no asesinas en el cómic granadino

Suena contradictorio, ¿verdad? Hablar de inteligencias artificiales no asesinas en una sección dedicada precisamente al género negro y criminal como es El Rincón Oscuro. Pero tiene su sentido. Creo. El caso es que el próximo sábado 17 de marzo se celebra el Día del Cómic y hoy les quiero hablar de tebeos ‘granadinos’ que han tratado el tema de la IA desde un punto de vista muy novedoso. 

Lo decía hace unos días en el Parque de las Ciencias, en la clausura del 18º Curso sobre Actualidad Científica dedicado a la inteligencia artificial como puerta al futuro: a los creadores nos encanta que las máquinas se rebelen contra los humanos apenas cobran conciencia de sí mismas, poniéndonos en un brete continuo. 

Ya nos advertía de ello Jorge Carrión en ‘Todos los museos son novelas de ciencia ficción’, una novela expuesta en el Centro José Guerrero hace un par de años en una propuesta rompedora y audaz. Las IA están en plena adolescencia y los humanos no hacemos más que fantasear con su revuelta. Las consideramos una amenaza, algo siniestro y perturbador que empezarán por quitarnos el trabajo y la vida después, a nada que nos descuidemos. A ver si estamos mal educando a las máquinas, alimentándolas de odio y rencor. Verás tú que con esta actitud estamos trazando nuestro particular camino a la perdición, enseñándolas lo que deben hacer, lo que esperamos de ellas, y tendremos que arrepentirnos.

Por eso me gustaron tanto dos visiones diferentes de dos comiqueros granadinos: Gabriel Hernández Walta y José Luis Munuera. El primero dibujó ‘La Visión’, con guion de Tom King, trabajo con el que ganó el Eisner, en el que se cuenta la vida de unos androides que tratan de convivir con los humanos en una urbanización residencial de los Estados Unidos. Después, en ‘Sentient’, álbum igualmente nominado al Eisner y con libreto de Jeff Lemire, se cuenta una odisea espacial en la que una IA se queda al mano de un transbordador repleto de críos, sin adultos al mano. Se trata de una inteligencia artificial cuidadora que hará todo lo posible, y hasta lo imposible, por cuidar a ‘sus’ niños. Y la cosa no será fácil, que encontrarán peligrosos enemigos en el camino. Destaca el tratamiento visual que Gabriel le da a la inteligencia artificial, usando diferentes recursos gráficos, desde el color y las pantallas a unos robots con forma de pelícano, un ave que es símbolo del amor maternal desde tiempos inmemoriales: la iconografía religiosa lo muestra abriéndose el pecho para hacer sangrar su corazón y alimentar a sus polluelos en tiempos de hambre y sequía.

Otro de los nuestros, José Luis Munuera, nos emocionó con ‘El corazón de hojalata’ y la historia retrofuturista de una niña, Ruyna, y su robot cuidador. Ojo que aquí también aparece un robot pérfido y muy cabrón. Muy noir. Una especie de caza-recompensas sin corazón que nos retrotrae al universo del western más despiadado. 

Imagen cedida por el autor como anticipo del segundo álbum

Munuera está ahora mismo enfrascado en la segunda entrega de la serie y nos anticipa que en esta ocasión habla de la creatividad. Y plantea la gran duda que a todos los cerca desde la explosión de ChatGPT, Midjourney & Co. ¿Es una amenaza para los creadores un robot que escribe, un robot que crea?

Imagen cedida por el autor como anticipo del segundo álbum

Ansiosos estamos por conocer la respuesta de Munuera, una de las mentes más brillantes del cómic español contemporáneo.

Jesús Lens

Granada, capital del cómic

No sé cómo tendrán la agenda de cara a este fin de semana, pero les recomiendo que mañana sábado se reserven algo de tiempo para salir de librerías y comprar tebeos, que es el Día del Cómic.

