El Noir que viajó en un ballenero

Uno escribe “ballena” y el lector piensa automáticamente en “Moby Dick”. Además, el barco ballenero por excelencia es el Pequod, comandado por el capitán Ahab. Eso es un hecho. Como también lo es que Ahab es Gregory Peck. Y punto.

moby dick

Partiendo de esas premisas, es muy complejo para cualquier autor o cineasta abordar una historia que transcurra en un ballenero: lector y espectador tienen inevitablemente a comparar con la novela de Melville o con la película de Huston.

De ahí que me gustara tanto la atrevida propuesta de Ron Howard, al filmar “En el corazón del mar”: un escritor que pasa por un bloqueo creativo le paga a un antiguo marinero una fuerte suma de dinero para que le cuente su historia. Una historia terrible, que aconteció muchos años ha. Y de la que nunca ha hablado. Una historia brutal que ha tratado de olvidar por todos los medios. Sin conseguirlo.

En el corazón del mar

Una historia que transcurre a comienzos del siglo XIX, en el Essex, un ballenero que, mal comandado por un capitán clasista y soberbio, se ve sometido a mil y una desventuras en alta mar. La película, interpretada por Chris Hemsworth, es un brillante ejercicio de espectacular cine de aventuras que gustará a los aficionados al subgénero.

Porque dentro del género de aventuras hay todo un subgénero protagonizado por los grandes barcos de vela que surcan los océanos y por el que siento especial predilección. De ahí que, en cuanto tuve conocimiento de la publicación de la novela “La sangre helada”, publicada por Roca Editorial, me lanzara como un poseso sobre ella. A sabiendas de que era un ejercicio arriesgado, por supuesto.

moby dick Ahab

Y es que la novela de Ian McGuire introduce el Noir en un ballenero que se dirige al Ártico, en busca de las últimas ballenas. Porque “La sangre helada” transcurre en las postrimerías del siglo XIX, cuando los barcos de vapor empezaron a dejar obsoletos a los veleros y la caza de la ballena tocaba a su fin. En primer lugar, porque habían sido tan diezmadas que, para encontrarlas, había que viajar al Círculo Polar. Y, en segundo lugar, porque la grasa de ballena cotizaba a la baja, tras el descubrimiento de productos químicos que podían sustituirla.

La sangre helada

Efectivamente, el Volunteer navega hacia el Ártico, comandado por el capitán  Brownlee. A bordo, entre otros miembros de la tripulación, Henry Drax, un arponero extremadamente violento al que descubriremos al principio de la narración tirando de navaja y llevándose por delante a un pobre desdichado que tuvo la mala fortuna de toparse con él.

Patrick Summer, el médico del Volunteer, tiene otro carácter completamente distinto, aunque también arrastra una complicada historia a sus espaldas. Y es que, como tantas veces hemos encontrado en la historia de la gran literatura, embarcarse en una larga travesía de futuro incierto es la mejor fórmula para tratar de olvidar a los fantasmas del pasado. Y, si no, que le pregunten a Joseph Conrad.

La sangre helada detalle

De repente, un asesinato a bordo. Un asesinato particularmente brutal, cometido con la saña y la crueldad propias de un asesino en serie. ¿Cómo? ¿Asesinos en serie? ¿En un ballenero? ¿En el siglo XIX? ¿No se nos estará yendo de las manos, esto del Noir?

No. Tranquilos. “La sangre helada” es un perfecto cóctel que, desde la primera página, mezcla a la perfección los elementos de la mejor narración negra y criminal con la aventura pura y dura, dándose la mano la caza de las focas y las ballenas con la caza del asesino.

Una novela, además, que salta inteligentemente en el tiempo y en el espacio para transportar al lector a la India colonial, dándole a la narración un toque extra de exotismo… y violencia. Porque lo mejor de “La sangre helada” es que está trufada del hedor de la podredumbre y del sabor de la sangre: como sostiene Ian McGuire, la propia industria ballenera en el siglo XIX era violenta y sangrienta, de forma que su libro es una narración muy realista de la compleja y turbulenta vida de aquellos años.

Ian Mcguire

Una novela, también, en la que hay osos. Osos polares. Osos cuya presencia es más lógica en “La sangre helada” que en la isla de “Perdidos”, pero que también resultan amenazadores. Osos, en fin, que desempeñan un papel muy parecido al del (otro) protagonista de “El renacido”, la película que deparó su primer Oscar a Leonardo DiCaprio, actor que estaría fantástico en la piel de Summer. Que no será extraño que veamos, pronto, una película basada en esta novela.

