Buenas, soy Emilio Calatayud. Felicidades a los que llegan al poder tras las elecciones y que se pongan a trabajar ya, que para eso les pagamos. Pero, vamos, que seguimos en campaña. Y yo sigo con los excesos de las comuniones, que, en realidad, son un acto religioso católico, pero que ya hace tiempo que se convirtieron en un parque de atracciones.
¿Llegaremos a esto?: «Mamá, ¿y si nos saltamos la misa de la Comunión, me dais ya el móvil y nos vamos al banquete?». Me temo que sí.
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