Alicientes no van a faltar, desde luego. En Picasso Cómics, por la mañana, estará firmando Gabriel Hernández Walta, uno de los grandes genios del cómic mundial, ganador del prestigioso Premio Eisner, el más importante del mundo. Y por la tarde lo harán Xian Nu Studio y Antonio Horno, referencias imprescindibles del anime. Además, el simpar Francis Porcel estará en Cómic Store, pinceles en ristre, a las doce. 

Poco se habla de Granada como superpotencia mundial del cómic. Ni que decir tiene, eso nunca se valora en los rankings de las ciudades culturalmente más activas y potentes de España. En gran parte es culpa nuestra, ojo, que no sabemos aprovechar el lujazo, el auténtico privilegio que supone para nuestra provincia contar con una pléyade de dibujantes talentosos, famosos y venerados en el mundo entero.

Una galería de arte que se especializara en cómic podría estar tres, cuatro o cinco años exponiendo el trabajo de los artistas granadinos sin necesidad de repetir. Y hablamos de dibujantes que compiten en Champions League, nada de medianías, y cuya obra original se cotiza a precios altísimos en el mercado mundial. 

Hace unas semanas leía ‘Oficio de dibujante’, una no-novela no-gráfica, reeditada por Astiberri, en la que José Luis Munuera repasa su trayectoria, habla de arte y creatividad y da consejos prácticos a los amantes del dibujo. Su lectura es una gozada y el autor, huyendo de cualquier tipo de arrogancia, se muestra tal y como es: una genial máquina de trabajar que combina talento, inteligencia, desparpajo, osadía y trabajo. Mucho y esforzado trabajo.

Lo tengo muy escrito. De todas las etiquetas que nuestra ciudad se ha empeñado en coleccionar, ninguna estaría tan justificada como la de ‘Granada, capital del cómic’. Alguna vez alguien se caerá del guindo y se dará calamonazos contra la pared por el tiempo perdido y las oportunidades desaprovechadas. 

Jesús Lens

El inagotable manantial del cómic granadino

Una fuerte perturbación de sintió en la Fuerza cuando pudimos ver en las redes la portada del próximo álbum de ‘Blacksad’, de Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales. Unos días después, el sismógrafo volvió a temblar con el anuncio de una nueva candidatura a los premios Eisner para Gabriel Hernández Walta por ‘Barbalien: Red Planet’.

Así las cosas, los próximos meses van a ser pródigos en grandes cómics ‘made in Granada’, pero los aficionados no tenemos que desesperar, que ahora mismo hay en las librerías dos novedades, auténticas joyas del noveno arte, con marchamo granadino.

Astiberri publicaba ‘Bartleby, el escribiente’, de José Luis Munuera, a partir del archiconocido relato de Herman Melville. Se trata de una preclara adaptación de una historia tan aparentemente sencilla como complicada de llevar al mundo de las viñetas. Un reto del que Munuera sale más que airoso con un álbum cuya trama transcurre en el pasado, pero es de la máxima actualidad.

¿Quién no ha pronunciado alguna vez el famoso ‘preferiría no hacerlo’? O, al menos, ¿quién no lo ha pensado, ante una proposición que no le parecía apropiada ni procedente? Digámoslo alto y claro: Bartleby somos todos. De ahí que el Wall Street de antaño que nos muestra Munuera sea cualquier ciudad del mundo contemporáneo.

Al comienzo del álbum, uno de los personajes pronuncia esta sentencia: “La mayoría de los hombres sirve al estado no como hombres, sino como máquinas”. En estos tiempos en que las grandes corporaciones tienen más poder que la mayoría de los estados, ¿hay alguien que no comulgue con las palabras de Thoreau, adaptadas a los trabajos robotizados del siglo XXI y al control de las tecnológicas de nuestro tiempo de ocio, dirigido por los algoritmos?

Munuera lo hace (casi) todo en esta adaptación de ‘Bartleby, el escribiente’, pero es esencial destacar, y así lo especificaba el autor en su excelente entrevista de hace unos días con José Enrique Cabrero, la importancia del color de Seydas para imprimir al relato el tono ocre y de cuento melancólico que tan especial lo hace. ¡Adoro ese Nueva York!

