Lecciones de baloncesto

El pasado sábado vi tres partidos de baloncesto en poco más de doce horas. Comencé a mediodía, que mi sobrina Julia jugaba un amistoso. Pertenece a la cantera del CB Granada y resulta increíble ver a las pitusas pelear por cada balón, buscar pases imposibles a sus compañeras mejor situadas, entrar a canasta con ambas manos y, cuando cae una rival al suelo, ir todas a levantarla. Aunque hablar de rivales resulta exagerado, que a estas edades impera un buen rollo y una deportividad encomiables.

Por la tarde fui a ver a los mayores. A ese CB Granada que hizo un primer cuarto memorable, desplegando un juego coral ejecutado a velocidad de vértigo, con un nivel de acierto brutal y una defensa a prueba de balas.

Resulta obligatorio, eso sí, personalizar la victoria en Guille Rubio, una máquina de hacerlo todo bien. El veteranazo anotó, reboteó en defensa y en ataque, subió el balón cuando los bases estaban atascados, metió canastas importantes, forzó faltas y anotó los tiros libres. Aunque dicen que son odiosas, creo que la comparación con Jesús Fernández aplica a la perfección, con un Rubio imbuido del espíritu del Gran Capitán.

Si le unimos las efectivas manoletinas y letales remanguillés de Sergio Olmo, solo falta que lleguen los mantecados a casa de Devin Wright para que tengamos el juego interior más demoledor de la categoría.

Y por la noche le llegó el turno al Warriors-Dallas, un partidazo de la NBA que sirvió para catapultar a Luka Doncic al firmamento de las estrellas. El choque contra los vigentes campeones estuvo muy disputado y al final, cuando llegaban los momentos decisivos, la televisión norteamericana proyectó cartelas con las efigies de los cracks que se aprestaban a saltar a la cancha: Klay Thompson, Kevin Durant, De Andre Jordan y… Luka Doncic, un chavea de 19 años.

Lo de Doncic es descomunal. Tiene un inimaginable futuro por delante y, a sus espaldas, ya lleva las Ligas, Copas y Euroligas ganadas con el Real Madrid, un Europeo con Eslovenia y una innumerable cantidad de MVPs conseguidos a título individual.

¡Enhorabuena a todas y a todos!

Jesús Lens

El Gallo de Morón

Para un periodista deportivo, las ruedas de prensa de Pablo Pin, entrenador del CB Granada-Covirán, deben ser toda una golosina, dada la claridad con la que habla después de cada partido.

20160130.- FOTOGRAFIA: GONZALEZ MOLERO. PARTIDO DE BALONCESTO ENTRE EL COVIRAN GRANADA Y EL BRICO DEPOT CIUDAD DE VALLADOLID.

Cuando terminan los choques, mientras los jugadores se juntan en el centro del campo para unir las manos, conjuramentarse y saludar a la afición, Pablo Pin se dirige, discretamente, al túnel de vestuario, sin gesticulaciones ni aspavientos. Alguna vez saluda a su familia, levantando el brazo tras una victoria y con una sonrisa en su rostro, pero lo normal es que se retire rápidamente, imagino que a reflexionar sobre el partido, antes de enfrentar las preguntas de los periodistas.

 

El partido del pasado sábado fue nefasto para nuestros chicos. Un cúmulo de dejadez y despropósitos que convirtieron a los aguerridos jugadores de Morón en poco menos que aspirantes al anillo de la NBA. De ahí que Pablo Pin fuera extraordinariamente crítico con la actitud de unos jugadores que dieron por ganado el partido antes de disputarse, saliendo a la cancha con una displicencia que condujo inexorablemente a la derrota.

20160416. FOTOGRAFIA: GONZALEZ MOLERO. BALONCESTO COVIRAN GRANADA.

Solo el joven -y cojo- Carlos Corts salvó la cara. Los demás, infames. ¿Cómo no recordar, llegados a este punto, la célebre leyenda del Gallo de Morón? La historia es sencilla: tras varias semanas de enfrentamientos entre los vecinos de la localidad hispalense, a comienzos del siglo XVI, la Real Chancillería de Granada envió a un juez bravucón a imponer la paz, presentándose con la siguiente divisa: “Donde canta este gallo, no canta otro”.

