Excelencia universitaria

Lo comentábamos ayer: el jueves fue un día de buenas noticias entre las que sobresalían los resultados de la UGR en la clasificación por especialidades de Shanghai (Leer AQUÍ). La Universidad de Granada es la segunda de España, con 34 especialidades destacadas a nivel internacional. Y es, por supuesto, la primera de Andalucía, con una notable diferencia sobre las demás.

A la espera de que, en agosto, se publique el ránking general de Universidades, sigamos disfrutando de esta buena nueva y profundizando en sus datos.

Hagamos una prueba: así a vuela pluma y si usted no ha leído los intersticios de la clasificación de Shanghai, ¿en qué disciplinas piensa usted que es puntera nuestra Universidad? ¿Derecho o Medicina, carreras de tradición tan larga como muchos de los apellidos que las jalonan? ¿Será algo que tenga que ver con la música? ¿Con alguna lengua muerta, dado el proverbial inmovilismo del que se acusa a la sociedad granadina? La Geografía seguro que no: con el aislamiento de nuestra tierra, cualquiera decide irse a ver mundo…

Tiene que ser alguna carrera de Letras, eso fijo. ¿Filosofía, muy extendida entre el Ser Granaíno y la Mala Follá? ¿Literatura, comparada o sin comparar? Sí. Algo de eso tiene que ser. Fijo que entre poetas anda el juego…

Pero no. Paradójicamente, y por larga tradición letraherida que se concite en Granada, la única disciplina de Letras que entra en la clasificación es la de Documentación, en el puesto 28 de mundo. Eso sí: es la que ocupa un lugar más alto, encontrándose entre la auténtica élite mundial. Le sigue Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ciencias de la Computación, Matemáticas y Oceanografía.

¿Qué les parece la clasificación? Además de darles la enhorabuena a todos los docentes e investigadores que han elevado tan alto a sus respectivas disciplinas, es otra muestra de que las cosas están cambiando en nuestra tierra y que los tópicos y los lugares comunes existen… para ser desmontados.

Me gusta comprobar que las disciplinas científicas de nuestra UGR cosechan resultados tan destacados y apreciables. No es fácil que logren grandes titulares ni que deparen sonadas noticias y, sin embargo, ahí tenemos a nuestros científicos, codeándose con la élite internacional. Eso sí: para llegar tan alto, además de trabajar mucho y bien, hay que adaptarse a los requerimientos del Método Shanghai, que no es el único válido.

Jesús Lens

Otro Renacimiento en Granada

El Renacimiento fue generoso con Granada en el siglo XVI, más allá del simbólico Palacio de Carlos V o la soberbia fachada de la Chancillería. El mestizaje entre lo mudéjar, el gótico y lo renacentista cambió el aspecto de la ciudad y la hizo evolucionar, crecer y transformarse.

Hace unos días hemos recibido una distinción simbólica que debería habernos hecho saltar de alegría: la compañía tecnológica china Huawei, en su informe “Epicentros del Nuevo Renacimiento”, sitúa a Granada como una de las cuatro ciudades españolas con mayor innovación tecnológica, junto a Madrid, Barcelona y Salamanca. (Lean AQUÍ la información de Andrea G. Parra)

¿Qué les parece? Vale que estamos en Corpus y que, posiblemente, tengamos nuestro propio esqueleto castigado y maltrecho, pero no me digan que ser el epicentro del Nuevo Renacimiento no invita a saltar de alegría…

Vale. El informe en cuestión “solo” habla de innovación tecnológica y de la creación de miles de puestos de trabajo vinculados al sector cultural y creativo. No dice que Granada sea la ciudad más bonita ni espercojá del mundo, pero no deberíamos despreciar lo que dice esta gente de Huawei: de innovación, algo sabrá…

Y, de nuevo, la Universidad, nuestra UGR, en el centro neurálgico de un movimiento llamado a cambiarle el paso a la socioeconomía de nuestra tierra.

Hace unas semanas escribí sobre un ¿estudio? publicado por una ignota Fundación financiada por un banco cuyos colores corporativos son paradójicamente rojos. Una Fundación radicada en Cataluña que terminaba concluyendo que las mejores universidades de España estaban… en Cataluña. Un ¿estudio? que dejaba en mal lugar a nuestra Universidad.

Les confieso que me arrepentí de aquella columna: debería haber sido haber sido más riguroso a la hora de comprobar la credibilidad de la Fundación de marras antes de dar pábulo a sus conclusiones.

Esto de Huawei me parece bastante más serio y creíble: la marca comercial no se envuelve en el prestigio de una Fundación para emitir un informe al que no veo cómo podrían afectarle los intereses espúreos.

Un orgullo y una inyección de optimismo, leer que estamos inmersos en una revolución cultural similar a la del Renacimiento, provocada por la interacción entre tecnología y comunidad creativa, y que Granada es una de las ciudades españolas en la que siente “el impulso de nuevas formas de creación, intercambio cultural e innovación”, tal y como nos contaba ayer Andrea G. Parra.

Jesús Lens