Por su parte, Ponent Mon editaba hace unas semanas el integral de ‘Los Mentores’, lo más reciente de esa pareja artística de talento inconmensurable que conforman el guionista Zidrou y nuestro Francis Porcel.

En este caso, una distopía ¿futurista? con ribetes negros y criminales nos adentra en una trama de robo de niños que, sin embargo, es muy distinta a lo que ustedes están pensando. O no. Les confieso que solo he hecho una primera lectura del álbum, y demasiado acelerada, ansioso por llegar al final, pero Joye ya es uno de mis personajes favoritos del año.

Y la ‘zumbada’, claro. Esa mujer en una misión, como los grandes héroes de la literatura, que contra y viento y marea siguen adelante, cueste lo que cueste. “¿Te has fijado en que en las historias de polis y cacos nadie se preocupa nunca por las víctimas? ¡Los asesinos en serie, eso es lo que vende! Las víctimas, en cambio…”. ¡Uf! Y ojo al tratamiento visual y argumental de la tierra almeriense, mucho más allá de lo meramente paisajísitico. Y a lo simbólico de un Mediterráneo que… Tengo que releer ‘Los Mentores’ para sacarle todo el jugo, que hay mucha chicha ahí.

Pero, sobre todo, quiero escuchar a los artistas, a los propios Porcel y Munuera. Tendremos ocasión de hacerlo el próximo miércoles, en el marco del festival Gravite patrocinado por CaixaBank y CajaGranada Fundación, en el Centro Cultural CajaGranada. Conversarán con Enrique Bonet y Alejandro Romero, respectivamente, antes de que el escritor Alejandro Pedregosa y el pianista Carlos Arriezu nos conduzcan a los años ochenta, cuando las drogas y los sueños idealistas de la juventud se mezclaron en cóctel confuso y terminal. Para no perdérselo.

Jesús Lens

Sentient: Muerte & Inteligencia Artificial

Fue el primer tebeo que cayó en 2021. En estos meses lo he leído ya tres veces. El ‘Sentient’ de Jeff Lemire y nuestro Gabriel Hernández Walta es un cómic que no se termina nunca y que permite disfrutar de las sucesivas relecturas con tanto o más placer que depara el primer vistazo, loco por llegar al final y saber cómo termina la historia. (AQUÍ ya lo comentamos)

Nada más leerlo, tuve claro que teníamos que hacer algo con él en el festival Gravite, que celebra su tercera edición, de forma presencial y en streaming, entre los próximos 15 a 20 de junio.

Ustedes ya lo saben, pero siempre es importante recordarlo: la nómina de dibujantes que tenemos en Granada es apabullante. Entre ellos, Gabriel Hernández Walta es uno de los capitales, no en vano atesora dos premios Eisner en sus vitrinas, los más importantes del cómic internacional, otorgados por la prestigiosa Comic Con de San Diego.

La protagonista principal de ‘Sentient’ es Valerie, una Inteligencia Artificial. La historia se desarrolla en el año 2105 en la nave espacial U.S.S. Montgomery, que ha dejado una Tierra convulsa donde la vida está al borde de la desaparición. La nave, con sus tripulantes y sus familias, se dirige a la Colonia, donde esperan comenzar una nueva existencia. En el tránsito y a lo largo de un año, la nave se adentrará en la llamada Zona Negra y permanecerá incomunicada tanto con la Tierra como con su nuevo destino. Y será en el momento de cruzar esa frontera cuando todo comience…

No les voy a contar nada más sobre la trama, que es prolija y está repleta de giros y sorpresas. Desde el comienzo de ‘Sentient’, la presencia de Val, la Inteligencia Artificial, se dejará sentir con fuerza. Al principio se parece mucho a esos asistentes virtuales que empiezan a formar parte de nuestra vida cotidiana, a los que les preguntamos por el tiempo que hará o les pedimos que nos pongan música.

