El ‘post’ sobre el programa que prepara La Sexta lo escribí yo, o sea, Carlos Morán. Luego el único responsable soy yo. Lo digo porque está habiendo críticas al respecto y no quiero que perjudiquen a don Emilio. Él no ha tenido nada que ver… como yo nada tengo que decir sobre lo que él escribe. Todos y cada uno de los comentarios que aparecen en este blog van firmados. No hay más que fijarse en la rúbrica para saber a quién elogiar o dar un palo, que de todo hay, porque además es bueno que lo haya. Don Emilio y yo solemos comentar lo que vamos a hacer en el blog, pero ni él me prohíbe nada a mí ni yo a él. Ya somos mayorcitos. Además, estaría feo. Si algo bueno tiene este medio de comunicación es que no hay jefes.
Lo cual no quiere decir que no existan líneas rojas: don Emilio y yo estamos de acuerdo en que aquí no caben insultos ni descalificaciones ni, por supuesto, nada que perjudique a los menores. Y el ‘post’ de La Sexta no incumplía esas condiciones. Es más, el programa que se supone que están preparando busca jóvenes mayores de 18 años (ha habido otros programas del mismo estilo en los que salían menores de muy corta edad y nadie se echó las manos a la cabeza: es más, me consta que hay profesores, colegios y familias que copiaron algo de lo que vieron para emplearlo con sus alumnos e hijos, pero esa es otra historia).
Hechas estas aclaraciones, no me duelen prendas en pedir disculpas. Hay habituales de este blog a los que les ha molestado mi decisión de hacer ese post. Lo siento. La verdad es que no vi nada malo en la petición de la productora y les presté un pedacito de este blog. Algo tan sencillo como echar una mano, muy modesta, por cierto, a un compañero de profesión (no a un criminal ni nada por el estilo). Seguramente debí pensarlo mejor, porque puede haber malas interpretaciones (lo que sí quiero que quede claro es que no hemos recibido nada a cambio: este blog es gratuito: no cobramos por hacerlo ni a nadie por salir en él).
En fin. Lo que también os aclaro es que no voy a suprimir el comentario de marras. Hay alguien que lo pide, pero, sintiéndolo mucho, no va a poder ser. Si publicarlo fue un error, quitarlo sería otro todavía más grave. Las personas somos edificios hechos a base de errores y aciertos. Y es bueno que estén a la vista unos y otros. El que esté libre de pecado, que arroje el primer adoquín.
De otro lado, todos los que hacemos este blog, vosotros y nosotros, somos lo suficientemente adultos para saber si queremos participar en una propuesta así. No es obligatorio. Como tampoco lo es escuchar ésta o aquella radio, o leer éste o aquel periódico. Están ahí para que cada uno seleccione lo que más le guste o lo que más le aporte. Lo verdaderamente malo es cuando no se puede elegir.
Un saludo.







Deja un comentario