¿Cuadra ahora la mezcla entre la novela clásica de aventuras y el thriller más adictivo? Lean, lean “La sangre helada”. Pero háganlo al calor del hogar, bien tapados con una manta, no sea que la sangre cuajada sea la suya…

Jesús Lens

1 Twitter Lens

Negocios en reinvención

Vaya por delante que no me gusta la palabra reinventarse, convertida en uno de los mantras de la autoayuda empresarial más en boga. En general, cuando te aconsejan reinventarte es porque alguien, antes, te ha reventado.  Primero te revientan y, luego, vas tú y te reinventas. Dicho lo cual, hoy quiero hablarles de dos negocios y de tres personas que son buena prueba de que otra forma de hacer las cosas es posible.

Foto: Silvio G. Uruss
Foto: Silvio G. Uruss

Hace unos meses, preparando Granada Noir, hablaba con Enrique Bonet sobre el grandioso Agustín Penón cuya biografía ha escrito y dibujado en “La araña del olvido”, novela gráfica editada por Astiberri y convertida en el libro del año para nuestro festival, de la que hablé extensamente en este artículo. Un Penón que debería ser más conocido, además de merecer mucho más reconocimiento. Y así surgió la idea de crear una Cofradía que reivindique su figura y la importancia de su detectivesca investigación sobre Lorca.

Hablando de ello con Raquel, la librera de Agapea, y con la empresaria Mercedes Salvador, surgió uno de esos mágicos “¿Y si…?” que desembocaron, el pasado sábado, en una memorable jornada de encuentro, descubrimiento, conversación y disfrute en torno a la figura de Penón, celebrada en el encantador restaurante “El Envero”, de Beas de Granada.

Mercedes Salvador, presentando el acto. Foto: Silvio G. Uruss
Mercedes Salvador, presentando el acto. Foto: Silvio G. Uruss

Porque Raquel podría haber optado por organizar una presentación al uso de “La araña del olvido” en su librería, para sus asiduos, sin complicarse la vida. Pero decidió que la cosa saldría mucho mejor en clave de maridaje gastronómico. Y ahí entraron Mercedes y Jose, su marido. Que han transformado el histórico “Bar Serafín” de toda la vida en el delicioso “El Envero”, convertido ya en lugar de referencia para los Gastronómadas más exigentes… y en centro de irradiación de cultura.

Mercedes y Jose vistieron de época parte del restaurante con diferentes aparatos de los años 50, incluyendo periódicos originales, radios, televisiones, tocadiscos, etcétera. Y diseñaron un suculento menú, servido en formato cóctel, que nos hizo relamernos de gusto mientras conocíamos a un montón de gente nueva.

Enrique Bonet, dedicado su maravilloso libro Foto: Silvio G. Uruss
Enrique Bonet, dedicado su maravilloso libro
Foto: Silvio G. Uruss

Gracias a Raquel, Mercedes y Jose, cerca de cincuenta personas nos dimos cita, el sábado, para poner las bases de la Cofradía de Penón (de la que ya hable en este artículo, tras el acto de Granada Noir en Diputación) mientras disfrutamos del magisterio de Enrique Bonet. Uno de esos encuentros que, además de convertirse en memorable, tendrá continuidad y dará frutos próximamente, dada la cantidad de ideas, propuestas y planes que surgieron en “El Envero”.

Jesús Lens

1 Twitter Lens

“El cebo”, el mejor Noir del cine español

Hace unas semanas, con motivo del estreno de “El hombre de las mil caras” y de “Tarde para la ira”, la revista Cinemanía hacía un repaso por los treinta y cinco mejores thrillers de la historia del cine español. Y, por encima de joyas como “La isla mínima”, “El crack”, “Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto” o “No habrá paz para los malvados”; en lo más alto del podio, se encaramaba nada más y nada menos que “El cebo”.

·Original Title: ES GESCHAH AM HELLICHTEN TAG ·English Title: IT HAPPENED IN BROAD DAYLIGHT ·Spanish Title: CEBO, EL ·Film Director: VAJDA, LADISLAO ·Year: 1958
·Original Title: ES GESCHAH AM HELLICHTEN TAG
·English Title: IT HAPPENED IN BROAD DAYLIGHT
·Spanish Title: CEBO, EL
·Film Director: VAJDA, LADISLAO
·Year: 1958

Dirigida en 1958 por Ladislao Vajda, “El cebo” constituye, efectivamente, una de las cumbres del cine español. Es, además, una rara avis en nuestra cinematografía, al constituir una coproducción hispano-germano-suiza dirigida por un cineasta de origen húngaro y con un guion en que participó el polifacético escritor suizo Friedrich Dürrenmatt.