 

Los vecinos, cuando se hartaron de su chulería, enterraron sus diferencias y, unidos, prendieron al juez, lo desnudaron y lo apalearon sin miramientos, acuñándose desde entonces el célebre: “Te vas a quedar como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión”.

Desde mitad de la temporada pasada, el CB Granada-Covirán tiene a un simpático mono de peluche como talismán. Dado que aún tenemos por delante la parte más importante de la presente campaña, ¿qué tal si incorporamos a un gallo peleón a la nómina de amuletos, que haga recordar a los jugadores que, si no pegan bocados en defensa, como dijo Pin, y si no están plenamente concentrados en el partido desde el arranque hasta su finalización, podemos volver a terminar como el gallo de Morón: sin plumas y cacareando?

 

Jesús Lens

¡Viva el basket!

Fin de semana dedicado al baloncesto, dándose la circunstancia de que coinciden la Copa del Rey de la ACB con el All Star de la NBA. Y, a la vez, el Fundación CB Granada-Covirán defendía el liderato de la LEB Plata en casa. ¡Cuántas emociones! ¡Cuántas imágenes y estampas para el solaz y el recuerdo! Y de ello hablo hoy lunes en IDEAL.

Han coincidido estos días esos eventos especiales y singulares que parten en dos las mal llamadas temporadas regulares -temporada programada sería más exacto, para no desmerecerla- tanto en la ACB como en la NBA.

Con la Copa, la ACB supera a la NBA en interés y excitación competitiva: mientras que el All Star se ha convertido en un circo intrascendente y bastante aburrido, la Copa es, junto a la Final Four de la Euroleague, una competición eléctrica que no admite despiste, fallo o relajación: el que pierde, se vuelve a casa. ¡Esto sí es un auténtico All Star, con los mejores jugadores de los mejores equipos peleando durante cuatro días por uno de los títulos más codiciados del año! De hecho, la NBA baraja hacer algo semejante.

Es posible que le tenga tanto cariño a la Copa porque pudimos disfrutar de dos de ellas en Granada: la que ganó el Estudiantes de Azofra y Herreros y la del Baskonia de Marcelo Nicola. ¡Qué tiempos! ¡Qué vibraciones! ¡Qué nervios, tensión y excitación!

Me acordaba de todo ello disfrutando, el sábado, del partido de nuestro equipo, con un redivivo Iván Martínez desplegando su clase sobre el parqué, con pases de fantasía y triples imprescindibles. ¡Qué gusto y qué orgullo, ver al Fundación CB Granada Covirán en lo alto de la clasificación! Que habrá quien no valore la LEB Plata… y no sabe lo que se está perdiendo.

Como amante del baloncesto, disfruto tanto de ver a Curry y a los Warriors de madrugada como a Jesús Fernández, los sábados por la tarde. Y, por supuesto, ¡qué lujazo, la Copa del Rey! Sensacional ver a Doncic, el Don, carne de número 1 del draft de la NBA en 2018; a ese MVP que es Llull o a ese jugador tan veterano como intenso, Chapu Nocioni. ¿Se nota que soy merengue?

Luka Doncic
El Don

¡La de saltos que di en Málaga, en 2014! Ahí comenzó una arrolladora racha ganadora que anoche sumó otro inenarrable trofeo, con la cuarta Copa consecutiva. ¡Ahí es nada!

Jesús Lens

Más que una Selección

Artículo que publiqué ayer en las páginas de deporte del periódico IDEAL. A ver qué os parece.

Minnesota, Portland, Chicago, Memphis, Texas, Washington o Nueva York Todas estas son las ciudades y los estados norteamericanos que los aficionados al baloncesto nos estamos ahorrando visitar gracias al Mundial que, estos días, disputa parte de su primera fase en Granada. ¡Ahí es nada!

