La gran oportunidad del PTS

No me tomen a mal eso de mezclar crisis y oportunidad en un mismo artículo. Sé que apesta a autoayuda de la más baja estofa. Pero sí es cierto que, preocupados por lo urgente, corremos el riesgo de perder de vista lo importante.

En Granada, por ejemplo, la lógica y necesaria inquietud que sentimos por tiendas, bares, restaurantes, hoteles y demás negocios del pujante sector servicios hace que apenas se hable de otros agentes económicos que también deberían ocupar nuestro tiempo y reclamar nuestra atención.

La crisis económica que, más que amenazar con venírsenos encima, ya nos está aplastando; ha sido provocada por una enfermedad. Una pandemia global causada por un virus. Y en Granada tenemos todo un Parque Tecnológico dedicado a la Salud. Conviene, de vez en cuando, escribirlo a lo grande. Con todas sus palabras. Parque Tecnológico de la Salud, no sea que de tanto ver lo de PTS nos olvidemos de su sentido último.

Salud. Tecnología. Enfermedad. Virus. ¿Soy yo, que estoy desnortado dentro de mi cabaña, o poco se habla del Parque Tecnológico de la Salud cuando más debería estar en boca de todos? Al menos, espero que sus gestores y nuestros responsables públicos estén pensando en cómo darle un impulso definitivo a una infraestructura que, insisto, debería estar en el centro de atención.

Si de esta no somos capaces, en Granada, de catapultar el PTS hasta el infinito y más allá, sería para darnos hasta en el cielo de la boca.

En su página web, el PTS se presenta como “un espacio de excelencia docente, asistencial, investigadora y empresarial, especializado sectorialmente en Ciencias de la Vida y la Salud”. A partir de ahí, diversas pestañas te llevan a enlaces sobre investigación, desarrollo empresarial, asistencia sanitaria y docencia.

Sería importante que, a lo largo de las distintas fases de la desescalada, nos vayamos enterando de qué planes tienen nuestros gobernantes con respecto al PTS. En qué ayudas, inversiones, subvenciones y programas de investigación se está trabajando para que el PTS sea ese auténtico motor de desarrollo de la economía granadina que contribuya al tantas veces anunciado y jamás conseguido cambio de modelo productivo.

El cerrojazo provocado por el coronavirus ha sorprendido a España —como a toda Europa— sin capacidad industrial para fabricar mascarillas, EPIs o respiradores y sin capacidad tecnológica para hacer tests a los sanitarios. El PTS está ahí, esperando a que demostremos nuestra capacidad científica.

Jesús Lens

Entre temas y temazos

Lo peor de lo urgente es que nos hace olvidar lo importante. Y los verdaderos problemas comienzan cuando, en nuestra vida, todo es urgencia, prisa, nervios y ansiedad.

La actualidad vertiginosa de un mundo siempre conectado hizo que, en verano, no hubiera nada más importante que el caso de Juana Rivas, que lo canibalizó todo. Hasta que llegaron septiembre… y el Procés. Y ya no hay más horizonte en nuestra vida que el 1 de octubre.

Sin embargo, es necesario tratar de mirar más allá del tema del momento. Porque siempre hay uno. Un tema. El temazo. Da lo mismo que sea la cláusula de rescisión de Neymar que el número de participantes en la Diada. La tarjeta a Ronaldo o la política municipal de Carmena. Y es que el tema, los temas del momento, tienden a parecerse como gotas de agua y a replicarse a nivel nacional, regional y local.

Cualquier cosa que haga o diga alguien de Podemos, se convierte en tema. Para bueno o para malo. Entre alabanzas sin fin y vituperios sin medida. Pero es tema. Como Venezuela.

Sea lo que sea que le ocurra a la estrella del equipo de fútbol local, es temazo. Da igual que el equipo esté en Champions, peleando por evitar el descenso o luchando por ascender a Segunda. Es tema. Además, de un tiempo a esta parte, cualquier cosa que ocurra entre fogones, gorros y delantales blancos; también tiende viralizarse y universalizarse… quedando muy poco espacio informativo para cualquier otro aspecto de nuestra vida que, a nada que lo pensemos, debería ser el auténtico motivo de reflexión, análisis, discusión y preocupación.

Por ejemplo, este titular, del IDEAL de ayer: “El sueldo medio baja un 1,4% el ultimo año ajeno a la recuperación económica”. ¿Lo leyeron? ¿Leyeron la información completa? ¿Han encontrado ustedes eco de él en las redes sociales y/o en las tertulias de su entorno? ¿Tenían pensado comentarlo esta mañana, tomando el café con la familia, o a la hora de las cervezas, con la tapa de arroz?

Es verdad. Es domingo. Tampoco hay que ponerse así. España juega por el bronce en el Eurobásket y el Atlético estrena estadio. Es posible -pero no probable- que el Granada no haya empatado y Tadeo Jones y “Detroit” nos esperan en el cine. OK. Dejemos los salarios para el lunes…

Jesús Lens