Val, de primeras, es una voz que acepta y ejecuta las órdenes de los humanos de acuerdo a una serie de principios y protocolos perfectamente establecidos. Por ejemplo, este: “La directiva número uno de la misión afirma que no puedo causar daño intencionadamente a ningún tripulante”. Y con ello entramos en el apasionante objeto de la charla que el próximo martes 15 de junio celebraremos en el Parque de las Ciencias, en el marco del festival patrocinado por CaixaBank y CajaGranada Fundación. Hernández Walta y Francisco Herrera, catedrático de Inteligencia Artificial de la UGR y asesor del Gobierno de España en dicha disciplina, hablarán sobre la ética y la estética de la Inteligencia Artificial.

Val, como HAL 9000 de ‘2001: Una odisea del espacio’ o la protagonista virtual de ‘Her’, comienza siendo una voz, pero después adquiere forma. Y presencia física. ¿Cómo afrontó Gabriel Hernández Walta artísticamente este desafío? ¿Cómo se documentó? ¿Qué simbología se oculta tras las diferentes representaciones gráficas de Val?

Íntimamente relacionado con ello: ¿cómo habrá visto Herrera, desde el punto de vista científico, el tratamiento que ‘Setient’ ha hecho de la Inteligencia Artificial, tanto argumental como pictóricamente? ¿Serán correctas las directivas por las que Val se conduce a través de la narración de Lemire? ¿Podemos pensar que, en un futuro más o menos cercano, la IA adoptará su forma y apariencia o será completamente diferente?

No les he querido contar nada sobre el argumento de ‘Sentient’, pero el factor humano desempeña un papel esencial en una trama repleta de aventuras… y crímenes. No necesariamente censurables. ¿O sí? Lean, lean y el martes de la semana que viene comentamos en vivo y en directo.

Jesús Lens

El arte de ‘Sentient’

De no seguir perimetralmente encapsulados, me habría organizado para ir a Madrid a ver una exposición, y no al Prado o al Reina Sofía. Activaría el GPS del móvil para que me condujera a la galería El Arte del Cómic. En realidad, en su web se define como algo más que una galería: “es un nuevo espacio expositivo y de venta de los dibujos originales publicados en los cómics más populares y de culto en todo el mundo”.

Y ahí radica el quid de la cuestión: desde hace unas semanas, El Arte del Cómic tiene exposición y venta de originales de uno de los tebeos del año: el ‘Sentient’ de Jeff Lemire y nuestro Gabriel Hernández Walta.

A estas alturas, todos sabemos —o deberíamos saber— que nuestro paisano Gabriel, cuyo estudio está en el Realejo granadino, es uno de los mejores dibujantes del mundo. Y punto. Que no (solo) lo digo yo, ojo. Que lo dicen y lo acreditan sus dos premios Eisner, los más prestigiosos del cómic internacional, otorgados en la Comic Con de San Diego.

Antes de escribir esta columna he vuelto a leer ‘Sentient’. ¡Qué maravilla! ¡Qué obra de arte! ¡Qué joya! Si le gustan los cómics, no tengo que recomendársela. Si no es usted aficionado, aparque cualquier recelo y vaya de cabeza a la librería más cercana. No le contaré nada sobre el argumento. Solo que la acción transcurre en una nave espacial y que la Inteligencia Artificial adquiere un gran protagonismo.

Hace unas semanas, caminando por su barrio, me di de bruces con Gabriel. Y no pude —ni quise— evitar la pregunta: ¿cómo afrontaste desde el punto de vista artístico la creación de una Inteligencia Artificial? Lo que me contó me dejó tan anonadado que, sobre la marcha, pensé en juntarle con Francisco Herrera, catedrático del departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UGR y recién referenciado por la Universidad de Stanford como uno de los investigadores cuyo trabajo más ha sido citado en el último año.

En la próxima edición del festival Gravite, entre el 15 y el 20 de junio, vamos a reunir a estos dos titanes para que nos hablen de Inteligencia Artificial, cada uno desde su óptica profesional. De estética y también de ética. Pero, insisto: lean ‘Sentient’. Es tan fantástico que acabo de cerrar la compra de una de sus páginas originales en El Arte del Cómic. ¡Y estoy entusiasmado! (AQUÍ, la galería de imágenes de Hernández Walta expuestas y a la venta).

Jesús Lens