ÑBA

¡Qué emoción, qué sensación, qué impacto; la presentación de los jugadores! Ricky, Rudy, Marc, Pau, Ibaka, Chacho, Llull… Impresionante la nómina de estrellas que Juan Antonio Orenga tiene a su disposición para tratar de reconquistar el cetro mundial del baloncesto.

No sé qué pasará de aquí a que termine el campeonato. Para mí, hay demasiada gente que da por cantada la final entre USA y España, pero el camino es aún largo. Muy largo. ¿Cómo no recordar el triple de Teodosic de hace cuatro años, desde su casa, que nos alejó de las medallas en la anterior cita mundialista?

Sin embargo, cada vez que Pau hace un dribling imposible, Ricky roba un balón improbable, Ibaka destroza el aro con su descomunal fiereza, Marc atrapa un rebote peleando contra tres contrincantes, el Chacho da una asistencia mágica o Llull se pega una galopada salvaje por la pista; estamos viviendo momentos únicos, históricos y para el recuerdo.

ñba IBAKA

Cobré conciencia de esta alquimia cuando Pedro y mi Cuate, colegas de mi peña de baloncesto, nos recomendaron ver el documental “Una historia de amistad y baloncesto”, que repasa la trayectoria de la Generación de Oro del baloncesto español desde el mítico título de Lisboa. Antes, incluso. Porque todo empezó en Mannheim, Alemania, cuando la pléyade de estrellas que ahora deslumbran en Granada no eran sino un atajo de adolescentes hambrientos de canastas… y de hamburguesas.

ÑBA Lisboa

Desde entonces, cada verano, mientras otros cracks del baloncesto renuncian a sus selecciones para descansar y ponerse en forma de cara a la siguiente temporada, la mayoría de los mejores jugadores españoles se reúne para comenzar la preparación del Europeo, Mundial u Olimpiada de turno. Entrenamientos, giras, partidos de exhibición… Y, después, el campeonato. En total, casi dos meses de compromiso con la Selección. Y de trabajo duro. Pero también de amistad, colegueo, buen rollo, diversión y pasión. Pasión por el baloncesto.

La Eñe, como se conoce al combinado español de básket, es más que la conjunción de los mejores jugadores del año. Es un sentimiento. Es un grupo humano que, conformado y fraguado a lo largo de los años, está escribiendo una de las gestas deportivas más importantes en la historia del deporte mundial. Por eso, todos quieren formar parte de la aventura. No hay más que recordar, por ejemplo, a Garbajosa gestionando un seguro privado para que Toronto le diera permiso para jugar con la selección.

ÑBA Garbajosa

Estos días, tenemos la oportunidad de disfrutar de este milagro, en vivo y en directo, en Granada. Lástima que la cadena de televisión que tiene los derechos del Mundial no esté a la altura de un acontecimiento como este y se esté limitando a cubrir el expediente.

Lástima, también, que cuando llegue el viernes, los gritos de jugadores, entrenadores y público se apaguen y no tengan eco a lo largo de la temporada, a través de la presencia y el apoyo a un club de élite. Pero esa es otra historia.

¡Vamos Granada!
¡Vamos Granada!

El aquí y el ahora nos llevan a vestirnos de rojo cada noche y a volver al pabellón. A hartarnos de magia, talento, creatividad y emoción. A hartarnos de baloncesto. Pero sin cansarnos. Gracias a todos los que lo estáis haciendo posible.

Jesús Lens

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En el 50 cumpleaños de Michael Jordan

Ya es, oficialmente, un cincuentón. Pero el día que vuelva a jugar en la NBA, yo estaré despierto, para verlo. ¡Feliz cumpleaños, Sir Michael! Felices cincuenta Air Jordan. Y felicidades, también, a nuestro Peter Towers, el 4 más letal al que he tenido el honor de enfrentarme en una cancha de baloncesto. Va por vosotros, Sir Michael y Sir Peter…

 

We miss you so much…

Y si la queréis disfrutar de Sir Michael con otra música…

 

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