Titulada en alemán “Sucedió a plena luz del día”, la película cuenta una historia muy angustiosa: la investigación del asesinato de una niña pequeña en un diminuto pueblo suizo. La única pista es un dibujo realizado por la pequeña, antes de morir. Y el único sospechoso, un vendedor ambulante que, detenido y encarcelado, termina suicidándose.

El cebo fotograma

El policía encargado de la investigación, al borde la jubilación, tiene muchas dudas acerca de la culpabilidad del fallecido y, tras dejar a un oficial  más joven en su puesto, seguirá investigando por su cuenta. Una investigación que no tardará en convertirse en algo más: en una auténtica obsesión que llevará al protagonista a tomar decisiones éticamente muy dudosas.

“El cebo” es, por tanto, una película de género negro completamente atípica, temáticamente emparentada con clásicos como “M, el vampiro de Düsseldorf” y, sobre todo, con “La noche del cazador”. En concreto, con el clásico imperecedero de Charles Laughton, además de tratar el tema de la violencia contra los niños, la película de Vajda conecta íntimamente por sacar la historia del ámbito urbano en que suelen acontecer las tramas del cine negro, llevándola a un ámbito rural.

La noche del cazador Gish

De ahí que el título original de la película en alemán, “Sucedió a plena luz del día”, resulte especialmente apropiado y elocuente, añadiendo a la propia historia unas estremecedoras dosis de inquietud y dramatismo. Sin embargo, tanto la fotografía como la desasosegante banda sonora beben directamente del expresionismo alemán, tan urbano, cambiando los altos edificios y los rincones oscuros por amenazantes árboles y enigmáticos recodos a la vuelta del camino.

Decíamos antes que en la escritura del guion participó el polifacético escritor suizo Friedrich Dürrenmatt, dramaturgo, novelista, cuentista, filósofo, grafista y hasta crítico de teatro. Habituado a escribir novelas policíacas para los periódicos, que se publicaban en entregas semanales, Dürrenmatt recibió el encargo, en 1957, de escribir un relato que, si gustaba a los productores, sería convertido en guion y, posteriormente, en película.

El cebo La promesa

El autor tenía una consideración muy particular sobre su país, llegando a declarar que “Suiza tiene algo grotesco en su carácter: sus intentos de constante neutralidad se parecen a los de una virgen ganándose la vida en un burdel que pretende, además, permanecer casta”; por lo que decidió escribir una historia sobre lo que él consideraba un problema de interés general, del que no se hablaba lo suficiente en público: los abusos sexuales contra la infancia.

Sin embargo, y a pesar de colaborar en la escritura del guion, no quedó satisfecho con el resultado final del mismo, por lo que Dürrenmatt decidió escribir una novela, “La promesa”, que se publicaría el mismo 1958 y que subtituló como “Réquiem por la novela policial”.

El cebo Durrenmatt

Una novela que comienza con una charla literaria en la que uno de los personajes hace la siguiente declaración de principios: “Por desgracia, en todas esas historias de crímenes subyace aún un fraude mayor. Y con esto ni siquiera aludo al hecho de que en ellas los criminales encuentran su castigo. Pues esos hermosos cuentos han de ser moralistas a la fuerza. Pertenecen al tipo de las mentiras necesarias para mantener el orden social, casi como un refrán piadoso: el crimen no vale la pena”. Y pasa, a continuación, a criticar la lógica racional que los autores imprimen a la resolución de los casos sobre los que escriben.

Una lógica que, en la vida real, la mayor parte de las veces no existe. A partir de ahí, la historia del asesinato de una niña. Y la detención de un ¿falso? culpable. Y la obsesión, por supuesto. Y el azar. Siempre el azar.

Varias décadas después, en 2001, Sean Penn dirigió la igualmente prodigiosa “El juramento”, protagonizada por un inconmensurable Jack Nicholson, en la que la acción se traslada a las zonas rurales del norteamericano estado de Nevada.

Original Cinema Quad Poster - Movie Film Posters
Original Cinema Quad Poster – Movie Film Posters

Una puesta al día del clásico de Vajda que demuestra la vigencia de una película, “El cebo”, que compitió en el Festival de Cine de Berlín y que ganó el Premio San Jorge a la mejor película española de 1958.

El cebo sospechoso

Una obra maestra incontestable del cine español que todo aficionado al Noir debería de ver, sí o también.

