Emilio Calatayud

Blog del Juez de Menores de Granada y del periodista Carlos Morán

Niños crecientes, pantalones menguantes, y sin dobladillo y rotos, para que no tengan que esforzarse en romperlos

Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace poco hablábamos de que los piojos, ¡los piojos de nuestra infancia!, se han convertido en un negocio. Pero es que todo es ya un negocio. Me cuenta una madre que no gana para comprarle pantalones a sus hijos. Y me lo explica: desde que los niños españoles empezaron a equipararse en altura a los alemanes -antes éramos muy chicos para Europa- tiene que comprarles pantalones casi cada mes. La razón: la industria ya no hace pantalones con el célebre dobladillo, que se podía meter o alargar a conveniencia. Ahora no llevan ni un centímetro más de tela, así que en cuanto el niño o la niña crecen, que es cada dos por tres, hay que comprarles otros nuevos.

Y, por supuesto, las rodilleras y las coderas para remendar los rotos y alargar la vida de la ropa pasaron a la historia. Es más, ahora te venden los pantalones ya rotos para que los niños no tengan que esforzarse en rasparlos.


Comentarios

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Emilio Calatayud

Blog del Juez de Menores de Granada y del periodista Carlos Morán

© Corporación de Medios de Andalucía, S.A. Calle Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada)