Festival de Jazz y patrocinios

Queda una cita, muy prometedora, en el Centro Lorca, pero el Programa Central del Festival de Jazz de Granada ya ha finalizado, con un notable éxito de público, que ha agotado las localidades en varios conciertos y se ha dejado las manos, aplaudiendo. Además, ha cosechado una excelente acogida por parte de la crítica.

Foto: Festival del Jazz de Granada
Foto: Festival del Jazz de Granada

Termina la 37 edición del Festival de Jazz de Granada y, a los buenos aficionados, nos sabe a poco. Se nos quedan cortos, seis conciertos. ¡Qué tiempos, en los que todo noviembre hervía con el mejor jazz mundial!

Que sí. Que hay trasnoches, como los del Tuntún, y actividades paralelas, pero que no están organizados por el Festival, como se indica en su página web. Un Festival por el que han pasado leyendas como Miles Davis, Dizzie Gillespie, Art Blakey u Oscar Peterson, pero que no solo mira hacia atrás, habiendo traído este año propuestas arriesgadas, diferentes y de una calidad excelsa.

Foto: Festival de Jazz de Granada
Foto: Festival de Jazz de Granada

Festivales de este calibre hay muy pocos en España. Por ejemplo, ahora comienza el de Barcelona y, a la mayoría de los músicos que actúan en la ciudad condal, ya hemos tenido la oportunidad de disfrutarlos en Granada o en el Jazz en la Costa de Almuñécar.

Sin embargo, hay una diferencia de grado entre el Festival de Barcelona y el nuestro: los patrocinadores y colaboradores. Cerca de veinte, he contado en el caso del certamen catalán. En el de Granada solo participan Diputación y Ayuntamiento. Y, en la Costa, el consistorio almuñequero. No está la Junta de Andalucía ni hay una sola empresa, entidad o institución.

¿Por qué? ¿Cómo es posible? ¿A qué responde semejante desapego entre el tejido social, cultural y empresarial granadino y un Festival de Jazz histórico, que cada año programa una extraordinaria selección de conciertos, excelentemente acogidos por el público?

Foto: Festival de Jazz de Granada
Foto: Festival de Jazz de Granada

Está claro que la crisis se ha cebado con el mundo de la cultura, pero ahora llega el mágico Hocus Pocus y cuenta con más de veinte colaboradores. La Orquesta Ciudad de Granada también se acerca a la veintena de mecenas y al Círculo de Mecenazgo del Festival de Música y Danza están adscritas cerca de cincuenta empresas.

Es necesario reflexionar acerca de la paradoja de que una de las grandes citas musicales del año se encuentre tan huérfana, sola y abandonada. ¡El jazz granadino merece más complicidad!

Jesús Lens

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Ardiendo de jazz

Aunque me gusta saber previamente de los lugares que voy a visitar cuando salgo de viaje, conocer su historia, su arte y haber leído a sus novelistas, en ocasiones me encuentro frente al funcionario que me sella el pasaporte sin saber nada del país en que voy a entrar, pero con los cinco sentidos alerta, expectante y ansioso por descubrir.

Este año me ha pasado algo parecido con el Festival Internacional de Jazz de Granada, cita ineludible a la que habitualmente hurtamos la palabra “internacional” al referirnos a ella, pero que es importante, muy importante, para recordar que estamos ante uno de los grandes acontecimientos culturales del año. Y de ello hablo en IDEAL, hoy.

Foto: Festival del Jazz de Granada
Foto: Festival del Jazz de Granada

Por culpa de ese tirano llamado Cronos, el Dios del Tiempo, me he presentado a la cita del Teatro Isabel la Católica sin los deberes hechos. Pero, sin que sirva de precedente y por una sola vez, me alegré de enfrentarme a los GoGo Penguin sin haber escuchado un solo acorde de su música.

Difícil, muy difícil describir con palabras el impacto que me provocaron los tres chavales de Manchester. Lean la crónica de Juan Jesús García en las páginas de Cultura de este IDEAL y se podrán hacer una día. O no. Porque lo mejor de la música en directo es que, o estás ahí para escucharla, o te la pierdes por siempre jamás.

Foto: Festival de Jazz de Granada
Foto: Festival de Jazz de Granada

Por supuesto, a la salida del concierto me abalancé con mi Cuate Pepe a la mesa en que se vendían los discos y nos llevamos los dos que había en stock. Discos sin nombre y con portadas minimalistas que los tres músicos, Rob Turner, Chris Illingworth y Nick Blacka, nos firmaron amablemente.

Firmas sencillas, aparentes garabatos que, sin embargo, encajan a la perfección con el estilo de las portadas. Mientras escribo estas líneas, todavía conmocionado por la máquina de hacer música que son los GoGo Penguin, escucho ambos discos. Maravillosos. Pero la sacudida no es como la que sentí en vivo, mientras la música me zarandeaba en la butaca.

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Me gustaría hablarles del exitoso concierto inaugural y la arriesgada apuesta que fue contar con la joven Andrea Motis o de la electrocución a la que nos sometió el salvaje de Terence Blanchard. Y, también, de las estupendas jam sessions que la Asociación Ool Ya Koo está programando el TunTún Restobar, pero ya tendrá que ser mañana. O pasado.

Foto: Festival de Jazz de Granada
Foto: Festival de Jazz de Granada

Que nos quedamos sin espacio.

Jesús Lens

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