Jesús Lens

1 Twitter Lens

“La noche del cazador” permite seguir Luchando con monstruos en AulaCine CAJAGRANADA

Hoy martes, 8 de noviembre, el Teatro CAJAGRANADA acoge la proyección de “La noche del cazador”, una obra maestra de Charles Laughton, reputado y premiado actor que, en esta cinta, hizo su debut como director de cine. Paradójicamente, y pese a ser unánimemente considerada como una de las grandes joyas de la historia del cine, Laughton nunca más volvería a dirigir, volviendo a centrarse en su carrera de actor.

La noche del cazador

“La noche del cazador” es una película que figura con letras de oro en la historia del cine, además, por la siniestra representación de Robert Mitchum, cuyo personaje del Predicador es uno de los más turbios y amenazadores del género negro, desde que aparece en pantalla con sus nudillos tatuados con las palabras “Amor” y “Odio”, Love y Hate en el original.

Narrada al modo de un cuento infantil llamado a provocar pesadillas a los niños protagonistas y, por extensión, a los espectadores, “La noche del cazador” también contó con la magnética presencia de una Lillian Gish maravillosa, recuperada para el cine, ya anciana, tras haber sido una de las grandes estrellas del cine mudo hollywoodiense.

La noche del cazador Gish

El argumento de la película de Laughton es sencillo: sabiendo que una mujer viuda guarda una gran cantidad de dinero, entregada por su marido tras un atraco y antes de ser ejecutado, el falso predicador Harry Powell se casa con ella para tratar de encontrar el tesoro escondido. Lo que no sabe es que ella desconoce la existencia del dinero. Su destino solo lo conocen sus dos hijos pequeños. Y ahí comienza la pesadilla…

“La noche del cazador”, con una puesta en escena es de marcado origen teatral y cuya extraordinaria fotografía en blanco y negro le confiere una magia especial, está basada en hechos reales. En concreto, adapta la historia del granjero holandés Herman Drenth, cuyo alias era Harry Powers. Este hombre sedujo y asesinó a dos viudas y a los tres hijos de una de ellas, cuyos restos fueron descubiertos por la policía en el garaje de su domicilio. Tanto el alias, como el móvil de sus acciones, crean una relación directa entre Herman Drenth y Harry Powel.

La noche del cazador Mitchum

El guion de “La noche del cazador” adapta la novela homónima de Davis Grubb en 1953. Este libro introdujo en el mundo de la narrativa una serie de características que ningún autor había utilizado hasta el momento. Planteaba un ambiente opresivo y pesimista que convirtió la obra, casi sin querer, en una gran novela de terror psicológico, hasta tal punto que el propio Stephen King ha reconocido en más de una ocasión haber sido influenciado por esta obra a la hora de escribir.

A través de este enlace podéis consultar más información sobre “La noche del cazador”:

http://blog.cajagranadafundacion.es/index.php?listEntrada=178

Con esta película continúa el nuevo ciclo de AulaCine CAJAGRANADA, “Luchando con monstruos”, programado conjuntamente por CAJAGRANADA Fundación y por Granada Noir, con la colaboración de ESCO, algunos de cuyos profesores y alumnos han preparado guías de visionado de cada una de las películas.

El ciclo “Luchando con monstruos”

Aprovechando la celebración de Granada Noir, y de acuerdo a la intención de dar continuidad a las actividades del Festival más allá de los días de celebración del mismo, AulaCine CAJAGRANADA y GRN2 han programado un ciclo de diez películas, que se prolongará hasta final de año y que se proyectarán en el Teatro CAJAGRANADA, a las 19 horas y en versión original subtitulada.

Ciclo Monstruos pr-4

El festival Granada Noir

Granada Noir es un festival multidisciplinar de carácter popular dedicado al género negro y policíaco, puesto en marcha en 2015 por Gustavo Gómez y Jesús Lens y que cuenta con el patrocinio de Cervezas Alhambra y la colaboración de Diputación de Granada, CajaGRANADA Fundación, Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Granada, además de otras empresas, comercios y particulares.

GRN es un festival que promueve un variado maridaje de propuestas culturales de calidad contrastada; una cita de carácter abierta, creadora, innovadora, participativa y gratuita, que saca la cultura a la calle, a los barrios y a los pueblos y que, además, la lleva a bares, bibliotecas, clubes, cines y cafés.

Ciclo Monstruos pr-4

Un festival cuyo programa está abierto a todas las artes y que permite maridar las disciplinas más diferentes, posibilitando el contacto y la relación directa entre autores, creadores, público y aficionados.

 

Antonio de la Torre, el rostro del Noir español

Esta entrega de El Rincón Oscuro va a estar presidida por las paradojas. La primera: ¿cómo es posible que “Que Dios nos perdone” ganara el premio al mejor guion en el pasado Festival de San Sebastián, cuando la trama tiene casualidades, vacíos y caminos a ninguna parte que ponen en jaque la credibilidad de la historia?

