Buenas, soy Emilio Calatayud. El rey de Suazilandia, un país africano, ha participado en la cumbre para el desarrollo que se ha celebrado en Sevilla. Pues resulta que su majestad es millonario mientras la mayor parte de sus súbditos vive con menos de dos euros al día. Está claro que al rey no le hace falta desarrollarse más, pero a su pueblo sí. Quiero que mis impuestos sirvan para ayudar a los niños de Suazilandia y no al rey, quien, por cierto, se ha hecho instalar un trono en el hotel de Sevilla en el que se ha alojado. Flipas.
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