En Granada -hablamos de ello en el Facebook- ha vuelto a darse un caso de exceso de aforo en una discoteca. Parece ser que la amarga lección del Madrid Arena o no ha llegado -que sería muy grave- o ya se ha olvidado -que sería todavía peor-. En este último caso, era una fiesta para menores y literalmente no se cabía, así que la Policía Local tuvo que desalojar la sala. La parte buena es que fueron los propios chavales los que avisaron. Son menores, pero también consumidores. Y tienen derechos por ser menores y por ser consumidores. Y los ejercen. Y esto están bien. ‘Consumo’ también debería ser una asignatura obligatoria en la escuela.
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