Antonio de la Torre Que Dios nos perdone

Le pregunto al novelista y guionista Carlos Bassas del Rey por el guion de la película de Rodrigo Sorogoyen y me dice que, quizá, el texto original, escrito por el propio Sorogoyen y por Isabel Peña, era mucho más completo. Pero que después, tanto el guion técnico como el proceso de montaje de la película debieron ir eliminando escenas supuestamente prescindibles.

Es muy posible que sea así, dado que la película en exhibición dura 125 minutos. Probablemente y en aras a una mayor proyección comercial, se han depurado momentos que hubieran dotado de mayor coherencia tanto a la historia como al arco dramático de los personajes. Y es que lo mejor de “Que Dios nos perdone” reside en el inmenso trabajo actoral de Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Luis Zahera y el resto de secundarios de un reparto de lujo.

Antonio de la Torre y Roberto Álamo

También hay que destacar la ambientación de la película, lo muy creíble que resulta la comisaría y la relación entre los policías protagonistas y el final, ese estupendo final. Pero lo más sobresaliente de la cinta de Sorogoyen son los actores, empezando por un nuevo recital de Antonio de la Torre, nuestro Robert de Niro patrio.

Y, sin embargo, el que arremete como un auténtico toro salvaje en “Que Dios nos perdone” es Roberto Álamo, una bestia interpretativa al que las veraniegas camisas de manga corta y las camisetas a lo Marlon Brando le permiten realzar el amenazador poderío de un torso descomunal que, por momentos, desborda la pantalla. Tanto que, ahora mismo, es mi candidato principal a llevarse los grandes premios del año al mejor actor secundario, cuando toque hacer resumen y balance de este 2016.

Antonio de la Torre amenazado

Frente a él, o por ser más exactos, junto a él, se sitúa el frágil y complicado personaje interpretado por un Antonio de la Torre que, en esta ocasión, da vida a un policía tartamudo y con dificultades para relacionarse con la gente, especialmente con las mujeres.

Un Antonio de la Torre espectacular, como espectacular estaba en “Tarde para la ira”, posiblemente la quintaesencia interpretativa de su forma de abordar los papeles más negros de su carrera.

Antonio de la Torre Tarde para la ira

Y, sin embargo, en el año en que Antonio de la Torre borda dos papeles diferentes en dos extraordinarias cintas policíacas, muy raro será que la mayoría de premios al mejor actor protagonista no se los lleve Eduard Fernández por su recital en “El hombre de las mil caras”, interpretando al espía Francisco Paesa, el otro gran título noir del cine español de este fecundo y feraz 2016.

Paradojas que no deben hacernos olvidar la espectacular carrera negra y criminal de un Antonio de la Torre que, además de en las películas citadas, ha participado en “Invasor”, de Daniel Calparsoro, basada en la novela de Fernando Marías; y en “La isla mínima” y en “Grupo 7”, las otras dos cintas de Alberto Rodríguez que bucean en el lado más oscuro y turbio de nuestra historia más reciente.

Antonio de la Torre Grupo 7

Sin olvidar, por supuesto, uno de sus personajes más difíciles y controvertidos: el sastre de “Caníbal”, la película granadina de Manuel Martín Cuenca en la que un impertérrito Antonio de la Torre componía un personaje frío, seco y austero como pocos se han visto en una pantalla de cine.

Un personaje complicado, adusto y complejo, en cuyo pétreo rostro y habilidosas manos se detenía con delectación la cámara de Martín Cuenca. “Caníbal” es una película de digestión muy lenta que gana con el segundo y tercer visionado. Visionados que resultan mucho más satisfactorios en la intimidad del hogar que en un cine abarrotado de espectadores incrédulos y estupefactos ante la radical propuesta temática y formal del director de la película.

Antonio de la Torre caníbal

Hay quien achaca a Antonio de la Torre que, desde su papel en “Caníbal”, viene repitiendo la interpretación de un personaje silencioso y atormentado, presa de grandes conflictos interiores. Es cierto que entre “Tarde para la ira” y “Que Dios nos perdone” hay ciertos paralelismos, pero sus personajes de “La isla mínima” e “Invasor” son muy diferentes.

Antonio de la Torre La isla mínima

Quizá por eso, para dar otro giro a su carrera, el actor de ha embarcado en una comedia, “Algo muy gordo”, que veremos el año que viene. Pero si quieren verle reír, no dejen pasar “Que Dios nos perdone”. Ya verán las carcajadas que comparte con Roberto Álamo el rostro más reconocible y reconocido del noir contemporáneo español.

Jesús Lens

Twitter Lens